El Mejor Trabajo En Equipo

Título:

El mejor trabajo en equipo.

Introducción:

Es de suma importancia saber el contexto histórico de cada nación, no solo para conocer su cultura, sino también para saber su cosmovisión. En este caso, en Japón la interdependencia de las actividades, el trabajo en equipo, los consensos, la familia y la identidad de grupo fueron y son aspectos característicos desde épocas de antaño. Así también se ven a los sistemas de trabajo, a la lealtad grupal e individual, el pensamiento estratégico y el liderazgo desde una perspectiva militarizada como búsqueda de una meta global. En el caso totalmente extremo de México, la mayoría de lo anterior nunca se contempló hasta la entrada de la globalización. Revisando la historia, se sabe que muchos de los grupos indígenas buscaban el bien común por medio de métodos similares a los japoneses. Si se toma en cuenta la teoría de que los indios provienen de los mongoles, no estaríamos muy lejos de pensar que desde antes de la colonización manejaron los indios aspectos meramente asiáticos como los ya mencionados.

En el México actual (gracias a la colonización) la cosmovisión general ha cambiado y ha sido perseguir las metas individuales gracias a la introducción de formas y métodos occidentales. Es por esto, que lo individual siempre está por encima de lo colectivo, dejando de lado las mejores formas o métodos para el desarrollo de este último.

Desarrollo:

Después de atravesar un túnel verde, la belleza de la hacienda Santa Rosa de Lima, ahora transformada en hotel de lujo, da la bienvenida a los visitantes como una joya que sorprende por su colorido y majestuosidad en medio de la vegetación.

A unos metros de la hacienda Santa Rosa, en la comisaría del mismo nombre, municipio de Maxcanú, funcionan cinco talleres: bordado a mano, filigrana, henequén, tapetes y urdido de hamacas, que forman la cooperativa "Kichpan Coole (Mujer bonita)".

Cerca del lugar hay también un huerto comunitario.

En la comunidad de Santo Domingo, cercana a Santa Rosa, hay otro taller que se dedica a la producción de sal gourmet.

La población es motor de sus propios proyectos de bienestar bajo la guía de la Fundación Haciendas del Mundo Maya, que se creó en 2002 a raíz del desolador panorama que dejó el paso del huracán "Isidoro" por la Península de Yucatán.

La asociación, sin fines de lucro, impulsa en las comunidades rurales un desarrollo microrregional sostenible que eleve la calidad y las condiciones de vida de sus habitantes mediante propuestas culturales y turísticas.

Mili Patricia Baas Noh, presidenta de la cooperativa, tomó un curso en la Comisión de los Pueblos Indígenas (CDI) para aprender a trabajar en equipo. Abandonó la escuela secundaria porque no le gusta estudiar; prefiere crear y transformar sus ideas. Al principio un maestro capacitó a las integrantes del taller para que aprendieran a hacer joyas con la calidad que se requiere; después una diseñadora creó una línea de joyería, pero ellas también han propuesto modelos.

Sentadas a las puertas del taller, tejiendo fibra de henequén, 23 mujeres reciben a los visitantes mientras de sus manos escapan tortilleros, portavasos, individuales, paneras, llaveros y muñecas, entre otros artículos.

Las creaciones pueden hacerse en color crudo, aunque algunas están pintadas con fibras naturales. Con tzalam pintan de rojo; con moras, el amarillo; con moras y óxido de latas, el verde, y con sabacché, el naranja.

Pintar la fibra es el primer paso del proceso; si el cliente pide un artículo en particular con un color especial, primero se pinta la fibra de ese tono, después se peina y por último se costura elaborando lo que se desee.

En el taller de bordado a mano todo es laboriosidad: 13 mujeres confeccionan en punto de cruz prendas de vestir. Hoy el esfuerzo se enfoca en reunir recursos para comprar un vehículo y trasladar su mercancía a la concentradora, en Mérida.

Las mujeres, quienes elaboran blusas, mantelería, individuales, pañales, chalinas, hipiles -y ahora hacen blusas tipo hipil- aseguran que no le tienen miedo al trabajo. Aceptan encargos y también colaboran con diseñadores que les hacen pedidos especiales de otro tipo de prendas. En promedio tardan un mes en hacer una blusa bordada a mano, que entregan completamente terminada.

Ernesto Ku Noh cumplirá 78 años y urde hamacas desde los 17. Este oficio fue herencia de su padre, de quien aprendió mientras lo veía trabajar en su casa. Desde muy joven Ernesto trabajaba en la milpa, urdía hamacas y hacía otro tipo de oficios para completar el gasto familiar. Incansable, también tiene abejas... le gusta trabajar porque dice que de esta manera se relaja.

En el taller de hamacas hay cinco mujeres y dos varones. Como buen maestro de su oficio, Ernesto incluso capacitó a algunas de sus compañeras en el urdido de hamacas.

"No urdimos hamacas de colores porque no se venden, la mayoría son de color crudo", explica. En promedio tardan 12 días en hacer una hamaca matrimonial.

Aunque en un principio varios de los maridos se oponían a la participación de las mujeres en los talleres, hoy día esa idea ha cambiado; muchos incluso ayudan a sus esposas en la elaboración de sus artículos.

Algunos acuden al monte a buscar la fibra de henequén y otros colaboran con el deshilado previo al bordado de las prendas.

Sal gourmet

Santo Domingo es una comunidad ubicada a 10 minutos de Santa Rosa de Lima; en ese lugar 12 mujeres producen diferentes variedades de sal gourmet como parte del proyecto más reciente de la Fundación Haciendas del Mundo Maya.

La sal se cosecha en Celestún y se comercializará como un producto 100% natural. Para obtener este condimento únicamente se seca; el proceso es artesanal, lo que le da un mayor valor en el mercado.

Las variedades de sal gourmet son espuma de sal, naranja, de escarcha y para spa, a la que se añade esencia. También está en proceso de elaboración la sal rosa. Un frasco de este condimento puede costar hasta $300.

Las mujeres trabajan arduamente, pues ya tienen un pedido de WalMart de 7,500 frascos, según informan.

La Fundación Haciendas del Mundo Maya trabaja en las áreas de vivienda, proyectos productivos, medio ambiente, educación, salud y desarrollo humano.

Fomenta oportunidades y desarrollo sustentable para los habitantes de 16 comunidades de la Península.

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