ENSAYO INDIVIDUAL “LA ACTIVIDAD POLÍTICA EN LAS ORGANIZACIONES”

COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL – MDO LIMA XIX

ENSAYO INDIVIDUAL

“LA ACTIVIDAD POLÍTICA EN LAS ORGANIZACIONES”

Las organizaciones, como entes complejos, exhiben ciertos comportamientos o realidades que son visibles a todos, como la fabricación de bienes o la prestación de servicios, y otros fenómenos que quedan invisibles, salvo para los actores que se encuentran inmersos en esa realidad. Uno de estos procesos es la actividad política, que es percibida generalmente de forma negativa pero que es parte intrínseca de todas las organizaciones, desde la más grande transnacional hasta la microempresa más pequeña.

Y lo es porque en toda organización, existe un grupo generalmente pequeño de personas que se constituyen como propietarios o dueños de esta,  ejerciendo poder de control, de decisiones y de recursos sobre los demás miembros de las corporaciones. Estos dueños de capital se encuentran en una situación ventajosa de poder y toma de decisiones respecto de los empleados o trabajadores

Desde luego, este grupo adopta determinadas formas de sistemas políticos, pudiéndose encontrar un paralelismo entre la organización y el sistema político. Es así que se puede visualizar a las organizaciones como “microestados”, con múltiples niveles de relación entre sus partes (Morgan, 1992).

Por ejemplo, Brass (2002) asume que las organizaciones son tanto sistemas cooperativos de empleados que trabajan juntos para alcanzar metas y a la vez espacios políticos de individuos y grupos con intereses distintos.  Por lo que, a pesar de las connotaciones negativas de la política asociadas al empleo de la política en las organizaciones, es obvio que constituye un tema de estudio y que vale la pena mencionar y entender a fin de formarse una opinión informada sobre las organizaciones y cómo funcionan (Ferris, 2012).

Ahora bien, este ensayo versa sobre las relaciones políticas dentro de una empresa, es decir las que podrían llamarse “intrapolíticas”. Adicionalmente existe una aproximación muy documentada entre la empresa privada y la actividad política del gobierno nacional o local, tema que no será analizado en la presente disertación pero que se es parte de la coyuntura actual de nuestro país por los casos de corrupción de la brasileña Odebretch con numerosos gobiernos nacionales de América Latina (Gestión, 2016). Sin embargo, estas aproximaciones de la política empresarial con la política gubernamental tienen mucho tiempo de conocidas, como por ejemplo en el caso de México, donde se turnaban entre empresarios y políticos los cargos directivos de las ciudades más importantes, a fin de cautelar los intereses de ambos grupos de poder desde el año 1945, por lo menos (Rodriguez, 2008).

Volviendo a la actividad política de la empresa, las organizaciones hacen visible sus intrincaciones políticas al poner de manifiesto las relaciones entre los intereses distintos de sus partes, los conflictos que aparecen al contraponerse estos intereses y el poder desigual con el que cuentan determinados grupos dentro de las corporaciones.  Por ejemplo, puede haber ciertos intereses contrapuestos de dos directores de áreas cercanas de cierta empresa, generando un conflicto que a la larga tendrá que ser resuelto por los participantes y por alguien que se encuentra jerarquizado en un nivel superior, ejerciendo poder sobre ambos intereses (Oladosu, B y Nwaneka, A, 2014).

Es por eso que el poder, en última instancia, puede ser conceptualizado para Morgan (1992) como  “el medio a través del cual los conflictos de intereses son resueltos en última instancia” (p.145). Y dado que las organizaciones son diseñadas como sistemas de competencia (por recursos, por promociones)  y de colaboración (hacia una o varias tareas comunes), surgen muchos intereses contrapuestos dentro de una organización.

Ahora bien, como se aprecia en múltiples estudios, la actividad política es inherente a las organizaciones y legítima en el accionar de la misma, y como tal debe acomodarse a los objetivos superiores de la organización. Ciertamente no todos los trabajadores o directivos ejercen la política de manera obvia o predominante, pero quienes la realizan activamente suelen aprovechar los recursos que esta permite a fin de satisfacer objetivos particulares y ascender o avanzar dentro de la organización, en la búsqueda de más poder (Oladosu, B y Nwaneka, A, 2014).

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