El cuerpo como territorio político del patriarcalismo y el derecho como instrumento de dominación

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA

FILOSOFÍA DEL DERECHO

NOMBRES: ALVAREZ ANDREA, ARMENDARIS JULIÁN, CAMACHO MAXWELL, LEÓN ANDREA, SIGCHA STALIN

FECHA: Quito D.M., 09 de marzo de 2020

TEMA: El cuerpo como territorio político del patriarcalismo y el derecho como instrumento de dominación

Partiendo desde la concepción misma del estudio del derecho así como de los diferentes razonamientos que a través de las épocas se han ido dinamizando y cambiando bajo un claro aspecto evolutivo conforme la sociedad se ha transformado, es preciso enfatizar el rol de la mujer en la definición de estado y derecho que en un inicio era un privilegio otorgado exclusivamente a los varones.

Rousseau, estableció la teoría del contrato social en la que idealizó una esfera pública-política, en donde solo los hombres se consideraban como ciudadanos, mientras que las mujeres eran tomadas en cuenta únicamente para el trabajo doméstico y fines procreativos, llegando a denominarlas como “el otro sexo”.

Desde la creación de las distintas normas en el mundo se consideró a la mujer como una “incapaz relativa”  cuya voluntad estaba siempre supeditada a las decisiones de su marido.

Es así que el Estado nace como una institución de los varones creada para proteger a los varones quienes en aquel momento eran los únicos que gozaban del derecho a la libertad.

Ante la evidente falta de cuidado por parte de un Estado patriarcal creado y fundado por hombres para proteger a los hombres, cuyo fundamento esta en la ilegítima imposición de un régimen limitado al ámbito privado-doméstico y a la deliberada exclusión de la mujer, es que se hace necesario dar nacimiento a una teoría crítica de la sociedad patriarcal en la cual se propugne un cambio en las relaciones sociales y que conduzca a la liberación de la mujer mediante la eliminación de las jerarquías y desigualdades entre sexos. La lucha por el reconocimiento de derechos civiles, políticos, laborales y educativos que garanticen la vida digna y permitan el desarrollo de la mujer empieza en la revolución francesa con obras cumbres erigidas por grandes mujeres como lo son Olimpia de Geouges quien en 1791 redactó la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana” y Mary Wollstonecraft que en 1792 escribió la "Vindicación de los derechos de la mujer”. Estos textos constituyeron el pilar y base de una ideología feminista revolucionaria, crítica y sobre todo necesaria que aun a día de hoy están ayudando a la obtención de una verdadera justicia para las mujeres; sin embargo, aunque se haya dado el reconocimiento formal de varios derechos entre ellos el del sufragio, ¿fue esto suficiente para alcanzar una verdadera libertad e igualdad? Ciertamente a pesar de haber sido reconocidos, no se ha podido ejercerlos de forma autónoma e igualitaria pues aún a día de hoy persisten algunos factores que limitan a la mujer y brechas de desigualdad que favorecen al hombre. A día de hoy la lucha continua, pues se busca eliminar todos estos factores y brechas de exclusión, además de erradicar completamente toda forma de violencia en contra de la mujer y control que se ha dado sobre su condición sexual y reproductiva.

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