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Edad Contemporanea


Enviado por   •  30 de Julio de 2013  •  2.476 Palabras (10 Páginas)  •  443 Visitas

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CORRIENTES SOCIOLOGICAS

POSITIVISMO

Agusto Comte (1798 – 1857)

Ubicación cronológica y representantes.

El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte (1798-1857), pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume (1711-1775), al filósofo francés Saint-Simon (1760-1825), y al filósofo alemán Immanuel Kant (1724- 1804).

El positivismo se integra en tradiciones culturales diferentes: en Francia se inserta en el interior del racionalismo

que va desde Descartes hasta la ilustración; en Inglaterra, se desarrolla sobre la tradición empirista y utilitaria, y se relaciona a continuación con la teoría darwinista de la evolución; en Alemania asume la forma de un rígido cientificismo y de un monismo materialista; en Italia, sus raíces se remontan al naturalismo renacentista, aunque sus frutos más notables -debido a la situación social de la nación ya unificada los brinda en el ámbito de la pedagogía y de la antropología criminal.

Características

1) A diferencia del idealismo, en el positivismo se reivindica el primado de la ciencia: sólo conocemos aquello que nos permite conocer las ciencias, y el único método de conocimiento es el propio de las ciencias naturales.

2) El método de las ciencias naturales (descubrimiento de las leyes causales y el control que éstas ejercen sobre los hechos) no sólo se aplica al estudio de la naturaleza sino también al estudio de la sociedad.

3) Por esto la sociología -entendida como la ciencia de aquellos «hechos naturales» constituidos por las relaciones humanas y sociales- es un resultado característico del programa filosófico positivista.

4) En el positivismo no sólo se da la afirmación de la unidad del método científico y de la primacía de dicho método como instrumento cognoscitivo, sino que se exalta la ciencia en cuanto único medio en condiciones de solucionar en el transcurso del tiempo todos los problemas humanos y sociales que hasta entonces habían atormentado a la humanidad.

5) Por consiguiente, la época del positivismo se caracteriza por un optimismo general, que surge de la certidumbre en un progreso imparable (concebido en ocasiones como resultado del ingenio y del trabajo humano, y en otros casos como algo necesario y automático) que avanza hacia condiciones de bienestar generalizado, en una sociedad pacífica y penetrada de solidaridad entre los hombres.

6) El hecho de que la ciencia sea propuesta por los positivistas como único fundamento sólido de la vida de los individuos y de la vida en común; el que se la considere como garantía absoluta del destino de progreso de la humanidad; el que el positivismo se pronuncie a favor de la divinidad del hecho: todo esto indujo a algunos especialistas a interpretar el positivismo como parte integrante de la mentalidad romántica.

7) La positividad de la ciencia lleva a que la mentalidad positivista combata las concepciones idealistas y espiritualistas de la realidad, concepciones que los positivistas acusaban de metafísicas.

8) La confianza en la ciencia y en la racionalidad humana, en definitiva, los rasgos ilustrados del positivismo, indujeron a algunos marxistas a considerar que la acostumbrada interpretación marxista -según la cual el positivismo no es más que la ideología de la burguesía en la segunda mitad del siglo XIX- es insuficiente y, en cualquier caso, posee un carácter reductivo.

SEMBLANZA DE AUGUSTO COMTE

Isidoro Augusto María Francisco Javier Comte nació en Montpellier – Francia en 1798. En 1814 ingresa en la elitista Escuela Politécnica, de la que será expulsado en 1816, acusado de republicanismo e indisciplina. En esta época comienza a estudiar a los pensadores del siglo XVIII y conoce a Saint-Simon, para el que trabaja como secretario desde 1818, hecho que le permitió publicar artículos en diversas revistas: La Politique, L’Industrie, L’Organisateur.

La colaboración entre estos dos autores se irá deteriorando hasta su definitiva ruptura en 1822, fecha que inicia las dos etapas fundamentales del pensamiento de A. Comte:

La primera (1826-1845), de un marcado carácter positivista, queda sintetizada en sus dos grandes obras: Curso de filosofía positiva (1830-1842) y el Discurso sobre el espíritu positivo (1844), escrito que apareció como introducción preliminar al Tratado filosófico de astronomía popular.

La segunda etapa del pensamiento de Comte viene marcada por un hecho personal que le afectó hondamente: la muerte en 1846 de Clotilde de Vaux, a quien conoció en 1845 y de la que estaba profundamente enamorado. A partir de entonces el pensamiento de Comte se tiñe de un carácter romántico y místico que derivará hacia posturas cada vez más conservadoras, convirtiendo el positivismo en una religión de la que él se autoproclama Sumo

Sacerdote. De esta época datan sus obras Sistema de política positiva (1851-1854), Catecismo positivista (1852) y el primer volumen de Síntesis subjetiva (1856), obra que quedó incompleta debido a su muerte, acaecida el 5 de septiembre de 1857.

El pensamiento de A. Comte.

La filosofía de Comte entronca con la revuelta moderna contra los antiguos que inició Francis Bacon y extendió L’enciclopédie francesa y que consistió, a grandes rasgos, en la asunción de la razón y la ciencia como únicas guías de la humanidad capaces de instaurar el orden social sin apelar a oscurantismos teológicos o metafísicos. La evidente intención de reforma social de su filosofía se adhiere, sin embargo, a una postura conservadora y contrarrevolucionaria en claro enfrentamiento con las propuestas ilustradas de Voltaire y Rousseau. Tomando como trasfondo la Revolución Francesa, Comte acusa a estos dos autores de generar utopías metafísicas irresponsables e incapaces de otorgar un orden social y moral a la humanidad. Los problemas sociales y morales han de ser analizados desde una perspectiva científica positiva que se fundamente en la observación empírica de los fenómenos y que permita descubrir y explicar el comportamiento de las cosas en términos de leyes universales susceptibles de ser utilizadas en provecho de la humanidad.

Comte afirma que únicamente la ciencia positiva o positivismo podrá hallar las leyes que gobiernan no sólo la naturaleza, sino nuestra propia historia social, entendida como la sucesión y el progreso de determinados momentos históricos llamados estados sociales.

La ley de los tres estados y la idea de progreso

La humanidad en su conjunto y el individuo como parte constitutiva, está determinado a pasar por tres estados sociales diferentes que se corresponden con distintos grados de desarrollo intelectual: el estado

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