En Tiempos Dificiles

En tiempos difíciles

La crisis que vivimos en estos momentos los bolivianos no es una crisis fruto de una coyuntura ocasional es mas bien la consecuencia de 180 años de exclusión y marginación de los indígenas y las regiones, los dos componentes que hicieron posible la fundación de la república en 1825.

180 años de sometimiento de un estado centralista sobre las regiones y de una oligarquía hispano criolla minera feudal sobre la gran mayoría pobre del país a ocasionado una crisis de estado la cual tiene dos dimensiones que es el sistema neoliberal expresada en la profundización de las desigualdades sociales que tiene que ver con un sistema económico y político injusto y la otra dimensión es un estado republicano centralista poco democrático de carácter patrimonial para los unos e instrumento de opresión para los otros, esto a provocado la coexistencia de de un estado formal con leyes y organización del poder cuya presencia solo es visible en las ciudades y en las actividades empresariales y por otro lado un estado real expresado en aquellas formas de organización y justicia comunitaria de las comunidades campesinas e indígenas.

Si los campesinos y los Indígenas y los sectores sociales se encuentran movilizados es porque se niegan a aceptar que ocurra con los hidrocarburos lo que antes ocurrió con la plata, el salitre, el estaño y todo lo demás, en la época colonial, la plata de Potosí fue lo que genero la fortuna de los banqueros flamencos, genoveses y alemanes, acreedores de la corona española, y fueron los bolivianos quienes hicieron posible la acumulación de capitales que convirtió a Europa en lo que es hoy día.

En la Guerra del Pacífico, nuestro país no sólo perdió su salida al mar si no que sirvió para que el empresario británico John Thomas North. Se convierta en el rey del salitre, que era por entonces el fertilizante imprescindible para alimentar las cansadas tierras de Europa.

Mas tarde Bolivia fue el principal abastecedor de estaño en el mercado internacional. Los envases de hojalata, que dieron fama a Andy Warlhol, provenían de las minas bolivianas que producían estaño y viudas

A pasado el tiempo, y el país sigue enfermo. Esa Bolivia, harta de vivir en función del progreso ajeno, cansada que su historia sea ignorada, hastiada de derrotas y traiciones, se encuentra hoy en las calles exigiendo lo que históricamente le ha sido negado apostando por una refundación del país, que de cara a los actores, sectores y regiones a través de una asamblea constituyente sea el punto de partida para la solución de nuevas y viejas desigualdades.

Por otro lado las regiones se encuentran declaradas en emergencias reivindicando sus legítimos derechos, cansados de que el centralismo injusto y asfixiante decida los destinos de las regiones a las cuales se les ha negado el derecho a autogobernarse a ser los actores de su propio desarrollo, fruto de esa histórica injusticia hoy se encuentran movilizadas exigiendo las autonomías departamentales que le permitan un desarrollo sostenible y sostenido a través de los principios de unidad del estado autonómico reflejado en la unidad de la diversidad de los distintos departamentos del país, y de un modelo de igualdad como un valor supremo y un derecho fundamental.

Cuando se analizan las razones de las regiones y los sectores sociales movilizados se entiende que las demandas son legitimas y que deben ser atendidas por tratarse de un derecho impostergable, lo que no se puede entender es tanta irracionalidad, tanto rasismo tanta incomprensión entre victimas de unas estructuras económicas y políticas injustas y excluyentes, como si la violencia con sus características mas evidentes fuera el medio para solucionar problemas estructurales, expresados en la debilidad institucional y manifestada, en la sobreposición entre los poderes del estado, la relaciones prebendalistas entre políticos, la repartija de los cargos públicos, y el sistemático incumplimiento de las normas y mecanismos institucionales.

Con mucha convicción y orgullosos de si mismo se los ve a muchos jóvenes autodenominados crúcenos con apellidos ingleses, croatas etc. y otros crúcenos de verdad por la paliza que le propinaron a los campesinos. Y no es para menos, considero que la juventud debe sentirse orgullosa de ser protagonista de los destinos de su pueblo, lo triste es que sea utilizada solo para Matonaje, hay muchas formas de hacer historia y la juventud esta llamada escribir la historia de nuestro pueblo, nuestros pueblos reclaman el concurso de jóvenes valerosos con conciencia social, con identidad de pueblo, generadores de nuevas ideas, propositivos en la búsqueda de soluciones serias y coherentes. Nuestros pueblos no necesitan de matones descerebrados que no tienen la capacidad de distinguir entre valentía y machismo y actúan como lo que son unos verdaderos cobardes sin ideas ni criterios utilizados como engendradores de resentimientos y provocadores de enfrentamientos y lo peor pretender fungir como héroes.

Por otro lado venos a caudillos desesperados por convertirse en los referentes de las transformaciones profundas y necesarias

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