El narcotrafico La violencia y el narcotráfico en México

La violencia y el narcotráfico en México

“La vida está llena de buenas cosas, pero si damos lugar al narcotráfico, estamos dando lugar a que caiga la violencia sobre nosotros”

José Eduardo García Quintanilla

En este trabajo se pretende dar a conocer al lector información importante acerca de la violencia, como influye en nuestras vidas, al igual que la violencia, como nos afecta y cómo surge a nuestro alrededor.

El narcotráfico como tal es una problemática instaurada en México, y gracias a la figura del narcotraficante ha cobrado gran relevancia social.

El narcotráfico se ha arraigado e influido en el país, pero se ha puesto en boga gracias a la imagen del narcotraficante, sobre quien se han construido versiones diversas; algunas se refieren a un sujeto oriundo de la sierra y sin educación, otras lo presentan como benefactor del pueblo (sociedad), y también como delincuente, que vive al margen de la ley, entre otras.

No obstante, a pesar de la influencia y las apropiaciones que se han hecho del narcotraficante en diferentes épocas, en la actualidad su influencia es mayor. A través del cine, la música, los medios masivos de comunicación, la literatura o el arte, este personaje encontró un lugar para consolidarse como un sujeto exitoso.

Se ha pensado que la imagen de este hombre puede ser la imagen de un hombre exitoso, con un capital difícil de creer, motivo por el cual, el joven de hoy en día busca ser como el, un ser exitoso, de apariencia viril, y con poder por sobre los demás, sin importarle las consecuencias que esto puede acarrear.

La juventud de hoy en día, también se ha visto influida desde la música, dando una imagen de lo que puede ser la vida, esto gracias a los famosos “narcocorridos”, lo cuales, dando información de cosas que uno puede obtener de manera ilegal, alientan a la juventud a envolverse más en este ámbito.

De esta manera se presenta una imagen de hombre con un capital económico exacerbado, de apariencia viril y con poder, lo que le permite mantenerse fuera de la ley y vivir en aparente tranquilidad.

El narcotraficante ha estado arraigado a la historia mexicana desde hace tiempo, y uno de los primeros traficantes en apareció a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, esta época estuvo caracterizada por el porfiriato, con una marcada opresión y control de recursos del país.

Para la sociedad mexicana, el contrabando (como se conocía en esa época al narcotráfico) significaba una relevante fuente de ingresos al capital de la misma ciudadanía.

En esta época surgió Mariano Résendez, el cual era considerado un bandido amable, el cual proporcionaba apoyo social a las comunidades.

Además, estaba en contra del gobierno mexicano, y retaba al estadounidense, considerándose a sí mismo como un héroe de la resistencia civil.

Más adelante aparecieron algunos corridos sobre el tema del contrabando de drogas, como Morfina y cocaína y El contrabandista, que presentaban y comenzaban a describir a un personaje que se dedicaba al tráfico, por la situación de precariedad en la que se encontraba, y también a un sujeto cuyo trabajo era peligroso, que podía tener fuertes repercusiones si era capturado por la ley.

En 1933, con la derogación de la Ley Volstead^[1], la mercancía de contrabando para Estados Unidos ya no sólo era de textiles o alcohol sino de drogas.

De esta manera, a pesar de la prohibición, las fronteras de México y Estados Unidos fueron zonas de transacciones clandestinas, y se perfiló el tráfico de opio (enervantes) como un negocio altamente rentable, que instituyó la figura del traficante de drogas.

Durante décadas se mantuvo lo que eran negocios de venta de opio, amapola, entre otros, causando así un impulso en lo que fue la venta, compra y tráfico de drogas.

En la actualidad podemos ver que la misma juventud tiene conocimiento de lo que son diferentes tipos de drogas, así como la función que cada una de ellas tiene, siendo estos los principales consumidores de ellas.

En diferentes encuestas realizadas a diferentes grupos de personas se identificó que en el consenso social existen dos tipos de valoraciones sobre el narcotraficante; una positiva, que lo describe a través de los lujos de su vida cotidiana, como el dinero, los autos, los lujos (joyas o casas), la ropa (vestimenta) y el poder.^[2]

Hay otra negativa, que hace referencia a las formas de comportarse, así se evocan conductas como el ser violento, corrupto y agresivo.

En cuanto a un grupo de jóvenes, ellos dieron una definición de lo que es un narcotraficante:

Hombre que importa y exporta drogas. Personas que tienen muchos bienes materiales como joyas y artículos caros y de lujos. Traen muchos carros de lujo y tienen dinero. De vestidura extravagante. Puede ser una persona violenta, agresiva y prepotente. Trabaja en negocios de mercado ilegal.^[3]

Pero al igual como hay comentarios negativos, también los hay de tipo positivo, siendo esto referido al hecho de que ellos tienen cosas que los mismos jóvenes e inclusive adultos quisieran tener, ya sea autos, fama, dinero, etc.

Al igual, un fenómeno que viene junto con el narcotráfico es la violencia, hoy en día podemos ver que la violencia ha trastocado la vida cotidiana de muchas personas, hasta llegar al punto de la violencia extrema, las amenazas, extorsiones, e incluso homicidio y feminicidio.

En cada ciudad en la que se busque lo que es la violencia, podemos ver que esta ha tenido un profundo volumen de influencia tanto en jóvenes como en adultos, las constantes riñas entre grupos armados, decididos a tomar el control de un territorio, y en algunos casos, la misma sociedad que busca evitar estas situaciones.

Desde el 2007 se desato un enfrentamiento entre el gobierno y los grupos de la droga, y en paralelo una lucha armada entre cárteles, que ha dejado al día de hoy más de 50,000 muertos.^[4]

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