El Abogado Como Actor Social
Enviado por bhdc • 4 de Febrero de 2014 • 3.469 Palabras (14 Páginas) • 725 Visitas
EL ABOGADO COMO ACTOR SOCIAL
1. INFLUENCIA DEL ABOGADO
Bien hemos podido observar, con el paso de los años, el Lic. En derecho, mejor conocido como “abogado”, ha venido representando un papel muy importante en la sociedad, no tan solo en lo que le compete como uno podría pensar, como lo es la preservación de: la vida, la honra y la fortuna de sus clientes. También podemos observar que la competencia que este tiene, no se limita de manera estricta, sino amplia, su competencia abarca desde el litigio, hasta el mismo control de la sociedad, todo esto lo hace dependiendo los rangos que le competan y entre mayor jerarquía tenga dicho rango, mayor influencia tendrá éste en la sociedad. Todo esto lo habrá de realizar como autoridad para hacer valer las normas jurídicas que se nos han dictado, contaremos con la coercibilidad y la bilateralidad para hacer valer dicha autoridad, en el supuesto de que nosotros fuésemos dicha autoridad.
A través de dichas herramientas, se tratará de preservar el orden social que tanto se ha buscado a lo largo de la historia, y aquí es importante hacer énfasis en el abogado, teniendo en cuenta que al paso de los años, al ser un experto en la materia de derecho, este ha venido siendo una pieza esencial para la sociedad, como todos los profesionistas, con la pequeña diferencia, de que el Lic. En derecho, obtiene todos los conocimientos a través de un marco teórico para que después este lo lleve a la práctica, todo lo que se dicta en forma de leyes, tiene una gran influencia moral, influencia que en su mayoría de las veces, ha sido quienes nos ha ayudado tanto a nuestras normas sociales, como las jurídicas. Al ser una base, podemos apreciar que no se trata más que de una recopilación de los actos humanos y los actos del hombre, actos que realiza el ser humano, ya sea con conciencia (actos humanos) o sin ella (actos del hombre), tienen un efecto jurídico, convirtiéndose en una acción o acto jurídico. Es por eso la importancia de relacionar la moral con los dos tipos de actos, ya que nadie está exento a cometer un delito, y peor aún cuando nos nuestras autoridades también son entes, que pueden cometer un error en cualquier momento. Ellos como autoridad serías los que estarían cometiendo el error, y el abogado quien se encargaría de hacer cumplir las leyes y darle la sanción que se llegara a mereces. Es tanta la importancia del abogado en nuestra sociedad, que más de importancia, debemos ver la influencia que tiene sobre ella, como lo he venido mencionando, desde el momento en el que le toca defender a un cliente, hasta el momento en el que le toca ejecutar una sanción, sea cual sea el caso, en ambos no se puede dejar guiar por su pensar, debe de verlo desde el punto ético, si actúa con la ética que amerita la situación, nos quiere decir que la sanción será puesta de acuerdo a las leyes y no solamente al sentir de la autoridad, pero claro, todo esto tendrá una fuerte influencia moral, ética y sobre todo en los valores de la persona. Sin anteponer los interés de una minoría como suele pasar en la oligarquía política, y ver no por los intereses, sino por el bienestar social. Para la toma de todas estas acciones, debemos tener presente perfectamente la teoría de la ética, como lo es la deontología, como teoría del ser.
2. DEONTOLOGÍA
Aristóteles nos expone, que lo bueno, es todo aquello que es natural, aunque no podemos definir en realidad la existencia de “lo natural”, es por ello que Kant nos propone un modelo de ética universal, modelo que no se puede adecuar a todos en general, debido a que la ética no es una cuestión de normas universales, se trata de algo ligado a lo moral, actos morales que no solo repercutirán o tendrán un efecto jurídico en caso de violar las normas, sino que también tendrán peso en el sentir emocional, y al hablarnos Kant de que la ética de ser seguida al pie de la letra, se olvida completamente de la felicidad humana, como refiere la lectura, ya que en ocasiones sino es que es siempre, los actos, sean jurídicos o no jurídicos, tendrán un efecto en nuestro sentimiento de felicidad. Todo esto son una serie de teorías que a más adelante las contrastaré con otras y es importante en esta parte, analizar la importancia de la deontología, su aplicación en la vida profesional, ya que si cada individuo actuara de la manera que más le pareciera cómoda, sin un previo conocimiento moral o una reflexión ética y sus acciones fueran influenciadas por la sociedad actual, tengan por seguro que el profesionista nos estaría brindando un trabajo de pésima calidad. Algo preocupante, no solo por lo que se ha venido hecho mención del abogado como autoridad, sino de que también debemos de tomar en cuenta, todos aquellos profesionistas que son una gran base de la sociedad y de la vida humana, como lo son los casos de los médicos, debiendo prestar servicios siempre, sin importar un sentimiento de cólera con el paciente de por medio, o hasta el hecho de no tener ganas de realizar el trabajo, es su obligación ética. O en el caso del periodista, que debe de informar a la población de todos aquellos acontecimientos trascendentes para la sociedad, todo esto con la veracidad y objetividad debida. Todos estos son unos ejemplos de la importancia de la deontología en general.
Visto lo anterior y con base a lo siguiente “Con el transcurso del tiempo, las pautas que fueron externas se internalizan, se transforman en inconscientes y siguen siendo operantes.” Genero la siguiente hipótesis: El humano atraviesa 3 etapas en su vida, infancia, adultez y vejez. Una de las etapas que tiene gran influencia a nuestro desarrollo ético es en la infancia, donde como menciona la cita que acabo de hacer, las pautas que realizamos de manera externa y de manera racional, en su mayoría, con el pasar del tiempo, dichas pautas se internalizan y pasan a ser actos inconscientes aún operantes, dichas pautas en su momento, por lo general no tienen ninguna repercusión jurídica, dado el contexto en el que se encuentra el individuo, como lo es la infancia, y más porque dichas acciones, por lo general no tienen un fin malicioso, son simplemente actos de rutina que por lo general son creadas por la sociedad, pautas que es indispensable que sean marcadas por los padres para que sus hijos no tengan conductas consideradas “antisociales” a futuro. Desarrollada la hipótesis anterior, entendemos que en la infancia automatizamos nuestras pautas de conducta y con la racionalidad que vamos generando al pasar del tiempo, podemos diferenciar de lo bueno y lo malo, y en nuestra adultez, ya habremos formado ampliamente una serie de valores que nos constituirán como personas, valores que han de ser estudiados por la axiología. Aquí lo que nos interesa es relacionar todo lo anterior, la deontología y axiología, ambas en el caso del
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