Ensayo sobre el film: "El dilema de las Redes Sociales"

Ensayo Sobre el Documental: “El Dilema de las Redes Sociales”

El Dilema de las Redes Sociales

NRC 2071

“Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”, Arthur Clarke (1917-2008). A pesar de que las redes sociales representan un gran ventaja a la hora de hacer negocios, también es necesario tomar en cuenta qué sucede con los consumidores. En el documental “El Dilema de las Redes Sociales” de Jeff Orlowski, se observan los impactos negativos de estas herramientas en la vida cotidiana de las personas. Para empezar, se comenta sobre los problemas de adicción que causan. A continuación, se comenta sobre el peligro de las noticias falsas y desinformación. Finalmente se analiza qué pasa con el robo de datos personales y los riesgos de hackeo, que pueden incluso causar inestabilidad política y social en un país entero. De esta manera, se plantean los grandes retos que tiene el ser humano frente al avance exponencial en tecnología. Sin embargo, ¿es realmente culpa de los creadores de redes que surjan estos problemas?

En lo que respecta al primer punto, es obvio afirmar que las redes sociales causan adicción. De acuerdo con el documental, las redes analizan la conducta de los seres humanos todo el tiempo y tratan de predecir lo que harán. El modelo de negocios de las redes sociales es mantener al usuario “enganchado” durante el mayor tiempo posible para mostrarles la mayor cantidad de anuncios. Desde el punto de vista empresarial, las redes sociales son una gran oportunidad de crecimiento, pues permiten que sus estrategias publicitarias lleguen a clientes específicos. Dicho de otra manera, permiten llegar a un segmento de mercado más específico y que podría estar interesado en la marca. Sin embargo, se plantea un problema: ¿qué sucede con los consumidores? Durante el filme, se argumenta que uno de los problemas más grandes es que las personas tienen que estar el mayor tiempo posible usando sus redes sociales para que las redes sociales generen utilidades. Esto significa que, en este modelo de negocios, es necesario causar adicción para obtener beneficios. Para lograr este objetivo, empresas como Google o Facebook emplean inteligencia artificial y uso de algoritmos complejos que permiten predecir los gustos y el comportamiento de un consumidor. Esto ha causado que la vida cotidiana antes de redes sociales haya cambiado drásticamente en la última década. Los celulares son parte del día a día y la comunicación física ha ido mermando. De acuerdo con Elon Musk, vanguardista de los avances tecnológicos, en múltiples entrevistas ha mencionado que las personas “ya son en parte un cyborg” pues dependen en gran parte de los celulares para comunicarse tanto con personas que se encuentran a kilómetros de distancia como a personas que se encuentran cerca. Musk concluye que es posible que en los próximos cinco o diez años, “la humanidad podría quedarse [completamente] muda, pues las interacciones las realizaría a través del móvil” (como se citó en Blake, 2020, párr. 3). Sin embargo, esto no significa algo completamente negativo, pues sería posible entablar una comunicación mucho más rápida y precisa.

Por otro lado, también se argumenta que las redes sociales son el lugar donde se generan más noticias falsas y desinformación. Se comenta que miles de usuarios crean noticias falsas con el fin de alimentar el morbo “conspiranóico” o ganar más seguidores a cualquier costo. Todo esto tiene que ver también con la necesidad de aceptación, otro tema que se expone en el video. Debido a la gran velocidad a la que se difunde la información gracias al internet, estas noticias, apoyadas con montajes de videos o audios, pueden cambiar la perspectiva objetiva sobre un tema y modificar las creencias de una persona. Sin embargo, en este punto se presenta un gran problema: el documental expone que la única problemática viene de las redes sociales y sus creadores. Ante esta conclusión, ¿es posible afirmar que toda la responsabilidad la tienen las redes sociales? Desde otro punto de vista, la educación debe ser un elemento fundamental para combatir estas noticias falsas, al igual que en el pasado. En específico, el uso del pensamiento crítico tiene que ser una capacidad que deba desarrollarse desde la educación tradicional. Es decir, “analizar y reflexionar sobre la información que recibimos del exterior, pero también aquella que pensamos” (Gutiérrez, 2021, p.10) no es algo que las redes sociales deban enseñar a sus usuarios. Al contrario, las redes sociales sirven para “conectar a las personas”, como lo menciona el slogan de Facebook. Por último, es necesario e importante observar que incluso en las épocas pasadas, las personas también recibían noticias falsas y desinformación. Un claro ejemplo de ello se puede observar con la “Santa” Inquisición. En este contexto, miles de personas podían hacer que sus enemigos sean encarcelados y asesinados si presentaban noticias falsas. En esa época, la culpa no la tuvieron los medios de comunicación, sean orales o escritos, sino la falta de pensamiento crítico.

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