El respeto a los jefes de los oficiales y agentes de policía

EL RESPETO A LOS SUPERIORES

Las funcionarias y funcionarios policiales deben respeto y consideración a sus superiores jerárquicos y obediencia legítima y subordinación a sus mandos funcionales.

Acatarán y cumplirán las políticas, planes, programas, órdenes, instrucciones, decisiones y directrices que emanen de las autoridades competentes.

Es deber de reconocer la autoridad Moral que tiene ciertas personas, por su grado o función que desempeñen dentro de una institución y por sus méritos relevantes.

Respetar no es adular, tampoco rendir pleitesía a quien no lo merece. Respetar es reconocer con justicia y desinterés la calidad humana de las personas para tratarlas como ellas se merecen.

El respeto a los superiores es indiscutible, puesto que el reglamento de disciplina Militar así lo manda. La subordinación policial, justamente es el respeto que se merece el superior, (sea quien fuere) por su grado y por la función que desempeña.

La subordinación es obediencia ciega, pronta y absoluta que los subalternos deben a sus superiores y en esto consiste el secreto del mando; para saber mandar, hay que aprender a obedecer.

Obediencia

La obediencia policial es signo de nobleza. La obediencia la disposición general y permanente para actuar con leal eficiencia por el hecho de reconocer que la orden viene de un superior, que la emite dentro de los criterios de precisión, lógica, concisión y oportunidad.

Subordinación

Componente de la disciplina. Es el respeto y acatamiento debidos hacia los superiores en grado o a quienes por el momento se encuentran desempeñando un cargo de superior jerarquía.

Respeto

Se debe a los compañeros, subalternos y superiores en debida y razonable proporción para que todos recíprocamente lo concedan. La falta de respeto menoscaba la disciplina, el compañerismo y el espíritu de cuerpo.

La cortesía policial constituye un comportamiento generador de disciplina. La cortesía se traduce en principios y reglas, que fundamentan

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