El Trienio Adeco De Arráiz Lucca
Enviado por Patri26 • 14 de Agosto de 2011 • 761 Palabras (4 Páginas) • 895 Visitas
El más reciente libro de Rafael Arráiz Lucca (1959), El “trienio adeco” (1945-1948) y las conquistas de la ciudadanía (Alfa, 2011), aborda un complejo tema histórico, que no ha dejado de ser un tema político de actualidad, debido a su naturaleza y a sus consecuencias, y porque para algunos articulistas y observadores el gobierno de aquellos días guarda similitudes con el actual régimen chavista.
La ruptura con la herencia gomecista, que administraba el general Isaías Medina Angarita para el 18 de octubre de 1945 –fecha inaugural del “trienio adeco”– y que protagonizaron los militares Carlos Delgado Chalbaud y Marcos Pérez Jiménez, a quienes se unió el partido Acción Democrática, todavía es motivo de análisis antihistórico. Es decir, todavía se repiten frases como “¿qué hubiera pasado si a Medina no lo tumban?”, para subrayar la supuesta necesidad no satisfecha o la superioridad de una evolución dirigida desde el poder (el general López Contreras, gobernante (1935-1941) después de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez, fue el autor de la consigna “Democracia evolucionista”). Interrogantes de tal tipo son antihistóricas porque la historia no puede ser pensada o analizada haciendo desaparecer algún factor de los diversos que concurrieron para que algo pasara.
En el caso del golpe contra Medina, no se podría decir que sólo fue producto de la ambición de los oficiales que se alzaron o que fue una simple reacción ante la preeminencia de los oficiales no formados en la Academia o un reclamo extremo por justas reivindicaciones salariales. Fue todo eso y mucho más. La historia es un rompecabezas donde cada pieza es necesaria. No se puede sacar una y cambiarla por otra que nos complazca. Por ejemplo, si el mayor Pérez Jiménez no hubiese regresado del Perú en 1945, lo más prudente sería decir que no sabemos qué hubiera pasado. No se puede asegurar que AD, de todas maneras, se habría sumado a una rebelión militar ni que ésta hubiera ocurrido de cualquier forma. Tampoco se podría decir que los militares todos hubiesen acatado la decisión de Medina de nombrar a su sucesor, Ángel Biaggini, después del descarte (por repentina enfermedad) del nombre más o menos consensuado de Diógenes Escalante.
Todos esos son ejercicios más o menos divertidos pero, al fin y cabo, superfluos. La historia es la que es, es decir: la que ha sido. Arráiz Lucca en este libro se esfuerza por mantenerse en esa línea: contarnos lo que sucedió y trata de explicárnoslo. Pero, por instantes, no puede dejar de hacer referencia a lo que pasó después y, a veces, a lo que está pasando hoy. (A más de sesenta años del golpe del 24 de noviembre de 1948, cuando fue liquidado el primer gobierno democrático elegido por el voto popular, universal, directo y secreto, fin del “trienio adeco”).
El libro de Arráiz es un útil y muy completo recorrido por
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