El impacto social de exconvictos en la sociedad

Adrián Robles Barba – A00820395
Mtra. Dalina Flores Hilerio
Análisis y Expresión Verbal Gpo. 42

El impacto social de exconvictos en la sociedad

La reinserción social es una de las formas en las que un convicto, reo, prisionero, o cómo se le quiera llamar, puede, a través de capacitación y adiestramiento, volver a la sociedad como un individuo íntegro. La naturaleza de esta práctica, o programa, radica en la creencia del perdón de los crímenes cometidos y de las segundas oportunidades.
        Hay varios puntos u objetivos a tomar en cuenta sobre el tema, como lo son: demostrar que se pueden llevar a cabo de mejor forma estos programas haciéndolos más efectivos, ya sea haciendo modificaciones simples, como dar nueva capacitación a los que la emplean, o más complejas como lo es una completa reestructuración y replanteamiento de esta práctica. Y, por otra parte, exponer los problemas y las injusticias que causa este tipo de programas cuando son mal ejecutados. En base a los objetivos podemos cuestionarnos lo siguiente: ¿de qué forma se puede reducir el impacto negativo que puede generar la reinserción de exconvictos en la sociedad? Y ¿qué es lo que ha causado los resultados irregulares en la reinserción social?
        Para resolver estos cuestionamientos, se llevó a cabo una investigación documental en diversas fuentes que fueron sujetas a pruebas de confianza como lo son los antecedentes en el tema de su autor, que tengan una fecha de publicación que al menos sea del 2015, etc.
        Tomando en cuenta los objetivos, podemos afirmar que se debe hacer una reestructuración en la forma en que se lleva a cabo el proceso y ejecución de la reinserción de reos porque ha mostrado resultados irregulares debido a la forma en que se lleva a cabo.

Contacto social con los rehabilitados

Cambiando los programas de reinserción actuales, los cuales han demostrado no ser del todo efectivos en la reinserción, se pueden reducir los aspectos negativos que ha mostrado la reinserción.

Se puede afirmar que, cambiando los programas de reinserción actuales, los cuales han demostrado no ser del todo efectivos en la reinserción, se pueden reducir los resultados negativos que ha mostrado esta práctica en las cárceles, principalmente latinoamericanas, que muchas veces están regidas internamente por reclusos. Parte de los cambios necesarios es el proveer de mejores condiciones a los reos, dándoles principalmente un espacio verdaderamente habitable que sea beneficioso para su estado mental (González, 2015, pág. 270). Otro de los aspectos a mejorar, y que ya no recae tanto en quienes ejecutan el programa, es la manera en que como sociedad vemos a los rehabilitados, se les debe tratar como a cualquier otro ser humano y cabe recordar que los candidatos al programa no son criminales de alto riesgo, al contrario, y se les dio la oportunidad de redimir sus acciones por medio de la reinserción. Por eso debemos ser incluyentes y dejar de lado las generalizaciones y estereotipos (Dellaportas, 2015).

Los dos autores señalan que hay deficiencias en el programa de reinserción social. Mientras que González argumenta que no se dan las condiciones requeridas en las cárceles para implementar el programa, ya sea por las instalaciones o el personal (2016, pág. 269), Dellaportas explica que después de haber sido ejecutado dicho programa, los rehabilitados encuentran muchas dificultades a la hora de querer reintegrarse a la vida social y laboral (2015, párr. 1). Se pueden relacionar estos argumentos en forma de complementarse el uno al otro, es decir, que como no se dan las condiciones propicias en las cárceles para llevar a cabo la reinserción, esto resulta en una aplicación incompleta, deficiente o irregular del programa, lo que nos lleva al hecho de que realmente no se les han enseñado las bases a los reclusos para poder llevar una vida normal. Esto, sumado al natural rechazo y miedo por parte de la sociedad, genera resultados muy pobres.

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