Ensayo entrevista con Jane Goodall

Jane Goodall, primatóloga, etóloga, activista ambiental y mensajera de la paz de la ONU, de nacionalidad inglesa y toda una eminencia en el mundo de la ciencia y una gran inspiración para muchos, habla en la entrevista con la directora de la fundación Planet on Norma Cuadros.

En la conversación que sostuvieron hablan de forma muy amena y reflexiva acerca de como la pandemia del Covid-19 es consecuencia del poco respeto que se le tiene a la naturaleza, respecto a cómo el ser humano ha sido tan inteligente para mandar un robot a otro planeta a tomar fotos, pero increíblemente estúpido a la hora de cuidar el medio ambiente, con las consecuencias que eso a traído, muestra de esa estupidez es el echo de que de los 60 ítems en lista desde el 2010 para lograr el desarrollo sostenible solo se ha conseguido cumplir con 7, nos comenta acerca de la gran influencia de la política en esta situación, criticando fuertemente a presidentes como Trump, en cuyo mandato a tumbado innumerables causas medioambientales, y Bolsonaro, en cuyo gobierno la deforestación no ha hecho más que aumentar drásticamente, desgraciadamente de Colombia se lleva una percepción equivocada, debido a que esta entrevista fue organizada por un medio periodístico colombiano de gran alcance se aprecia la censura que se vive a la hora de hablar de la ineficiencia del gobierno sobre cualquier cosa, para los que conocemos la realidad del país, normalmente gracias a medios internacionales se nos hace fácil notar esta censura descarada.

Criticó duramente la experimentación con animales, no solo desde la parte inhumana de esta, sino también por el echo que es una técnica que si bien era muy útil en tiempos pasados debido a la falta de tecnología hoy en día se queda un tanto atrás, porque existen muchas alternativas para evitar el uso de animales, por ejemplo mediante cultivos celulares, la utilización de esta técnica de hecho seria muchísimo más acertado por el motivo de experimentar algo humano en un tejido del mismo da resultados muchísimo más viables que experimentando en un tejido animal, por ello nos insta a exigir a los gobiernos el uso de alternativas a estas prácticas.

Al principio de la entrevista hablaba no solo como científica, sino también como mujer, haciendo reflexionar acerca de como las mujeres se alejaban de este campo de trabajo no tanto por cuestiones de género, si no porque a la ciencia se la veía mucho como un campo frio y sin sentimientos, cuando en realidad la ciencia requiere precisamente de esas características femeninas de empatía y cariño, y habla dándole animo a las jóvenes y jovencitas para que incursionen en el campo científico no como siempre se ha hecho, con una actitud más masculina incluso que la de los hombres, pensamiento muy bien explicado al recordar lo dicho por un miembro de una tribu cuando estuvo una vez en Latinoamérica: Nuestra tribu es una águila, un ala son los hombres y la otra son las mujeres, y se necesita que las dos sean iguales para que vuele.

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