ENSYAO, UNA VOZ SILENCIOSA

Una voz silenciosa

Un libro bastante intrigante; con sentimientos de impotencia, temor y frustración, es muy confuso, pero después sientes que entiendes lo que es “ella”. Nuestra historia empieza con el protagonista, no se sabe si es varón o mujer, pero empieza su narración explicándonos como se encuentra recostado en una cama, sus dedos rozando con el suelo. Juraba que se miraba como un muerto que lleva muchos años y ahí es cuando nos habla de “ella”, una criatura que lo atormenta. A pesar de que su campo de visión era limitado, logra ver destellos neón y figuras, que más tarde son consumidos por la oscuridad. Los sonidos no eran de mucha ayuda, le daban muchos escalofríos que intentaba convencerse de que era del viento, aunque él sabía que no era así. Intenta inclinarse para ver la ventana, pero solo logra observar la mitad de ventanal y una cortina que no se inmutaba, sabe que esos sonidos provenían cuando “ella” venia. Después se encuentra en completa oscuridad captando la presencia de su temor, intenta alejarse de ella sin conseguirlo, cierra y abre sus ojos tan rápido y siente la brisa del aire filtrarse y apartar la corina para ver la una parte del ventanal empañado. Vuelve a entrar corriente de aire más fuerte que logra ver todo el ventanal y horrorizado observar las siluetas de unas palmas que lentamente se marcaban, apartándolo lo empañado, sabía que ahora “ella” estaba ahí. Trata de ver una salida, intenta moverse, pero era caso perdido, su cuerpo no se movía por voluntad propia, estaba aterrado. Cierra los ojos e intenta imaginarse en otros escenarios, uno que no fuera ese, pero cualquier decisión que tomara traía de retorno, uno donde estaba siempre “ella”. No le queda de otra más que abrir nuevamente sus ojos y escuchar una delicadas pisadas, avanzando dese el ventanal hacia con él, su cuerpo se estremecía de siendo víctima de ataques de la ansiedad y espasmos no le queda más que derramar lágrima. Los pasos van hasta sus pies deteniéndose, lista para saltarle encima , en el momento en que ella pone sus manos encima de la sabana se rinde. Avanza su subiendo sobre el hasta que sus pechos se sincronizaban en el mismo nivel, una nueva corriente de aire entra sintiendo frio y temor, intenta voltearse a la derecha, pero sucede todo lo contrario. Se encontraba frente unas delgadas y hermosas clavículas y una piel pálida, las apreciaba sabiendo que a ella le gusta; era algo tan desagradable pero hipnótico. Pasando su mirada dese arriba hasta sus pechos, causando la risa lasciva de ella que finalmente lo abraza. Tiembla y se estremece, una sensación de horror lo llena, pero se siente en paz. Mientras se encontraba ella encima de él, lo empieza acariciar lentamente, sintiéndose presa del temor, pero al mismo tiempo de placer de la carne. Ella gemía, y sus caricias empiezan a subir a sus parpados hasta llegar a su cabello, donde decide quedarse, susurrándole. Atrapado en sus caricias y provocantes susurros se dejaba, comienza a sudar de excitación, trata de observarla, pero ella le le dice que no lo haga, acariciando sus labios sintiendo la mejor sensación.  Intenta hacerlo de nuevo, pero ella se lanza sobre el rápidamente y empieza susúrrale un sinfín de palabras profanas, clamándose; sin previo aviso le empieza morder la oreja. Cuando se aparta siente su sangre, su visión ahora ve el regazo del colchón, y nuevamente solo contempla oscuridad; el aire entra como si quisiera derribar el ventanal sintiendo el frio. Deseaba ser capaz de moverse por su propia cuenta, pero con ella encima le era imposible, sintiéndose asfixiado y un tanto reconfortado. De pronto lo abraza, tan cálidamente, logra ver pasando por sus pechos y cuello, un elegante mentón y más adelante, unos hermosos labios rojo carmesí, muriéndose por probarlos. Ella lleva sus manos encima de su espalda enterrando sus uñas fácilmente, riendo ante su acción. Voltea a verla viendo una perfecta nariz quedando quedando maravillado con tal rostro; la mujer comienza a surcar sus uñas en su espalda, ardía, pero era agradable. Mientras la misteriosa mujer se enfocaba en lo suyo, el solo pensaba en quitarle ese velo que impedía ver ese hermoso rostro, el rostro del arrepentimiento. Las uñas se vuelven garras destruyendo su suéter, atravesando su piel tan rápido que no le da tiempo a quejarse. para después colocar sus manos a lado contrario y rasgar su piel, el dolor era insoportable pero sus músculos no respondían, ella pasa sus manos llenas de sangre por su rostro acariciándolo, juega con sus entrañas salpicándole la sangre cuando de repente detiene sus movimientos. Cambia su tono de voz a una serio para después pronunciar unas intranquilas palabras, intenta levantarse de nuevo, pero se marea en el intento. Ella por último le repite que no puede verla, ya que sabe lo que pasaría, se esfumaría dejando solo la culpa y solo le queda llorar mientras ella lo acariciaba con mucha ternura . y así entre caricias hipócritas y palabras prohibidas lo único que desea es despertar.

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