Ensayo Banco de México.

Dentro del libro se hizo mucha referencia a los bancos centrales de diferentes países, como lo son  Alemania, Estados Unidos de América, Colombia, etc., y en general creo que de no hacer ésta comparativa no nos daríamos cuenta de la situación en que se encontraba México a inicios de la década de 1990.

La importancia principal de que los bancos centrales tengan autonomía es que en el ejercicio de sus funciones no tenga injerencia el poder ejecutivo, lo que lleva a que el estado no podrá depender económicamente de él ni financiarse de una manera ventajosa e injustificada.

Otro característica positiva dentro de la autonomía es la de centrarse en objetivos concretos y específicos dentro de los cuales debe prevalecer el de darle estabilidad al nivel de los precios. Si bien es recomendable que sea el fin prioritario no quiere decir que sea la única tarea que deba cumplir, pero como el libro mismo señala: “la mejor manera en que pueden cumplirse tales finalidades es precisamente enfocado sus acciones a alcanzar la estabilidad del nivel de los precios”. Lo que quiere decir es que si el objetivo principal es la estabilidad ya mencionada y se trabaja para lograrlo, de una forma más sencilla los objetivos secundarios se podrán ir alcanzando sin perder la importancia de la principal.

Dejando como objetivo principal la estabilidad de precios, la evaluación que se hará al banco central sobre si ha coordinado sus esfuerzos para lograr el fin será evaluar también el nivel de inflación, de tal modo que no podrá justificar el aumento de la misma a causa del cumplimiento de múltiples objetivos.

La autonomía que goce el banco central se verá evaluada por dos factores: qué tanta autonomía tiene en la política cambiaria y en la política monetaria. Se señala que a pesar de que el banco central debe tener plena libertad en el diseño y ejecución de ambas políticas, debe haber una estrecha relación entre el poder ejecutivo y el banco para no tomar diferentes decisiones y encaminar los objetivos hacía un mismo punto. Como bien se apunta: “Lo ideal sería encontrar una fórmula que diera al gobierno la última palabra en dicha materia”.

Hasta éste punto se ha señalado los antecedentes y la forma en que en otros países se maneja la situación respecto al banco central, pero aterrizando la situación en el país, en 1884 el código de comercio establecía que la emisión de billetes debía corresponder solamente a una institución de crédito privada, aunque la realidad distaba mucho de lo que establecía en dicho código. Y aunque hubo debates entre las ventajas y desventajas que había entre que una sola institución tuviera la facultad de emitir billetes, Venustiano Carranza fue quien propició la abolición de la emisión de la moneda a particulares, lo cual se plasmó en le artículo 28 constitucional y dejó el poder de emitirla a un banco controlado por el gobierno. Fue hasta 1925 que surgió la Ley Orgánica del Banco de México en donde se pretendió dar autonomía al banco de México que hasta ese entonces era controlado por el gobierno. Se expresa la importancia de  tal autonomía en la exposición de motivos para evitar el interés político se antepusiera al interés público.

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