El tratado del “Socorro de los pobres” de Juan Luis Vives

NATTALY FLOR FIORELA ORTEGA FIGUEROA

1. El tratado del “Socorro de los pobres” de Juan Luis Vives

Es importante comenzar con este autor resaltando quien fue y por qué es importante para el trabajo social. Luis Vives fue un humanista español, precursor de la asistencia social organizada, es una importante referencia histórica en cuanto a los antecedentes del Servicio social y su libro “Socorro de los pobres” es considerado como el primer libro de asistencia social.

En dicha obra, fundada básicamente sobre bases teológicas y en el conocimiento racional, tocará punto por punto tanto el origen de la necesidad y la miseria del hombre, como la convivencia y el modo en el que los gobernantes deben actuar para erradicar este problema.

En primer lugar, se hace referencia a una duda de la cual surge todo, ¿de dónde surge la necesidad y la miseria del hombre?; adecuado a su época, se creía que la causa de todo era el pecado, considerado el padre de todos los males, líneas más abajo también añade que el hombre fue hecho miserable por alguna justísima divinidad; sin embargo, también que todo aquel que necesita de ayuda es acreedor de misericordia, en otras palabras, merecedores de una limosna.

Para Vives la ayuda no debería ser solo económica, sino también como apoyo tanto psicológico como laboral, él creía que una buena organización podría erradicar la pobreza, además del abandono y la presencia de mendigos; pero ¿cómo deberían actuar los pobres? Pues bien, dado que se habla de una época muy distinta a la nuestra, tanto vives como la gente de esos tiempos, creían según la palabra de la Biblia que Dios les quito o en su defecto no les dio propiedad alguna por el mismo hecho que en su enorme sabiduría, podrían seguir más rápidamente el camino había la virtud, por lo tanto, los pobres y necesitados deberían estar más que resignados, agradecidos por la oportunidad que Dios les prestó.

Si tocamos más a fondo el pensamiento que tenía Vives sobre la propiedad, el creía fielmente que según lo que dijo Platón: “…serían más felices la republicas si desapareciesen del lenguaje humano las palabras tuyo y mío”, esto debido a que no era correcto afirmar en realidad tener pertenencia completa de algo en particular pues ningún humano es 100% merecedor de ello, también apuntaba a que todo bien debía se repartido equitativamente para todos, básicamente no debiera haber una brecha entre ricos y pobres pues en realidad esta distinción no debería existir, pero ya que esta realidad es más utópica que cercana, Vives vuelve a fundamentar teológicamente el socorro a los pobres, basándose no solo en uno sino en varios versículos de la Biblia y presentando que no es hijo de Dios quien no socorre al hermano indigente en la medida de sus posibilidades. Además, advierte no es mejor ser humano aquel que presume de ayudar dando cien cuando robo mil, ni mucho menos aquel que solo le da dinero al que es su confesor para tener su conciencia tranquila.

En segundo lugar, surge una pregunta aún más importante ¿ qué se puede hacer y cómo se debe actuar?; Vives toca como primer punto el actuar del Gobernador pues este debe tener cuidado de los pobre, básicamente lo que Vives buscaba era no dejar desamparado al pobre pero sin caer en el error de acostumbrarlo al ocio, él propuso sabiamente no desamparar al pobre dándole trabajo, de acuerdo a su edad y su salud, se le podían asignar diferentes tareas a cada uno; en el caso de los niños, Vives proponía un nivel de educación en el cual los maestros era pilar fundamental en la vida de estos, así los niños tendrían un ejemplar al cual seguir; para las niñas se proponía la enseñanza de letras, costura, cocina, labores de la casa y para los niños, se escogían a los más dotados para inculcarles la profesión de maestros y así continuar con costumbre de un buen ejemplo; y para el resto de niños se les inculcarles en talleres y oficios de su preferencia.

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