El Espiritu De Las Leyes - Montesquieu
Enviado por Pxcko • 8 de Septiembre de 2013 • 2.908 Palabras (12 Páginas) • 754 Visitas
El hombre, como ser físico, es, como los demás cuerpos, gobernado por leyes
invariables, como ser inteligente, viola sin cesar las leyes que Dios ha establecido
y cambia las que él mismo estableció.
CAPITULO II
DE LAS LEYES DE LA NATURALEZA
El hombre, en el estado natural, no tendría conocimientos, pero
sí la facultad de conocer.
Hobbes pregunta por qué los hombres van siempre armados, si su estado natural
no es el de guerra; y por qué tienen llaves para cerrar su casa. Pero esto es
atribuirles a los hombres en estado primitivo lo que no pudo suceder hasta que
vivieron en sociedad, que fue lo que les dio motivo para atacar y para defenderse.
Al sentimiento de su debilidad unía el hombre el sentimiento de sus necesidades;
de aquí otra ley natural, que le impulsaba a buscar sus alimentos.
CAPITULO III
DE LAS LEYES POSITIVAS
Considerados como habitantes de un planeta que, por ser tan grande,
supone la necesidad de que haya diferente pueblos, tienen leyes que regulan las
relaciones de esos pueblos entre sí: es lo que llamamos el Derecho de gentes.
Considerados como individuos de una sociedad que debe ser mantenida, tienen
leyes, que establecen las relaciones entre los gobernantes y los gobernados: es el
Derecho Político. Y para regular también las relaciones de todos los ciudadanos,
uno con otros, tienen otras leyes: las que constituyen el llamado Derecho Civil.
Montesquieu no teme confesar que la lucha,
el estado de guerra, comienza para el hombre desde que se constituye en sociedad.
Pero esta verdad tan desconsoladora, de la que Hobbes había abusado para celebrar la
calma del despotismo, y Rousseau para alabar la independencia de la vida salvaje, el
verdadero filósofo deduce la necesidad saludable de las leyes, que son un armisticio
entre los Estados y un tratado de paz entre los ciudadanos
Además del derecho de gentes, que concierne a todas las sociedades, hay un
derecho político para cada una. Sin un gobierno es imposible que subsista
ninguna sociedad. "La reunión de todas las fuerzas particulares, dice muy bien Gravina, forma lo que se llama el Estado Político".
Las fuerzas particulares no pueden reunirse como antes no se reúnan todas las
voluntades. "La reunión de estas voluntades, ha dicho Gravina con igual acierto,
es lo que se llama el Estado Civil".
La ley, en general, es la razón humana en cuanto se aplica al gobierno de todos
los pueblos de la Tierra; y las leyes políticas y civiles de cada nación no deben ser
otra cosa sino casos particulares en que se aplica la misma razón humana.
Espíritu que consiste en las
relaciones que puedan tener las leyes con diversas cosas, he de seguir, más bien
que el orden natural de las leyes, el de sus relaciones y el de aquellas cosas.
LIBRO SEGUNDO
DE LAS LEYES QUE SE DERIVAN DIRECTAMENTE DE LA
NATURALEZA DEL GOBIERNO
CAPITULO PRIMERO
DE LA INDOLE DE LOS TRES DISTINTOS GOBIERNOS
Hay tres especies de gobiernos: el Republicano, el Monárquico y el Despótico.
Para distinguirlos, basta la idea de que ellos tienen las personas menos instruidas.
Supongamos tres definiciones, mejor dicho, tres hechos: uno que "el gobierno
republicano es aquel en que el pueblo, o una parte del pueblo, tiene el poder
soberano; otro, que el gobierno monárquico es aquel en que uno solo gobierna,
pero con sujeción a leyes fijas y preestablecidas; y por último, que en el gobierno
despótico, el poder también está en uno solo, pero sin ley ni regla, pues gobierna
el soberano según su voluntad y sus caprichos".
CAPITULO II
DEL GOBIERNO REPUBLICANO Y DE LAS LEYES RELATIVAS A LA
DEMOCRACIA
Cuando en la república, el poder soberano reside en el pueblo entero, es una
democracia. Cuando el poder soberano está en manos de una parte del pueblo,
es una aristocracia.
El pueblo, en la democracia, es en ciertos conceptos el monarca; en otros
conceptos es el súbdito.
CAPITULO III
DE LAS LEYES RELATIVAS A LA INDOLE DE LA
ARISTOCRACIA
Una aristocracia es tanto más perfecta cuanto más se asemeje a una democracia y tanto más imperfecta cuanto más se parezca a una monarquía.
La más imperfecta de las aristocracias es aquella en que la parte del pueblo
privada de participación en el poder vive en la servidumbre, como la aristocracia
de Polonia, donde los campesinos son esclavos de la nobleza.
CAPITULO IV
DE LAS LEYES EN SUS RELACIONES CON LA INDOLE
DEL GOBIERNO MONARQUICO
Los poderes inmediatos, subordinados y dependientes constituyen la naturaleza
del gobierno monárquico, es decir, de aquel en que gobierna uno solo por leyes
fundamentales. He dicho poderes intermediarios, subordinados y dependientes;
en efecto, en la monarquía, el príncipe es la fuente de todo poder político y civil;
las leyes fundamentales suponen forzosamente canales intermedios por los
cuales corre todo el poder del príncipe. Si no hubiera en el Estado más que la
voluntad momentánea y caprichosa de uno solo, no habría nada estable, nada fijo,
y por consiguiente no existiría ninguna ley fundamental.
En los Estados despóticos, ni hay leyes fundamentales ni depositarios de las
leyes. De eso procede el que en tales países la religión influya tanto; en una
especie de depósito y una permanencia. Y cuando no la religión, se veneran las
costumbres en lugar de las leyes.
LIBRO TERCERO
DE LOS PRINCIPIOS DE LOS TRES GOBIERNOS
CAPITULO PRIMERO
DIFERENCIA ENTRE LA NATURALEZA
DEL GOBIERNO Y LA DE SU PRINCIPIO
Hay esta diferencia (1) entre la naturaleza del gobierno y su principio: que su
naturaleza es lo que le hace ser y su principio lo que le hace obrar. La primera es
su estructura particular; el segundo las pasiones humanas que lo mueven.
Ahora bien, las leyes no han de ser menos relativas al principio de cada gobierno
que a su naturaleza. Importa pues buscar cuál es ese principio.
CAPITULO II
DEL PRINCIPIO DE LOS DIVERSOS GOBIERNOS
Ya he dicho que la naturaleza del gobierno republicano es, que el pueblo en
cuerpo, o bien ciertas familias, tengan el poder supremo; y que la del gobierno
monárquico es, que el príncipe tenga el supremo poder, pero ejerciéndolo
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