El feminismo moderno

FEMINISMO.

E

l 8 de Marzo de 1857, mujeres que trabajaban en la industria textil, que eran llamadas “garmert workers” en Nueva York, organizaron una huelga para exigir sus derechos laborales, sin embargo, el dueño de la fábrica incendió el taller, con las trabajadoras dentro.

A partir de aquel momento surgieron manifestaciones por todo Estados Unidos exigiendo justicia para aquellas mujeres. Con el paso de los años, el movimiento feminista se expandió por todo el mundo, teniendo diversos logros como una mejora en las oportunidades laborales para las mujeres, el derecho de la mujer a votar, la condena legal de la violencia de género, etc.

En su origen, el feminismo buscaba paridad de género, manifestándose sin afectar a terceros, sin embargo, en el ultimo milenio, este movimiento se ha tornado radical, egoísta, desviado, e incluso, ignorante. Una prueba de ello son los múltiples ataques por parte de feministas a hombres, como el del 8 de marzo del 2020 en la Ciudad de México, donde una manifestante lanza gas pimienta y golpea un hombre que iba caminando por el zócalo o el hombre al que prendieron fuego en España, en 2018.

Los destrozos y pintas realizadas, al menos en nuestro país, han dañado propiedades y negocios que son el único sustento de cientos de personas; tal es el caso de doña Guadalupe Martínez, habitante de la Ciudad de Guadalajara, cuyo local de tortas ahogadas en el centro histórico, el cual es la única fuente de ingresos de su familia, fue pintado, sus puertas fueron destruidas y las ventanas rotas.

Las feministas contemporáneas excusan este tipo de acciones con que es la única forma de llegar a la atención de nuestros gobernantes; más todo esto, a lo que me atrevería incluso llamar “vandalismo” es completamente en vano. Esto, debido a que es claro que el patrimonio histórico de nuestro país le es indiferente a las autoridades, incluso más que los miles de casos de mujeres desaparecidas y asesinadas; basta una caminata al centro histórico de cualquier ciudad de México para darse cuenta de ello, grandes casonas coloniales vendiendo lencería, antiguos conventos del siglo XVI tirados para dar paso a estacionamientos, iglesias que tendrían alrededor de 300 años, tumbadas para la construcción de mercados, como La Merced en San Luis Potosí. Es, por tanto, evidente que el gobierno prefiere más negocios pagando impuestos que edificios históricos, por lo que destruir todavía más el corazón de las ciudades mexicanas es una completa tontería de las llamadas “feminazis”.

Y es que aunque parezca un término ofensivo, es digno de aquellas mujeres que atacan y critican a quienes no comparten su misma ideología, sin importar que sean otras mujeres.

Además de esto, es imposible exigir respeto, sin poder darlo; “La Virgen María quería abortar” escrito en la catedral de Tepic, Nayarit, es una falta de respeto hacia millones; dado a que la religión católica es actualmente la del 82.7% de las y los mexicanos, según datos del INEGI en 2010.

Además de una falta de respeto, esto representa una total desviación del verdadero feminismo. El movimiento feminista debe buscar la equidad de género, igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y la erradicación de la violencia de género. Las primeras feministas describían su movimiento como algo que solo buscaba el cumplimiento de los derechos humanos al 100%, algo totalmente paralelo a la legalización del aborto, sin embargo, ese es otro tema. El caso es que las propias feministas se rehúsan a ponerse el pañuelo verde, al menos el 25% de ellas en una encuesta realizada en México, Chile, Argentina y España; Elizabeth Valle, madrileña de 39 años, quien perdió a su hija después de haber sido abusada sexualmente y asesinada es un ejemplo, opinando lo siguiente “Engancharse del dolor y del llanto de las madres, hijas, nietas, abuelas, primas y amigas que han perdido mujeres a causa del machismo, para promover que sea legal el deslindarse de sus responsabilidades que asumieron al abrir las piernas  es inaceptable”.

...