Ecuador y el naciente siglo XXI

Ecuador y el naciente siglo XXI

Era apenas un infante cuando mi país atravesaba la peor crisis de la historia, mi primer recuerdo de ello consiste en un anuncio publicitario que se proyectaba en todos los canales anunciando el cambio de sucres por dólares norteamericanos. Yo no comprendía lo que esto implicaba para el país, mi familia e incluso mi futuro.  

Todo esto sucedió en un pequeño sitio llamado Ecuador, que estaría marcado de por vida por un conjunto de sucesos comprendidos entre el año 1999 y 2000. Por supuesto, estos malaventurados acontecimientos fueron el resultado de una serie de malas decisiones políticas, corrupción de altos funcionarios y por supuesto, la desmedida ambición del sector más rico e influyente de la población.

Podríamos iniciar ubicándonos justo después de la Segunda Guerra Mundial, la coronación de EE.UU. como principal fuente económica a nivel mundial y por ende de su moneda: el dólar. Sin embargo es necesario dar un salto al 10 de agosto de 1998 con la ocupación del cargo de presidente de la república por Jamil Mahuad Witt (Miranda, 1999, p.81).

El inicio del régimen de Mahuad se caracterizó por un discurso potente y de carácter neoliberal en el que proclamaba ante todo el bienestar de los pobres, curioso compromiso el que afrontó ya que dos años después, el sector más vulnerable exigiría su renuncia (Báez , 2010,p.65).

Un mes y medio después de la posesión de Mahuad resurgieron los conflictos bélicos con el país vecino, Perú. La causa: los límites geográficos entre estas dos naciones. Ecuador sacrifico su territorio colonialmente establecido y cedió la soberanía, haciéndose aún más pequeño de lo que ya era (Prado, 1999, p.A2).

El gabinete de Mahuad estaba conformado para combatir una serie de crisis económicas, eso se pensaría ya que varios eran miembros destacados de la banca nacional, Guillermo Lasso del Banco de Guayaquil fue nombrado Gobernador del Guayas y posteriormente Ministro de Economía , Álvaro Guerrero del Banco la Previsora fue nombrado presidente del CONAM , que se encargaba de la privatización de bienes estatales ,Jorge Egas relacionado con el sector financiero del Guayas fue nombrado Superintendente de Bancos y Ana Lucia Armijos cursó por cargos en el Ministerio de Finanzas y fue presidenta de la junta monetaria , pero el resurgimiento económico del país no era la razón de la distribución de estos cargos ,sino el pago de favores concedidos al momento de su campaña electoral (Moreno,1999,pp. 10-19) . Este control del sector bancario sobre la nación se conocería popularmente como bancocracia (Báez , 2010,p.63).

La economía del país estaba fuertemente lesionada por una serie de fenómenos naturales como la corriente del Niño que asoló las costas ecuatorianas, la inestabilidad del mercado petróleo, el aumento excesivo de los precios y un colapso de los bancos generalizado, desde el Banco del Azuay hasta entidades como La Previsora, Filanbanco y El Progreso (Prado, 1999, p.A1).

La solvencia monetaria de todas estas entidades estaba en grave riesgo ya que tenían a su haber una gran cantidad de deudas, sin embargo la creación de la Agencia de Garantía de Depósitos obligaba al estado a hacerse responsable de las deudas económicas de los bancos. El estado y la banca debían funcionar de manera independiente sin embargo como ya mencionamos, los banqueros eran los ministros y los superintendentes (Salvador Lara,2009,p.604).

Y para rematar el valor del sucre se devaluaba cada día, pasando de 10.025 sucres por 1 dólar el 1 de Marzo de 1999 a 11.450 sucres por dólar en unas cuantas horas. El precio del sucre disminuía día a día y el gobierno adquiría más y más deudas. (Salvador Lara,2009,p.603).

La  solución a todo esto sería un lapso de 96 horas de congelamiento de las cuentas que iniciaría el 8 de Marzo de 1999 y que conoceríamos como feriado bancario (Salvador Lara,2009,p.603). Al abrirse nuevamente los bancos se notificó al pueblo que sus ahorros, sus jubilaciones y el esfuerzo de toda una vida, no se les devolvería.

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