Economia Politica

Las expansiones financieras de los ciclos de acumulación genoves y británico constituyeron los momentos culminante de las expansiones comerciales mundiales, una centrada en España, la otra en Gran Bretaña. En ambos ciclos, una fase de aceleración en la inversión de capital-dinero en la expansión del comercio mundial provocó una intensificación de la competencia intercapitalistá en la compraventa de mercancías, en un caso, prevaleció el encarecimiento de los precios de compra; en el otro, la caída de los precios de venta.

Fue tanto la causa como la consecuencia de la emergencia de oportunidades rentables en las actividades de intermediación financiera mundial; oportunidades que grupos selectos de banqueros mercantiles y de financieros, los nobili vecchi genoves, los rothschild; se hallaban en condiciones óptimas de aprovechar y rentabilizar. Al hacerlo, los líderes y los responsables de las expansiones financieras tendieron a aliviar temporalmente las presiones competitivas que deprimian la rentabilidad del capital, contribuyendo tanto a la transformación del fin de la expansión material en una época dorada, el estancamiento de la industria y la carestía sufrida por los trabajadores y otras clases son tan sólo síntomas y efectos secundarios. Resulta ocioso indicar que no había nada mágico en el restablecimiento de los beneficios por encima de un nivel más que razonable, y todavía menos, en la consiguiente rápida recuperación de la burguesía europea de finales del siglo XIX. Desde principios de la década de 1880, los gastos militares de las potencias europeas comenzaron a crecer de modo exponencial, incrementándose el total de los gastos conjuntos de la gran bretaña, francia, alemania, rusia, australia-hungría. Por un lado, el capital excedente encontro una nueva salida en creciente gama de actividades especulativas que prometian un acceso fácil y privilegiado a los activos e ingresos futuros de los gobiernos embarcados en la mencionada lucha conpetitiva, por otro lado a medida que el capital excedente abandona en cantidades cada ves mejores la actividades comerciales y productivas, y las empresa que no pudieron optaron por no abandonar estas actividades. A partir de 1880 en una mejora constantes de los términos de intercambio comercial de gran bretaña, que invirtió la tendencia ascendente de los cincuenta años anteriores, en resumen la gran depresión de 1873-1896 había sido ante todo una enfermedad de los hombres de negocios. Así igualmente la época dorada de 1896-1914.

Como todas las épocas doradas que han caracterizado las fases finales de los ciclos sistemicos de acumulación anterior, la época dorada fue unicamente para una minoría e, incluso para está minoría, no duro demasiado tiempo. En ambas situaciones, la reubicación masiva de capital excedente procedente de la industria en las finanzas género una prosperidad sí precedentes para la burguesía, en parte de expensas de

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