El laberinto de la soledad (ensayo).
Enviado por Aldo Valdez • 10 de Marzo de 2016 • Ensayo • 6.830 Palabras (28 Páginas) • 1.667 Visitas
UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL
ESTADO DE MEXICO
PLANTEL “NEZAHUALCOYOTL”
Asignatura: Estrategias Lingüísticas Para el Estudio
Por:Aldo Valdez
Tema: ENSAYOS DE EL LIBRO
“EL LABERINTO DE LA SOLEDAD”
2do Semestre
Grupo 202
Índice: Paginas
1.- Introducción………………………………….. 3
2.- El pachuco y otros extremos……………… 4-5
3.- Mascaras mexicanas……………………….. 6-7
4.- Todos santos día de muertos…………….. 8-9
5.- Los hijos de la malinche…………………… 10-12
6.- Conquista y colonia………………………… 13-14
7.- De la revolución a la independencia……. 15-16
8.- La inteligencia mexicana…………………… 17-19
9.- Nuestros Días………………………………… 20-21
10.- La dialéctica de la soledad (Apéndice)... 22-23
11-. Conclusión General……………………….. 24-25
12.- Meso grafía………………………………….. 26
Introducción:
Bueno pues en este ensayo llamado El laberinto de la soledad vamos a hablar de cómo Octavio Paz nos habla en esto 9 ensayos con el Apéndice ya incluido, del carácter del mexicano, como el vivió en Estado unidos mucho tiempo, él se dio cuenta de cómo los norteamericanos hablan mal de los mexicanos sin ofensión alguna sobre ellos, solo los critican y a Octavio paz se le hace muy interesante como ellos hablan de nosotros e hizo este libro en el cual no habla sobre muchas cosas de nosotros y en el cual si leemos todo este libro nos interesaríamos mucho y hasta tendríamos esa capacidad de poder reflexionar sobre las cosas que hacemos en esto días ya que él lo escribe en el año de 1950 o esa fue su primera edición del libro y ya no es lo mismo en esa época que en los días que vivimos ahora, de echo ha cambiado mucho la sociedad desde ese entonces.
Y pues aquí le dejo el ensayo de Octavio paz el cual yo lo resumí con mis propias palabras espero y les sea interesante se podría decir que es mi obra, pero no lo es y trate de esforzarme lo mejor que pude para poder hacerlo muy bien.
El pachuco y otros extremos (Ensayo 1)
En este ensayo del laberinto de la soledad yo leí el capítulo de El pachuco y otros extremos que trata sobre cómo se nos revela nuestra personalidad desde que somos niños. Cuando nacemos nos sentimos solos pero niños y jóvenes podemos olvidarnos de nuestra soledad a través de juegos o haciendo trabajos es en la adolescencia cuando nos preocupamos por encontrar nuestra identidad, que nosotros como adolecentes nos asombramos por la riqueza que encuentra en nuestro entorno, nos preguntamos si verdaderamente somos nosotros, a los pueblos que van creciendo en población también les pasa lo mismo. Los pueblos deben entregar su conciencia a sí mismos. La máscara del viejo es la historia porque de ellos vamos aprendiendo cosas que no sabíamos y sin saberlo ellos son más sabios que nosotros. Un pueblo se distingue por sus creaciones, hay quienes comparten una misma población y cada día se va modelando; se puede tomar como ejemplo que todos pueden llegar a sentirse mexicanos, puede bastar con cruzar la frontera para sentirse así. Muchas de las partes de este ensayo se escribieron durante la estancia de Octavio Paz fuera de México. Al estar en E.U.A. trataba de explicarse por qué para unos el ser mexicano es cosa de vida o muerte. Al vivir en los Ángeles se dio cuenta que estaba habitada por muchos mexicanos, pero no se pueden mezclar totalmente con los norteamericanos ya que aunque vistan iguales y sientan vergüenza de su origen, no se pueden confundir con los norteamericanos, ya que los mexicanos son masa activos, a estos hombres se les llama pachucos. Los pachucos se distinguen por su lenguaje, su vestuario, y conducta. Son jóvenes mexicanos que no olvidan sus orígenes y que luchan por no ser iguales a los que están a su alrededor. El pachuco es uno de los extremos del mexica, hasta la palabra “Pachuco “no tiene una definición en sí. No desean entrar a la esfera de la civilización como los negros, quienes son perseguidos por la ola racial. El pachuco lucha por ser distinto o tal vez único; no le queda más que su cuerpo y alma a la deriva y dice ser una sociedad abierta. El norteamericano considera al pachuco como un ser peligroso. Es como un modelo grotesco que llama la atención de la gente con su vestuario, que vive al margen, se obstina por ser distinto, se le atribuyen virtudes eróticas. El norteamericano también lo ve como algo fascinante o misterioso. El pachuco aparenta no pertenecer a una raza, pero la realidad es que se alegra de su sociedad para poder ingresar a la sociedad norteamericana de manera arriesga, se esconde de sí mismo. Al estar en un país diferente al nuestro nos encerramos en nosotros mismos, no buscamos a los demás por temor a reflejarnos en ellos. La soledad del mexicano está llena de dioses y busca su origen; esta no ha sido levantada a comparación de los norteamericanos que se ven confusos en medio de máquinas y conciudadanos. Creen que el mundo fue hecho por y para ellos, que han nacido de la democracia, que son ricos y nosotros pobres… se encuentran solos entre sus obras y perdidos en un páramo. La diferencia entre los norteamericanos y los mexicanos es muy amplia; nos caracterizamos por nuestras costumbres y tradiciones. Ellos viven en una sociedad más abierta que los hace ser más dinámicos, vivir la vida de manera aparente; solo ven las partes positivas de la vida. Octavio Paz, en su viaje a España; durante la guerra, vio a un hombre distinto; con una apariencia firme y ruda, un hombre humilde que en sus ojos luce la desesperación y la esperanza. Una esperanza de volver a ser otro hombre. La guerra le ha robado parte de su ser.
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