El Problema No Es El Lucro: ¡es El Mercado!
Enviado por Barbie008 • 26 de Octubre de 2013 • 1.065 Palabras (5 Páginas) • 460 Visitas
Con la instauración del neoliberalismo como modelo de desarrollo en Chile, en el cual el Estado no es el propietario de los medios de producción, sino que éstos quedan en manos de los privados, ha provocado (entre tantas situaciones más) la privatización de bienes públicos. Entre estos bienes públicos podemos hallar uno de gran importancia, la educación. La creciente privatización de la educación superior produce con ello la presencia del mercado como ente regulador, lo que difiere con el antiguo sentido de la educación superior pública que buscaba en primera instancia la universalización y gratuidad de la prestación. De este modo, se logra distinguir un sentido de educación superior tanto a nivel privado como a nivel público.
Actualmente, el tema de la educación universitaria en Chile está en la palestra, debido a una serie de situaciones consideradas injustas para los estudiantes, ya sea por los altos aranceles, desigualdad de oportunidades, calidad de educación, en fin. Bajo esta lógica, el objetivo de este ensayo es sólo mostrar y aplicar el instrumental económico con un enfoque hacia cómo ha sido este sistema de educación universitaria intervenido por el mercado aplicado a ciertos puntos, vale decir, en un análisis positivo y no en ahondar en temas más profundos y específicos, críticas o propuestas de cómo regular este “mercado” ya que significarían análisis de tipo normativo que se saldrían del contexto económico y una extensión mayor.
Bajo la premisa de que el costo de la educación universitaria chilena es el más alto del mundo1 ¿Realmente existe competencia entre las universidades?
Según la teoría del mercado, altos precios desincentivan la demanda. Sin embargo, en Chile el ingreso a las universidades ha incrementado con el paso del tiempo. Se estima que el ingreso ha aumentado casi al 7% anual durante la última década. De esta forma, ya para el año 2010 la matrícula nueva alcanza un total de 151.586 estudiantes, lo cual es significativamente mayor en comparación a los años 90’ que oscilaban entre 40.000-80.000 matriculados2 . Según Meller (académico de la U. de Chile), los incentivos de las familias por demandar matrículas es por la alta tasa de retorno de la educación universitaria y la gran expansión del crédito universitario.
Por otro lado, en el año 1980 en Chile existían sólo ocho universidades3. Con la creciente privatización y la alta demanda por matrículas (deseo) el sector privado cumplió el rol de aumentar la cobertura. Es por esto que actualmente existe un total de sesenta oferentes en este mercado de las universidades, número suficiente (mercado amplio) que ofrecen “productos” similares (en este caso, el servicio de educación) pero no idénticos y que compiten por los mismos consumidores, vale decir los alumnos que deseen ingresar a la universidad.
En dicha situación, es correcto afirmar que las universidades no compiten vía precio, puesto que las familias aún con altos aranceles pagan o se endeudan para que sus hijos estudien. Es por esto que la competencia se basa en la diferenciación del “producto” (educación), destacando como principales propuestas de valor el prestigio-excelencia académica y accesibilidad.
Bajo esta lógica, no es ajeno ver cada cierto tiempo rankings de las mejores universidades chilenas basadas en algún criterio de evaluación (puede ser calidad de alumnos, calidad de docentes, acreditación, investigación, o un mix
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