El negro matapacos ¿símbolo de la resistencia?

El negro matapacos ¿símbolo de la resistencia?

Catalina Morales M.

Dignidad, humanidad, resistencia, enojo y un perro negro con un pañuelo rojo es lo que me evoca pensar en el estallido social. Ese mes el agua del vaso de molestia, ira y pobreza comenzó a rebalsarse, la sociedad chilena por fin había despertado de ese sueño largo que en realidad de apoco se iba convirtiendo en pesadilla, pesadilla de una sociedad sumisa, individualista y envenenada por el consumismo.

Lo mejor de todo es que nuestro símbolo o quizás líder es un perro negro con un pañuelo rojo en el cuello que hace años dejo de estar entre nosotros y que bueno, la gran mayoría nunca conoció, pero ahora está en todos lados: pañuelos, afiches, rayados por las ciudades y una estatua que fue destruida por carabineros y que se volvió a construir más fuerte que nunca.

La idea que evoca el negro matapacos es indestructible en este momento, es el símbolo más importante entre el colectivo de personas que lucha en Chile. La razón creo que es simple, somos una sociedad que ya no cree como antes en la religión, ni en políticos, empresarios, gobiernos, policía, etc.; el matapacos, la imagen del matapacos llena simbólicamente el vacío y la falta de liderazgo en este movimiento social. Durante todos los meses que se mantuvo (por ahora está en pausa por la pandemia) se vieron banderas flameando en conjunto como la chilena, la bella y colorida bandera mapuche e inclusive banderas de barras de futbol juntas por primera vez, mostrando así que este movimiento no tiene un líder o color político, no hay ni derecha ni izquierda, es totalmente social y ciudadano.

Este perro nos recuerda la más cruda realidad de nuestro país: la sed, hambre, frío, rabia y sobrevivencia. ¿Porque no pensar en que somos como él? mestizos, quiltros llenos de pulgas que odiamos. Y que ahora por fin nos dimos cuenta de que podemos deshacernos de estas pulgas que nos gobernaban. Abrimos los ojos, nos sacamos nuestros collares y bozales que nos mantenían sumisos, cayados y ahora nunca volveremos a lo que fuimos, porque ahora solo queremos dignidad.

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