Ensayo: una aproximación a la cultura política colombiana desde el debate contemporáneo de la democracia
Enviado por Liakfu • 6 de Junio de 2021 • Ensayo • 1.675 Palabras (7 Páginas) • 139 Visitas
Gestión de las organizaciones publicas
Ensayo: una aproximación a la cultura política colombiana desde el debate contemporáneo de la democracia.
Presentado por: Lía Otavalo Rojas
Presentado a: Iván Darío Zúñiga
Semestre: V
28-05-202
Introducción
La cultura política a través de los tiempos se ha venido desarrollando sin tener explícito que es concepto real de lo que en sí es, “Para algunos investigadores la cultura política tendría que ver con los conocimientos, valores, creencias, sentimientos, predisposiciones y actitudes de los individuos ante la política y los asuntos a ella ligados. Esta visión prioritariamente psicológica de la cultura política se relaciona sobre todo con las disposiciones u orientaciones de los individuos y los grupos hacia los objetos políticos. Este escrito tiene como objetivo mostrar, debatir y reflexionar sobre como el concepto cultura política se ha constituido en una herramienta fundamental para la historia política. En este sentido lo que se pretende es debatir y analizar los fundamentos que contiene de lo que son la cultura y la política. La cultura política es ideal en todas las sociedades en proceso de cambio, teniendo en cuenta que aporta en procesos de desarrollo. El objetivo final será, contribuir a la construcción de una base crítica, sobre el concepto y la importancia de la cultura política en la sociedad.
Desarrollo
La cultura política se ha consolidado en las últimas décadas como un tema central entre investigadores provenientes de diversas ramas de las ciencias sociales. Esto es así porque dicho concepto ha abierto diferentes vías de explicación sobre algunos de los fenómenos sociopolíticos actuales, en especial, de aquellos que tienen que ver con la calidad de la democracia y la participación ciudadana. No obstante, y sin negar la pertinencia y riqueza de los múltiples aportes en tales temáticas, es necesario analizar los principales supuestos de la cultura política, desde sus raíces conceptuales, con el fin de reconocer algunas de sus limitaciones explicativas o las problemáticas de sus principios epistemológicos fundantes. Debemos partir, entonces, por entender que la cultura política es un concepto en permanente construcción, objeto de estudio de diversas disciplinas, y que se ha estudiado utilizando diferentes referentes metodológicos.
Se puede encontrar un primer antecedente conceptual en el estudio de Verba y Almond, The Civic Culture: Political Attitudes and Democracy in Five Nations realizado en 1963. Este estudio se enfocó sobre tres dimensiones de la relación entre los ciudadanos y sus instituciones: dimensión cognoscitiva, dimensión afectiva y dimensión evaluativa (almond 1963). Almond considera que una de las contribuciones más importantes de esta teoría es que señala la diferencia entre la realidad y la percepción individual de la política, es decir, que aunque exista una realidad política institucional, efectiva y operante, ésta no necesariamente se corresponde con la percepción que tienen de ella los individuos de una sociedad. Por otra parte Autores como Clifford Geertz abordarán la problemática partiendo de afirmaciones como: Aquí, cultura no es ni culto ni usanza, sino que son las estructuras de significación en virtud de las cuales los hombres dan forma a su experiencia; y la política no es aquí golpes de estado ni constituciones, sino que es uno de los principales escenarios en que se desenvuelven públicamente dichas estructuras. Esta premisa no tiene la intención de proponer que la cultura no regula las relaciones sociales, pero sí que la oposición y la contradicción ocurren de forma natural e intrínseca al proceso de construcción de significados. Lo anterior quiere decir que la cultura no se constituye, por lo menos de manera exclusiva, como una serie de contenidos externos a los sujetos (mucho menos como una serie de “recetas” que se reproducen mecánicamente), sino como algo mucho más dinámico y, por ello, en constante creación y manipulación por los individuos. El tema de la cultura política es de fundamental importancia para la ciencia política actual, puesto que es a partir del conocimiento de los valores, creencias, convicciones y conductas de los ciudadanos en una sociedad determinada que se puede comprender e incidir en la posibilidad de construir y garantizar la solidez y permanencia de un sistema democrático. La importancia de la cultura política y su conexión con la estabilidad política y el desempeño gubernamental se hace más que evidente si consideramos que la supervivencia y la eficacia de un gobierno dependen en buena medida de la legitimidad que posea a los ojos de los ciudadanos, es decir, de la coincidencia que haya entre lo que concibe y espera la población de las autoridades y estructuras públicas y el desempeño de éstas. La participación. El ciudadano quiere, al igual que el elector, ser antes que nada un sujeto activo de la política, un miembro de la sociedad con capacidad para nombrar a sus representantes y a sus gobernantes; pero también quiere organizarse en defensa de sus derechos, para ser escuchado por el gobierno y, en fin, para influir en los rumbos y direcciones de la vida política en el sentido más amplio. De ahí que una premisa básica de los valores y actitudes democráticas sea la participación voluntaria de los miembros de una población. La participación incrementa el potencial democrático de una nación justamente porque aumenta el compromiso ciudadano con valores democráticos tales como la idea de una sociedad atenta y vigilante de los actos del gobierno e interesada en hacerse oír por éste.
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