El procomún como forma diferente de ver y ser

PENSAR DESDE LOS COMUNES

Capítulo 10. El procomún como forma diferente de ver y ser

Nos encontramos mediados y dominados por un voraz sistema capitalista que promueve el consumo exacerbado de bienes materiales y la competitividad individual, impulsado arduamente por una política neoliberal que ignora las consecuencias negativas que estas prácticas producen en el medio social y ambiental del planeta, y es que al parecer durante los últimos años hemos permanecido cegados por una insaciable sed de poder y riqueza personal olvidando el bien de los demás, tanto de otros seres humanos como del mismo entorno natural en el que vivimos. Este es un actuar que solo nos dirige a un inminente panorama de destrucción.

Creo que hemos perdido nuestra esencia como seres indisociables con nuestro hábitat natural y con nuestros mismos pares, ya que hemos crecido bajo los preceptos individualistas de una política económica de mercado que codicia la obtención de beneficios particulares a costa del desgaste y daño permanente de los recursos naturales, causando crisis sociales y medioambientales, en donde la población más vulnerable es la que más se ve afectada ante tales estragos.

Yo ignoraba la existencia de los comunes, no sabía en que consistían ni de que trataban.  Tras la lectura comprendí que no intentan ser una política ni una economía firmemente establecida ligada al estado, sino que surgen de forma independiente como respuesta a un modelo mecánico y autoritario que ha degradado los recursos del planeta y que además los ha privatizado clasificándolos como productos mercantiles, cuando en realidad todos tenemos derecho al acceso libre de ellos, por el simple hecho de ser comunes, claro, de manera responsable y consciente. En lo particular, entendía a los comunes como una alternativa que hace poco había surgido, pero no, ahora comprendo que ellos han existido desde nuestros orígenes.

La práctica de los comunes busca la autorregulación de los recursos naturales por parte de las comunidades mismas, donde ellas gestionan de manera consciente y cooperativa su propio abastecimiento de recursos de acuerdo con su demanda. Esto ocurre a través de una visión holística y más humana de la realidad y las relaciones en la que estamos inmiscuidos, viendo al ser humano como un ser subjetivo, sensible y emocional, que a partir de sus experiencias vividas interpreta al mundo acorde a ellas. En los comunes se maximiza la importancia del sujeto y objeto, como seres interdependientes y no desligados entre ellos, ya que entenderlos como elementos desunificados conlleva a percibir a la naturaleza como otro, algo externo a nosotros mismos. Además, se persigue la reincidencia de las costumbres locales de las comunidades como conocimientos esenciales y llenos de sabiduría que prevalecen de generación en generación y que tristemente han sido olvidadas y deslegitimizadas por el estado y el modelo económico neoliberal.

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