Ensayo competitividad académica Corea del Sur

La competitividad académica de Corea del Sur y sus implicancias negativas para los estudiantes

¿Es realmente ético, priorizar la eficiencia de un país o el orgullo familiar a costa da la infelicidad de sus estudiantes e hijos?

Corea del Sur pasó de ser un país pobre, con escases en recursos naturales a ser hoy uno de los exportadores más grandes de todos los países. Esto se debe justamente en el hincapié que hace Corea del Sur para fomentar el desarrollo educacional de su pueblo. De esta forma la economía de Corea se basa en la premisa de desarrollar capital humano excepcional para mejorar el futuro de su nación y sus integrantes.

Sin embargo, los estudiantes de Corea del Sur se ven envueltos en una presión académica muy alta, donde por ejemplo para la prueba de selección universitaria llamada CSAT por sus siglas en inglés, los estudiantes promedio se preparan entre 12 y 14 horas diarias para rendir las pruebas de cada universidad.

En definitiva, las políticas que fueron desarrolladas por el gobierno coreano, al pretender alcanzar una excelencia académica de sus estudiantes, hicieron que estos sean sometidos a una competitividad y presiones tan altas que se traducen en altos grados de estrés, ansiedad y depresión, traducidos en infelicidad de los estudiantes de la población de Corea del Sur que en muchos casos acaban en suicidios.

Si bien Corea del Sur apostó por la educación como el motor del desarrollo, clave para el milagro económico de corea, llegando a ser la cuarta potencia de Asia y decimoquinta potencia económica del mundo, hoy se cuestiona el modelo educacional que plantea, debido a la extrema infelicidad que genera en los estudiantes. Dado que un estudiante promedio acude a jornadas agotadoras, el gobierno llegó a exigir toque de queda para dejar de estudiar, además de proponer un nuevo reto enfocado en ser menos competitivos educacionalmente, pero más felices, donde el nuevo programa educacional propone más literatura, arte, creatividad y cooperación.

Sin embargo, solucionar un problema de extrema competitividad no es tan simple como parece, ya que este está inculcado en la cultura del país, donde son los mismos padres quienes de temprana edad enseñan a sus hijos el valor de la educación, el estudio y la responsabilidad. Los estudiantes tienen una presión muy grande de ser lo que sus padres y amigos esperan de ellos, para así alcanzar un presunto prestigio social, y envuelto un clima de competitividad se traduce en infelicidad.

En el video “Corea del Sur: Prohibido fracasar” Padres surcoreanos opinan sobre la situación que esta viviendo su hija en el periodo de “infierno de los exámenes”

“A veces me da pena mi hija, pero todos los demás chicos hacen lo mismo, y no queremos que se quede atrás, con malas notas no podrá elegir una buena universidad.”

Podemos ver como los padres están conscientes de la infelicidad de sus hijos, sin embargo, dado la alta competitividad de los estudiantes, no quieren que su hija se quede atrás comparativamente, por lo que dejan que estudie horas inhumanas ya que reconocen

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