ENSAYO: ¿LA EDUCACACIÓN PARA LA INCLUSION O INTEGRACIÓN?
Enviado por sel.ene • 24 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.589 Palabras (7 Páginas) • 234 Visitas
INSTITUTO MCLAREN DE PEDAGOGÍA CRÍTICA Y EDUCACIÓN POPULAR[pic 1]
PROYECTOS DE EDUCACION POPULAR PARA MINORIAS EXCLUIDAS
DRA. MARIA SIRLEY DOSANTOS
ENSAYO: ¿LA EDUCACACIÓN PARA LA INCLUSION O INTEGRACIÓN?.
SELENE PIMENTEL ALCARAZ
ENSENADA BAJA CALIFORNIA, AGOSTO DE 2015
La perspectiva en la que vivimos en estos tiempos es una cruel imagen coloreada por problemáticas globales, encabezadas por las extensas desigualdades, la pobreza seguida del hambre y la constante violación a los derechos humanos, trayendo consigo la explotación humana y natural.
Esto nos arroja a un ring de constante lucha sangrienta, donde la guerra y los actos de violencia se convierten ahora en noticias cotidianas y normalizadas por los espectadores, el dialogo ya no forma parte de una solución, la aplicación de valores es seleccionada desprotegiendo a los más necesitados, y como consecuencia trae consigo una crisis humanitaria, causada por la falta de una educación humanitaria, critica, incluyente y popular.
Hoy en los medios de comunicación se presume de vivir tiempos mejores, pero la verdad es que, el panorama es el mismo solamente porta nueva ropa, ahora en México los maestros, estudiantes, padres de familia y el pueblo en su conjunto, nos encontramos frente a una contrarreforma educativa que no es más que racista, clasista y excluyente, las verdaderas intenciones es favorecer al sector oligárquico nacional así como al capital trasnacional, los cuales, alardean y engañan al pueblo con el discurso de “calidad educativa” pero sus fines son la formación del capital humano, para salir de la crisis estructural por la que atraviesa el sistema capitalista mundial.
De lo anterior, Prudenciano Moreno (2010) menciona que la educación se pone al servicio de la formación capitalista, teniendo como única prioridad la economía, enfatizando la relación productiva con la triada: educación, ciencias y tecnología, con el objetivo de desarrollar el capital en sus diversas modalidades aplicativas, teniendo una rentabilidad final en el comercio mundial, así como, la competitividad en tratados comerciales.
Esta mal llamada reforma educativa no muestra más que una educación clasista, racista y excluyente, pues no favorece en nada al pueblo Mexicano, sino todo lo contrario, representa un claro retroceso en la historia de la educación en el país, las modificaciones a los artículos 3° y 73° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se traducen en una exclusión del derecho social a la educación.
Esto quiere decir que en México como en otros países, las escuelas son consideradas como agentes de desarrollo humano capitalista, donde los estudiantes, son clasificados de acuerdo a su raza, clase social o sexo y de acuerdo a esto son instruidos para desempeñar un papel dentro del nivel de clase social al que pertenece, donde la educación es una especie de negociación entre, los grupos dominantes y subordinados, se educa para ser productivo en base a las necesidades de los grupos dominantes, se educa para la exclusión. Para contrarrestar esta educación excluyente es necesario pensar en una nueva educación, pero, ¿educación para la integración o la inclusión?
Dentro del campo educativo es una interrogante que hasta cierto punto, no se le ha tomado la importancia necesaria, y erróneamente se han utilizado como sinónimos, pero, ¿a que se refiere cada una?, en lo que respecta a la integración, Marco Raúl (2011) menciona que, cuando se busca integrar a un sujeto que tiene dificultades de aprendizaje le genera inmediatamente la sensación de que está en el lugar equivocado, de que ese no es su espacio, de que no debería estar allí. Por eso, críticamente atrevámonos a decir que este es el lado perverso de la democratización del acceso, ya que no garantiza las condiciones para que los diferentes permanezcan en ella enriqueciendo esa escuela desde sus particularidades que dan forma a otras maneras de la multiculturalidad.
Paulo Freire (1977) menciona, como marginados, “seres fuera de” o “al margen de”, la solución para ellos sería la de que fuesen “integrados”, “incorporados” a la sociedad sana de donde “partirán” un día, renunciando, como tránsfugas, a una vida feliz. Para ellos la solución estaría en el hecho de dejar la condición de ser “seres fuera de” y asumir la de “seres dentro de”.
Sin embargo, los llamados marginados, que no son otros sino los oprimidos, jamás estuvieron fuera de. Siempre estuvieron dentro de. Dentro de la estructura que los transforma en “seres para otro”. Al hablar de integración dentro de la educación es tratar de una forma diferente a los actores involucrados pues no los consideraba parte de una totalidad, lo que se nos dice que al hablar de integración se tiene que aceptar que existen clasificaciones a las cuales se está o no integrado.
Por otro lado a lo que respecta a la inclusión, Marco Raul (2011) dice que, pensar en la inclusión por vía de la diferencia, de darle un tratamiento a la diferencia, redimensionada, convirtiéndola en un campo político en el cual es entendida como una experiencia cultural y comunitaria con prácticas sociales diferentes. Y en ese sentido, la escuela lo que hace es una negociación cultural y un diálogo de saberes permanente, interminable, para ella misma validar la riqueza de esas diferencias.
Simón Rodríguez, menciona que la educación es un acto revolucionario, porque significa invertir en prioridades y valores sociales, decía que hay que hacer escuelas en las escuelas, inventar la educación popular, que la escuela debe abrir y hacer fuerte los pensamientos de la vida de cualquier ser humano, enseñar a los alumnos a ser preguntones para que obedezcan a su razón, crear escuelas de pensamiento de conciencias, que ofrezcan las condiciones para llegar a una educación inclusiva.
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