El papel de la cultura y la sociedad en los Individuos

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El papel de la cultura y la sociedad en los Individuos

Definir el concepto de Cultura requiere hurgar entre los muchos escritos que seguramente nos llevarán hasta los primeros filósofos en la antigua Grecia, y a su vez comprender que el tiempo también altera la percepción y necesidad de definición de acuerdo a la época y la ciencia para la cual se requiere tomar por concepto, por ejemplo hace mención Giménez Montiel, G. (2005) que para Herder “la cultura representa el ideal de vida colectiva que abarca en su totalidad las acciones humanas”, mientras que para Fichte es “un vasto conjunto de rasgos histórico-sociales que caracterizan a una nación y garantiza la identidad colectiva de los pueblos.” (p34).

Si lo consideramos, la definición de Herder parece sencillamente agrupar o englobar lo que conforma a la cultura al mencionar que “abarca en su totalidad las acciones humanas”. Si lo tomamos de manera literal estamos comprometiendo que todo grupo humano tiene su propia cultura y por lo tanto todo el planeta tierra (sin importar nacionalidad), al ser habitada sólo por humanos, tenemos una misma cultura que pudiéramos compartir y comparar si acaso existiera alguna otra fuente de vida afuera en el universo. Para mí es muy ambiguo.

Cuando desglosamos la definición especificando los valores que se comparten, las reglas o normas que regulan y los resultados materiales creados a partir su ejecución, nos permite reconocer si lo que hago en el día con día me permite identificarme dentro de una cultura. Guiddens, A (1995).

Hemos oído frases como “cultura laboral de x empresa”, “la cultura del mexicano” o “la cultura oriental” que nos hace referencia a ciertas acciones o patrones que ejecuta cierto sector y automáticamente tenemos una imagen que nos permite relacionar el contexto. Y así como la sencillez, sin necesidad de englobar en el “todo”, que permite acercarnos a una definición de utilidad para la Psicología.

Comprendiendo entonces que la cultura se transmite de generación en generación, siendo ésta modificada por el tiempo adaptándose así a las nuevas circunstancias que requiere el hombre para “sobrevivir” socialmente. Un claro ejemplo es la colonización, donde continuaron haciendo templos, pero para adorar otro tipo de dioses y evitar otro tipo de castigos (mala cosecha, por ejemplo) por pecados (morales).

Si bien, sentirnos “parte de” nos coloca o quita atributos para desarrollar ciertas acciones, es una necesidad reconocernos como individuos dentro de un sector, estar “arropados” y, por qué no, respaldados. Entonces, la cultura de un grupo permite crear lazos con otros grupos y por ende con sus culturas, y es esta relación la que conforma lo que denominamos Sociedad, donde se establece, tratos (políticos, mercantiles, sociales, etc.) sin perder la identidad que les caracteriza. Nosotros somos educados en un núcleo familiar (con valores, reglas, tradiciones) pero somos capaces de desarrollarnos (espiritualmente, profesionalmente, etc.) dentro de otros grupos, aprender nuevos idiomas, nuevos modos de vida y de esta forma crear lazos con personas de “diferentes culturas” sin perder nuestra identidad.

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