El fenómeno migratorio en Venezuela

El fenómeno migratorio en Venezuela.[pic 1]

La migración en Venezuela es un fenómeno que ha crecido en los últimos años, una de las razones de su aumento es la crisis económica que vive. Desde el año de 2014, el país ha dejado de publicar información económica, en el 2015 su economía se contrajo un 7.1%, sin mencionar la inflación (Gillespie, 2016); la crisis económica no ha sido el único factor por el que los venezolanos deciden emigrar a otros países, entre los factores más importantes también se encuentran las crisis alimentarias y de escases de productos. Según el periódico The New York Times, el estado actual de Venezuela es provocado por su actual presidente, Nicolás Maduro y sus esfuerzos por consolidar un régimen obsoleto.

La situación que vive actualmente Venezuela es muy preocupante, no solo no se pueden satisfacer las necesidades básicas de la población, también se violentan constantemente los derechos humanos. Un ejemplo claro de esto es la situación precaria en la que se encuentran los habitantes del país, es bien sabido que existe escases de productos básicos, además de que los hospitales no cuentan con los servicios necesarios, además, de que el régimen actual controla de manera excesiva los medios de comunicación, violentando tratados como la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Se estima, que el porcentaje de personas que salen del país se incrementó un 132% a nivel mundial y un 895% en países Sudamericanos entre los años de 2015 y 2018 (Reyes, 2018). Según la Oficina Internacional de Migraciones (OIM), la mayoría de los venezolanos se ha dirigido a Colombia, ya sea como país de paso o para residir de manera permanente allí, sin embargo, los venezolanos se distribuyen en 15 países diferentes.

Un comunicado emitido por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 20 de noviembre del 2017, aseguró que entre el 2012 y el 2016 se presentó un aumento del número de solicitudes de asilo por parte de los venezolanos del 8.828% (Reyes, 2018), esto ha provocado que diversos gobiernos latinoamericanos impongan medidas para controlar la migración, un ejemplo de esto es Colombia, debido a que este país es el principal afectado por el tránsito de migrantes, ha instaurado la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF), que permite circular por el territorio colombiano sin necesidad de pasaporte.

Los principales destinos de los venezolanos son países como Colombia, España y Estados Unidos sin embargo a raíz de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, emitida el día 26 de junio de 2018 que impone restricciones migratorias a los ciudadanos de diversos países entre ellos Venezuela, Chad, Irán, Libia, Corea del Norte, Siria, y Yemen, que han impactado de manera muy negativa a los venezolanos que buscan emigrar a este país, debido a que no solo prohíbe la entrada a algunos funcionarios públicos y sus familias, los ciudadanos temen que el presidente Trump ejerza políticas migratorias más severas para los migrantes venezolanos con motivos de seguridad nacional provocando que cada vez una mayor cantidad de migrantes se refugien en otros países sudamericanos, como Chile y Brasil (Ramirez Cuevas, 2018), haciendo que este problema se convierta en uno de los principales de América Latina, ya que la llegada masiva de la población a diversos países es vista por los gobiernos como una amenaza para los sistemas locales, además comienza a generar brotes xenófobos (Ana Marcos, 2018), como lo sucedido el 18 de agosto de este año en Brasil, en donde los ciudadanos brasileños atacaron a los refugiados de la cuidad de Pacaraima.

En respuesta a estos hechos, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ha pedido respeto a los derechos de los migrantes, y el trato digno en los países en donde se refugien, el funcionario Stéphane Dujarric dijo durante una conferencia que es importante tratarles con dignidad, debido a que huyen de la violencia y escases de su país, refiriéndose a las decisiones tomadas por los gobiernos de Ecuador y Perú al exigir pasaporte a los venezolanos para cruzar la frontera; María Teresa Palacios, directora del Grupo de Investigación de Derechos Humanos de la Universidad del Rosario, de Bogotá opina que “Las medidas adoptadas hasta el momento no forman parte de una política pública integral, cada Estado dentro del margen de su soberanía ha adelantado sus medidas de manera independiente” también añade que  “Se puede calificar de asistencia humanitaria “, por otro lado Dany Bahar, investigador de Brookings Institution opina que “Hay heterogeneidad y poca consistencia con lo que se ha hecho”, para el investigador, lo más urgente es lograr un consenso regional “No hay otra solución, la solución a los problemas más obvios, como el colapso de los servicios de saludo, va a depender de las políticas públicas que se apliquen, los Gobiernos tienen que mirar por las ventajas que trae la inmigración” (Amaya, 2018).

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