Ensayo sobre política en México

MI CIUDAD ES LA CUNA…

Introducción

En méxico tenemos muchos analistas, críticos sociales y politólogos que nos nos mencionas en sus libros y análisis una realidad mexicana, ubican el problema social de México como un pleito entre “políticos” y con la hirónica frase “El que no tranza no avanza” cuando de esto ya tenemos mucho escrito y muchos que lo escriben. Después nos pretenden dar una lección histórica que explique el comportamiento y evolución de la sociedad y su sistema político, finalmente nos regalan un diagnostico para la solución de los problemas del país.

Denise Dresser (politóloga mexicana) en su libro “El País de Uno” nos muestra un panorama muy amplio de forma franca y abierta, sobre la situación política de México como país y como sistema con poca funcionalidad práctica.

Pero, seguir describiendo al sistema apegados a la idea de las fallas tanto de Gobierno como sociedad, es seguir en el juego del yo no fui, fue teté… En este país lo que se necesita son soluciones, muchas veces decimos que como personas debemos propiciar ese cambio, pero mover conciencias es un trabajo ardúo y en algunas ocasiones se me antoja casi imposible. No considero que el cambio esté solo en la mente de una persona, el cambio se verá reflejado cuando alguien sea capaz de mover a la multitud mexicana.

En el presente trabajo hago una brebe descripción de la opinión que tengo acerca de nuestro país, desafortunadamente como lo he dicho anteriormente, no basta con una mente en contra de los actos que como sociedad nos llevan a no avanzar, se necesitan voluntades, y muchas.

Desarrollo

Es preciso determinar exactamente cuál ha sido el error que como sociedad nos mantiene hundidos, muchos hablamos de la persona que está dando la cara por nuestro país en este momento y los que ya pasaron por ahí, que si han robado, que si no han leído un libro, que si son ineptos, que si nos están veniendo, todo esto a pesar de que nosotros hemos puesto a estas personas en el poder y digo que hemos puesto, porque no hemos hecho nada por defender nuestra nación, nos hemos conformado con aprender a tomar de forma ligera que un sexenio más estaremos bajo el abrigo de una persona que no está preparada.

Naturalmente yo no puedo decir nada claro sobre estas cuestiones políticas, pues estoy demasiado lejos de poder comprobar si lo que se dice es cierto o no, lo único de lo que puedo hablar es de lo que veo a diario en las calles, en la escuela, en el transporte, en los hospitales, en el trabajo y por qué no decirlo, hasta en los hogares.

Puedo hablar del triste panorama ocupacional en México, que es el triste panorama que encuentra cada sexenio el nuevo mandatario a quien legan cifras espantosas en materia laboral y económica y este escenario de carestía que castiga particularmente a los sectores más pobres de la población, es el escenario que debe tratar de ordenar como un destrozado rompecabezas heredado.

¿Pero cómo puede un presidente armar toda una nación, cómo hacer suyas las políticas o pensamentos más inteligentes y viables, cómo hacer esto cuando mantiene en sus secretarías a todos los exponentes antiguos que disque manejan la economía, cómo hacer esto posible si a parte debe cargar con un pueblo que está dispuesto a criticar y no hacer nada por crecer?

No sigamos culpabilizando de nuestras conductas a los demás, porque somos nosotros los principales promotores de las fallas, al permitir a nuestros representantes políticos todas sus faltas, al ser parte de la delincuencia organizada al comprar un disco pirata, somos parte de esas fallas al tirar la basura en la calle y aún así, nos atrevemos a medir con una vara muy corta a las personas que son exhibidas por actos que la mayoría cometemos pero que no hemos sido expuestos ante la lente de una cámara, podemos hablar muy fácilmente de una Lady Polanco o Lady basura. Pero eso si, reclamamos mantenimiento a nuestras colonias cuando no somos capaces de respetar la pared del vecino, le digo rateros a los políticos cuando me fregué a mis empleados sin pagarles horas extras, les digo falsos cuando no soy capaz de decir a mis padres que reprobé una materia, cuando me clavo el cambio de las tortillas, cuando invento cualquier tarugada a mis maestros para justificar mi flojera, exijo respeto a mis derechos cuando me burlo de un hombre que besa a otro y que viene de provincia.

...