El Empleo En El Salvador

El Salvador ha sido tradicionalmente conocido como “un país de trabajadores” Sin embargo, la situación actual en lo que respecta a empleo es muy deplorable. Si bien es cierto aún existen muchas personas que entran bajo este estereotipo cultural, trabajan en condiciones de inestabilidad y sin garantías sociales adecuadas, si es que cuentan con ellas.

La economía del país necesita de apuestas estratégicas en donde todas las instituciones, ya sean públicas y privadas, se integren oportunamente para encaminarla positivamente. Tomando lo anterior es posible crear un ambiente de certidumbre en los ciudadanos y así ellos puedan desenvolverse y aportar sus funciones canalizadas estrictamente para la generación de ingresos que finalmente nos conviertan en un referente regional en el comercio.

Es prudente la inversión en la educación integral de los salvadoreños, por parte del gobierno, para inculcarles valores propios como el respeto, la cultura, la criticidad, etc.

Incluido en la formación de toda persona debe de contarse también con una facilitación hacia sus implementos de aprendizaje y programas con talleres que los apoyen en la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos. Este esfuerzo no debe quedar únicamente de una sola parte, la empresa privada debe incentivar esto con la apertura de plazas con oportunidades de superación y no simplemente como una fuente de obtención de dinero, ya que el trabajo dignifica no por el hecho de adquirir honradamente los ingresos periódicos, sino que también porque brinda una manera de ganarse la vida con el entusiasmo de desempeñarse en lo que mejor se sabe hacer para el alcance de metas establecidas a futuro.

Por diversos motivos no se puede alcanzar un diálogo social en donde cada quien aporte y exponga lo que le corresponde, y existen casos en los cuales gente que logra superar las adversidades que representa vivir en un país tercermundista y sobresale de entre los demás pero su esfuerzo no se ve recompensado adecuadamente.

El panorama no es muy alentador para los jóvenes que finalizan sus estudios universitarios, ya que se ven afectados por el subempleo, que los orilla a desempeñarse en el primer lugar donde se les brinde una opción para subsistir económicamente, dejando de lado el desarrollo de sus capacidades especializadas adquirida durante años de formación académica.

El problema radica básicamente en el conformismo presente en la mentalidad de algunos, que no aspiran a un éxito personal, es decir, aquella vida plena en la que cuenten con un balance de ocupación de su tiempo y cobertura en sus necesidades. Entre la plenitud de la persona se ve inmerso el salario que estas ganan, debe ser digno para vivir y no para sobrevivir, en algunas ocasiones parece que un asalariado se ve incidido por un sistema feudalista de explotación y supresión de sus derechos laborales aprovechándose de la ignorancia o necesidad de los empleados.

Las garantías varían según la oferta y la demanda de trabajadores y como estos se interrelacionan para aportar confiabilidad en el mercado laboral y tener una transparencia que permita aplicar un método en donde ambas partes estén conformes y asuman responsabilidades compartidas.

Conforme a lo que se garantiza en la constitución de la república hay mucho trecho por recorrer para alcanzar el ideal de trabajo y seguridad social expuesto en su capítulo 2, pero no podemos achacar culpas únicamente al sector gubernamental, también es de suma importancia que reflexionemos sobre el papel que nosotros como ciudadanos tomamos con respecto al empleo.

Los que han empañado la imagen de salvadoreños como luchadores han sido muchos y a través de diferentes formas,

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