El Desarrollo Como Problema Político.

El desarrollo como problema político.

El régimen autocrático, además de contribuir al rápido desarrollo económico del país provoco la hostilidad política de ciertos sectores de la población. Se hacía hincapié en la iniciativa privada y en la restricción del control político de la economía, por el contrario, la industrialización tardía de ciertos países implica, por regla general, un grado bastante alto de iniciativa política, Japón y Alemania son pues tempranos ejemplos de esta difusión del desarrollo, también ofrece testimonio importante de la iniciativa política. El gobierno y las ideas políticas fueron considerados factores fundamentales para el desarrollo del país.

“Es fácil controlar los sentimientos populares de una sola idea, pero no tanto controlar la opinión publica de toda una nación. Además es fácil modificar las condiciones imperantes en un país, pero difícil alterar las tendencias mundiales”.

En este momento la obligación del gobierno es seguir una política conciliatoria y acomodarse a estas tendencias, para que podamos controlar esta situación sin intensificarla, y disminuir nuestro poder de gobierno sin renunciar a él.

Entre nosotros los partidos no son tantas formaciones de políticos, sino de grupos económicos y sociales o religiosos. Esto se vincula con el hecho de que nuestros organismos representativos reflejan solamente la vida de la sociedad burguesa, en contraste con la escultura específicamente política.

Los dos países citados presentan interesantes similitudes y diferencias. En ambos se concibe al gobierno como la indispensable << polea de equilibrio>> entre las fuerzas antagónicas que amenazan la estabilidad del país. Pero de estas conocidas semejanzas, se ponen de manifiesto muchos contrastes.

En primer término, tenemos la diferencia entre el contacto establecido con las ideas occidentales de Japón luego de 250 años de aislamiento, y el caso de Alemania, que fue durante toda su historia semillero y receptáculo de tales ideas. En segundo término, la debilidad militar de Japón en la época de la Restauración era tan manifiesta que toda tentativa de fortalecimiento rápido he inmediato de las fuerzas armadas carecía de realismo y estaba condenada al fracaso. Japón se vio beneficiado por el hecho de que la revolución industrial era el prerrequisito para la futura reorganización militar, Alemania se hallaba en la situación opuesta. Algunos de los primeros intentos oficiales de promover la industria se vincularon directamente con cuestiones de índole militar. En tercer lugar, la forma realista que Ito alude a los grandes cambios generados por el gobierno de la Restauración: la abolición del sistema han, el establecimiento de la conscripción universal, que equivale a la desmilitarización definitiva de los samuráis y la confiscación de las propiedades y eliminación de los estipendios de varios centenares de miles de samuráis.

Consecuencias teóricas.

Es fácil ver todos los cambios ocurridos en el pasado como inevitables. Se atribuía el notorio éxito del cambio social dirigido de Japón a su largo aislamiento, homogeneidad cultural y difundida aceptación de la jerarquía política y del progreso nacional.

Este enfoque pasa por alto el precario equilibrio de la toma de decisiones, sustituyéndole por cierto concepto de equilibrio atribuido a la sociedad como sistema.

Los

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