El robo a los Orischas
Enviado por Nicolas_galindo4 • 22 de Febrero de 2016 • Reseña • 940 Palabras (4 Páginas) • 168 Visitas
El robo a los Orischas
En uno de los Departamentos ubicados al sur de Colombia sobrevive una milenaria comunidad indígena conocida con el nombre de «Los Orischas». Esta comunidad posee su propia lengua y sus propias estructuras sociales y jurídicas. En lo que respecta concretamente a la sanción de conductas contrarias a las normas de la comunidad –que tienen un eminente carácter consuetudinario– las decisiones finales y las sanciones son tomadas por una asamblea general de los miembros de la comunidad en la que participan todos las mujeres y los hombres con más de 25 años de edad y que es dirigida por los chamanes (las mujeres y hombres más ancianos y sabios) elegidos por la propia comunidad en pleno.
En agosto de 2010 el señor Yambó Tinjacá, aprovechando la oscuridad de la noche y que todas las personas se encontraban en asamblea general decidiendo la celebración del cumpleaños número cien de uno de los chamanes, entró a una de las casas del poblado principal de la comunidad donde normalmente los chamanes se reúnen, por lo que es llamada «casa comunitaria». Allí estaba guardado un dinero que la comunidad había obtenido por la venta de la última cosecha de maíz a una entidad gubernamental. Se trataba exactamente de $900.000 que habían sido destinados a la compra de vacunas para los niños de la comunidad que cada vez con mayor frecuencia enfermaban por entrar en contacto con personas externas que trasmitían virus extraños para los que los niños no habían creado anticuerpos naturales. Esta comunidad rige sus relaciones de producción mediante trueque, por lo que el dinero sólo es usado excepcionalmente y en casos como el de compra de vacunas o medicamentos.
El señor Tinjacá sustrajo el dinero guardado en la casa comunitaria y salió del pueblo con destino a la capital. Allí estuvo por espacio de unos tres meses al cabo del los cuales regresó al poblado principal de la comunidad Orischas, creyendo que el asunto del dinero había sido olvidado, puesto que se trataba de una pequeña cantidad que no representaba mayor sacrificio para la comunidad. Sin embargo, al saber los chamanes del regreso del señor Tinjacá, ordenaron su detención en la casa comunitaria, se convocó una comisión investigadora de los hechos y se citó a la asamblea para reunirse en dos semanas, todo esto según las tradiciones y costumbre que se habían aplicado en casos semejantes, aunque el último caso de robo juzgado por la asamblea había ocurrido hace diez años.
El día de la asamblea general se procedió, en primer lugar, a escuchar el informe de la comisión investigadora, en el que se llegó a la conclusión que el señor Tinjacá había sustraído los trescientos mil pesos destinados a la compra de vacunas para los niños de la comunidad. Durante la exposición de su informe la comisión presentó varias pruebas e hizo que la asamblea escuchara a los testigos de los hechos. Asimismo se señalo que ante la falta del dinero robado no fue posible la compra de las vacunas y que un mes después del robo una niña de la comunidad adquirió el virus de la hepatitis (cuya vacuna sería una de las que compraría la comunidad) y no pudo sobrevivir a la enfermedad, muriendo en menos de una semana. En segundo lugar, se escucharon los descargos del acusado señor Tinjacá, quien aceptó haber sustraído los trescientos mil pesos que se encontraban en la casa comunitaria y que él sabía que este dinero se había destinado a la compra de vacunas para los niños de la comunidad. Justificó su conducta diciendo que se vio obligado a hacerlo porque un tío suyo, que hacía muchos años había abandonado la comunidad de los Orischas, tenía muchas deudas de juego y que los acreedores lo había amenazado con golpearlo de no pagarlas. Asimismo señaló que no había sido su culpa el hecho de que una niña de la comunidad hubiera muerto de hepatitis, pues aún si se hubiera aplicado la vacuna no era seguro que ella evitaría la enfermedad, pues esta vacuna necesita varios meses de incubación antes de poder ser eficaz contra el virus (para probar esto adjuntó un informe en tal sentido del Ministerio de Protección Social). Finalmente, la Asamblea, mediante decisión mayoritaria, consideró que el señor Tinjacá si era responsable del robo del que había sido acusado y remitió al consejo de chamanes la decisión sobre la sanción.
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