El impacto global de la práctica religiosa

Estados Unidos siempre ha sido un país religioso. Sus primeros habitantes cristianos estaban más que ansiosos por explicar lo que estaban haciendo y por qué, explica el historiador Paul Johnson. En cierto modo, los primeros colonos americanos eran como los antiguos israelitas. La veían a sí mismos como agentes activos de la providencia divina. Hoy en día, añade, se acepta generalmente que más de la mitad de los norteamericanos siguen asistiendo a un lugar de culto durante un fin de semana, un índice de práctica religiosa sin igual en cualquier parte del mundo, sobre todo en un pueblo grande y poderoso.

En el corazón de la práctica religiosa es la oración: los estadounidenses rezan incluso más de lo que van a la iglesia. De acuerdo con una combinación de encuestas, el 94 por ciento de los negros, el 91 por ciento de las mujeres, el 87 por ciento de los blancos y el 85 por ciento de los hombres a sí mismos como personas que rezan regularmente. Alrededor del 78 por ciento rezar al menos una vez por semana, y el 57 por ciento oran diariamente. Incluso entre el 13 por ciento de la población que se dicen agnósticos o ateos, un 20 por ciento orar diariamente.

Cuando los responsables políticos consideran graves problemas sociales de Estados Unidos, incluidos los delitos violentos y el aumento de la ilegitimidad, abuso de sustancias y la dependencia del bienestar, deben prestar atención a los hallazgos en la literatura profesional de las ciencias sociales sobre las consecuencias positivas que se derivan de la práctica de la religión.

El impacto global de la práctica religiosa se ilustra dramáticamente en las tres revisiones sistemáticas más completos indicados del campo. El 81 por ciento de los estudios demostró el beneficio positivo de la práctica religiosa, el 15 por ciento mostró efectos neutrales, y sólo el 4 por ciento mostró daño. Cada una de las prácticas religiosas, el 15 por ciento mostró efectos neutrales, y sólo el 4 por ciento mostraron daño. Cada una de estas revisiones sistemáticas indican que más del 80 por ciento de los beneficios, y ninguno indicó más del 10 por ciento de daño. Incluso el 10 por ciento puede explicarse por más recientes conocimientos de ciencias sociales en la "práctica religiosa saludable" y "práctica religiosa no saludable." Este último concepto se discutirá más adelante se ve generalmente por la mayoría de los estadounidenses de la fe religiosa como una práctica errónea de la religión. Por desgracia, los efectos de la práctica religiosa no saludables se utilizan para minimizar la influencia general positiva de la religión. Este cambio no sólo distorsiona la verdadera naturaleza de la creencia y la práctica religiosa y causa muchos políticos de ignorar es consecuencias sociales positivas

Práctica religiosa parece tener un enorme potencial para hacer frente a problemas sociales de hoy en día. como se resume en

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