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Elementos relevantes de la frontera Colombia- Brasil


Enviado por   •  3 de Marzo de 2022  •  Apuntes  •  2.070 Palabras (9 Páginas)  •  88 Visitas

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Estudio Fisiográfico de la Frontera Colombia-Brasil:

Geográfico:

La frontera de Brasil con Colombia tiene una extensión de 1.644,2 km, de los cuales 808,9 km son por ríos y canales, 612,1 km por líneas convencionales y 223,2 km por  línea divisoria de las aguas.

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Demarcación: interpretación de los demarcadores sobre los puntos notables mencionados en el tratado, materializándolos sobre el terreno. Dicha fase puede presentar dificultades de interpretación en el sentido de que el accidente geográfico que haya servido de base para la delimitación se encuentre sobre el terreno. Consiste en la implantación de hitos que definen las grandes líneas del contorno del territorio del país en foco.

Densificación: es la fase post-demarcación que busca mejor caracterización el límite con la implantación de nuevos marcos, conforme las necesidades consecuentes de las ocupaciones poblacionales a lo largo de las fronteras.

La primera área comprende territorios en el departamento de Guainía, en Colombia, y en los estados de Amazonas, en Brasil y Venezuela, en torno al mojón Pedra do Cucuí y los ríos Guainía o Negro, que desembocan en el Amazonas, y Casiquiare, que permite la navegación entre el Orinoco y el Amazonas ofreciendo posibilidades para el comercio trinacional. Esta región ha sido habitada por indígenas Curripaco, quienes ocupan territorios de los tres países. En el pasado, la exploración aurífera provocó una intensa actividad minera transfronteriza, con su consecuente colonización, lo que generó no solo conflictos étnicos sino también disputas entre mineros brasileños, colombianos y venezolanos. Del lado colombiano, los cultivos de coca y la presencia de grupos armados irregulares en algunas zonas han afectado la vida de los pueblos y el medio ambiente.

La segunda área articula la parte oriental de los departamentos de Vaupés y Amazonas, en Colombia, y el oeste del estado de Amazonas, en Brasil, uniendo la Orinoquia con la Amazonía. Del lado colombiano, el vínculo comercial y cultural se realiza con el epicentro del altiplano a través de las vías aéreas que conducen al departamento del Meta, mientras que los vínculos con la Amazonía son más geográficos. Sin rutas terrestres, este espacio se articula a través de los ríos Vaupés (o Uaupés), Apapori y Caquetá (o Japurá). Sus habitantes originales eran indígenas tukano, arawak y makú, hasta que la expansión de las actividades de exploración de caucho, cuero, oro y coca atrajo nuevos habitantes y generó conflictos entre indígenas, colonos, mineros colombianos y brasileños y grupos armados irregulares.

La tercera área, donde el trapecio amazónico colombiano limita con el estado de Amazonas en Brasil y Loreto en Perú, incluye reservas ambientales a lo largo de los ejes fluviales que lo articulan, el Putumayo y el Amazonas. Está habitado por indios ticuna, cocama, yagua-mishara, uitoto y ocaina.1, quienes por delimitación territorial fueron desalojados y presionados para asumir una de las tres nacionalidades. Entre los habitantes también hay una población blanca que trabaja en el poder público, mestizos de origen local y colonos del interior y otros territorios amazónicos. Esta región es la única que tiene áreas que pasaron por un proceso de fusión de pobalados y que surgieron de estrategias de afirmación de la soberanía nacional: Letícia (Colombia), Tabatinga (Brasil) y Santa Rosa (Perú), tres márgenes nacionales que mantienen estrechas relaciones y una complementariedad social y económica espontánea y donde se hablan ambas lenguas o “Portunhol”, además de las lenguas indígenas. Este ámbito articula ofertas turísticas, enseñanza de español y portugués e intercambios entre las cuatro universidades de la región.dos. Las tres zonas fronterizas comparten rasgos comunes: se ubican en la periferia de sus países, están sobrerrepresentadas en el índice de necesidades básicas insatisfechas y albergan una gran riqueza ambiental y cultural, además de tener una baja densidad poblacional y una población precaria. presencia del Estado. Los tres están marginados de sus respectivos circuitos nacionales, pero articulados con los países vecinos a través de vías navegables. A través de diversas actividades económicas en expansión, estuvieron, en un momento u otro, vinculados al mundo. Dos de estas áreas comparten su carácter trinacional y las tres fueron habitadas primero por comunidades indígenas y luego por colonos y grupos irregulares. El área formada por el trapecio amazónico es la más poblada, la que tiene más relaciones de vecindad y mayor articulación con los procesos globales. Aquí es donde se siente con mayor fuerza la brecha entre los órdenes territoriales discordantes, los sistemas aduaneros enfrentados, las tradiciones institucionales y operativas superpuestas, los servicios duplicados y las inversiones. Esta discrepancia se puede ver, por ejemplo, en la prohibición de corte, extracción, transporte y comercialización de madera. Dificulta las actividades de control, facilita la manipulación de autorizaciones y multiplica la dificultad de inspección por parte de las autoridades en los ríos compartidos.

La extensa y variada frontera Brasil-Colombia, remota y marginal en relación a las capitales, fue ocupada mayoritariamente por grupos indígenas, algunos binacionales o trinacionales, y por ecosistemas transfronterizos. Pero también fue el espacio de la colonización, que abrió ciertas vías de escape a los conflictos sociales y la violencia producto de la ausencia de reformas agrarias en ambos países y que se desarrolló sin vigilancia ni regulación por parte del Estado. Esto creó nuevos problemas. Estos problemas se articularon o alimentaron de fenómenos criminales en ambos países a través de diferentes actividades de contrabando y biopiratería, vinculadas a dinámicas transfronterizas locales, crimen organizado y redes globales. Las relaciones sociales en la frontera, salvo en el caso de Letícia-Tabatinga, descansaban fundamentalmente en los grupos indígenas.

Percepciones, miedos y relaciones binacionales

El delicado proceso de delimitación de fronteras marcó la relación entre Brasil y Colombia hasta 1928. Luego, a lo largo del siglo XX, las dificultades para aclarar la demarcación de algunos tramos -por el difícil acceso a ciertas regiones y las complejas negociaciones del régimen de navegación de algunos ríos- realizó intercambios diplomáticos limitados a comisiones mixtas para la inspección de hitos y la elaboración de la cartografía respectiva. Estas precarias relaciones oficiales confirmaron que los dos países actuaban como vecinos lejanos, mutuamente desconocidos y temerosos. El recrudecimiento de la lucha armada en Colombia desde finales del siglo XX incrementaría los temores entre los sectores no fronterizos de los dos países.

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