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El consumismo, la base de la sociedad


Enviado por   •  6 de Marzo de 2018  •  Ensayo  •  1.097 Palabras (5 Páginas)  •  224 Visitas

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El consumismo, la base de la sociedad

Hace unos días me encontré en una situación muy peculiar, allí estaba yo, esperando pacientemente en una línea de más de 40 personas para adquirir el novedoso IPhone 5. Este modelo representa lo último del mercado, unos meses atrás estaba leyendo las reseñas online y sus cualidades, esto me dejó atónito. La maquinaria publicitaria de Apple me presentó este nuevo producto más como una inversión que como una compra y sentí que simplemente tenía que comprarlo. Transcurrieron los minutos y repentinamente algo cautivó mi atención, era Julián un tecno-fanático con el cual veo un par de clases, Julián había sido el primero en comprar la versión original del iPhone y no solo eso, él ha comprado los últimos modelos hasta la fecha. En ese momento, me puse a pensar acerca de qué estaba haciendo, si era realmente necesario o si era más que deseable para mí este último artefacto de la tecnología y si no lo era, cómo era que me encontraba esperando por horas para comprar un producto que se me ha tornado en una necesidad.

Increíblemente, así es como funciona la sociedad de hoy en día, vivimos en un mundo que gira en torno al consumo y el cual lamentablemente no puede parar de gastar. El consumismo se nos fue metiendo, irónicamente, como una ganga, la oportunidad para romper con el estancamiento económico de los 30s y se ha convertido en una necesidad. La economía se encuentra en un punto en el que de no ser por las sociedades consumistas, entraría en una profunda recesión, con millones de desempleados y complejas manufactureras convertidas en no más que obsoletos lotes de metal. Hemos pasado de ser una sociedad mercantilista a, lo que somos hoy en día, una sociedad de consumo.

Estas reflexiones acerca de lo que solemos llamar el flujo normal de las cosas, trabajar, ganar dinero, gastar dinero y finalmente volverlo a necesitar, me hizo reflexionar con respecto a si esto fue siempre así. Ciertamente, el hombre ha tenido una tendencia, desde tiempos inmemoriales, a la adquisición de artículos de decoración o utilidad y evidentemente hacer cierto sacrificio por ellos. Sin embargo, también descubrí que este errático ciclo de compra y venta fue provocado, ya que en los años 30s los estadounidenses empezaron a percatarse de que su inmensa maquinaria de producción al igual que sus millones en el banco, tenían un tope, a principios de la década ya cada americano poseía un automóvil, una casa, un reloj y básicamente cualquier utensilio. Ahora bien, los Estados Unidos tenían una maquinaria industrial en pleno crecimiento, la cual proporcionaba empleos para millones de personas, pero también generaba excedentes gigantescos de producción cada año. Por ende, los jefes ejecutivos se vieron ante la presencia de un posible colapso a nivel no solo nacional también mundial, increíblemente la solución a este inconveniente vino de un psicólogo quien estudiaba trastornos mentales en un manicomio. Este, para 1930 creó la idea de que los bienes de consumo no son solo para consumirse, sino que, de hecho, reflejan la personalidad y el poderío de los individuos que lo poseían, también fueron presentados como símbolos por ejemplo, el tabaco como imagen de independencia femenina y los automóviles deportivos como muestra de un hombre varonil y bien posicionado. Así es como poco a poco esta cultura se fue posesionando de las mentes de la población mundial.

En la actualidad, vemos que las cosas no han cambiado, las corporaciones tratan de vender la vida del obrero perfecto, el cual trabaja arduamente horas y horas en las corporaciones para finalmente, y luego de ser recompensado por su ardua tarea, devuelve ese dinero a donde vino, comprando bienes y endeudándose para poder comprar sus preciosos aparatos. Lamentablemente, hemos llegado al punto donde muchos de esos aparatos tienen un verdadero efecto en la forma que nosotros percibimos a los demás, dejando incluso a la educación y al linaje de tradición en un segundo plano, vemos como algunos cantantes e ídolos pop con casi ningún estudio llegan a ser idolatrados por su supuesto éxito económico y más aún por su capacidad de derrochar dinero aparentando que les sobra.

Es simplemente lamentable al punto que hemos llegado, en una sociedad en la que teóricamente somos cada día más libres y en realidad nos atan más con aparatos como este famoso IPhone 5 por el cual duré casi 4 horas perdidas en las que pude estar disfrutando de mis amistades o simplemente tomándome un descanso. Aunque pensando detalladamente en el asunto, veo que el alcance de este adoctrinamiento consumista ha llegado a tal punto que se ha convertido en una filosofía de vida y una guía simple y concisa para las masas, en otras palabras nos han dado un prototipo de vida a seguir, es decir, desde que aprendemos a ver o a deambular al frente de la maquina más revolucionaria del siglo XX , la TV, nos dan a entender que una vida ideal es la de unos jóvenes que empiezan a vivir en un pequeño apartamento, luego con mucho esfuerzo logran comprar un carro y así van progresando hasta que ya se ven tranquilos porque se han sacrificado suficiente para tener lo necesario cuando enfermen en su vejes, lamentablemente ese parece ser el plan de vida perfecta, el guion de la película llamada automatismo en el cual naces, ganas dinero, gastas dinero y mueres.

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Otro punto importante es cómo, al parecer, las cosas materiales empiezan a ser parte de quien se es. Llegamos al punto en el que nos dibujamos un estereotipo de nosotros mismos, el cual trae una lista de especificaciones y accesorios; un reloj de marca, el ultimo mp3 o incluso los zapatos de moda que supuestamente van con nuestros ojos. La realidad es que bajo esta teoría errática somos cada día mas lo que tenemos y menos lo que somos.

La esperar por el nuevo IPhone 5 ha sido muy larga, pero quizás una de las más provechosas de mi vida, al ver cómo me encontraba en la fila de lo que ese nuevo IPhone último modelo representa, algo que innecesario, pero que tiene algo me hizo querer tenerlo, decidí dar un paso a la izquierda y marcharme de esa fila eterna, quizás perdí cuatro horas de espera, quizás perdí el mejor artefacto que el mundo haya visto pero estaré ganando algo más valioso, personalidad.

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