Ensayo vida de consumo
Enviado por sandragaspar2807 • 15 de Octubre de 2022 • Ensayo • 5.946 Palabras (24 Páginas) • 58 Visitas
[pic 1][pic 2]UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI
FACULTAD DE ECONOMÍA
LIC. EN COMERCIO Y NEGOCIOS INTERNACIONALES
INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA
ENSAYO “VIDA DE CONSUMO”
ALUMNA: RUBIO GASPAR SANDRA AMÉRICA.
DOCENTE: JORGE DOMÍNGUEZ GUTIÉRREZ
FECHA DE ENTREGA: MIERCOLES 1 DE DICIEMBRE DEL 2021
Introducción
Zygmunt Bauman fue un filósofo, sociólogo y ensayista polaco de origen judío, considerado uno de los intelectuales más grandes del siglo XX, durante toda su carrera Zygmunt desarrolló una sociología crítica y emancipadora, siendo influenciado por pensadores como Karl Marx y Max Weber, reconocido por obras como Modernidad Liquida (2003), Amor liquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (2005) y por supuesto Vida de consumo (2007), en la cual nos presenta una dura y demoledora critica al consumismo, contándonos así como hemos pasado de una modernidad solida a una modernidad liquida, si también como hemos pasado de la ética de trabajo a la ética del consumo.
Durante la introducción de este libro el autor nos plantea 3 diferentes casos, en el primero no expone la idea de cómo es que los sitios recientemente abiertos (sitios web, lugares físicos de convivencia) tienen un auge de popularidad cuando son los más recientes, este auge disminuye con el pasar de los días y se ve totalmente eclipsado cuando otro sitio es abierto, cediéndole así su popularidad, convirtiéndose así en una cadena conforme se instalan e inauguran nuevos sitios de convivencia. Se centra en la idea de que las redes sociales satisfacen la necesidad de los individuos de atención, como Zygmunt Bauman (2007) menciona
“Los usuarios están felices de “revelar detalles íntimos de su vida íntima”, “de dejar asentada información verdadera” e “intercambiar fotografías”.” (p.12)
Como segundo caso, el autor nos plantea “las empresas utilizan sistemas informáticos para maltratar de una manera más eficiente al cliente según el valor que este tenga para la empresa” exponiéndonos que las empresas hacen unos de la tecnología para clasificar y catalogar a los clientes, ahorrándole así energías y tiempo a los administrativos ya que ellos tendrías que evaluar la rentabilidad y fiabilidad de los clientes, catalogándolos por sí mismos, esta tecnología les permite eliminar a los “consumidores fallados” aquellos con poco efectivo, crédito o entusiasmo por comprar, estos no son aceptados en el juego del consumo.
Como último caso nos plantea como en el Reino Unido, el ministro del interior dio a conocer un nuevo sistema de inmigración “basado en puntaje” el cual, según él, servirá para que solo las personas con habilidades que el Reino Unido necesita entren a ese país. Analizando los tres casos nos podemos dar cuenta que los adolescentes (o cualquier persona que utilice una red social), los clientes e inmigrantes tienen algo en común: ponerse a la venta en un buen valor. Todos somos parte del espacio social llamado mercado, cada persona es encargada de promocionar y vender su producto (a sí mismos), siendo nosotros mismos los encargados del marketing y de la mercadería.
De igual manera el autor nos propone una idea de cómo debería de ser el empleado perfecto (según los empleadores) desean que sus futuros empleado naden en lugar de caminar o mejor aún, sepan navegar, haciendo referencia a que necesitas que estos subordinados estén siempre 4 pasos delante de lo que sus jefes pidan, así mismo requieren de una persona que no tenga ninguna atadura emocional y que pueda dejar la empresa cuando ya no sea útil o requerido, siendo cada vez más difícil entrar al mercado del trabajo (si no estás dispuesto a cumplir con estas expectativas), este mercado está regido por tres sencillas reglas:
- El propósito de todos los productos en venta es ser consumidos o comprados.
- Los compradores quieren consumir bienes solo y solo si ese bien satisface sus deseos y necesidades.
- El precio que el cliente estará dispuesto a pagar dependerá de que tan grandes sean sus deseos y de que tan creíble sea la promesa del producto.
En esta sociedad de consumidores en la que estamos inmersos nadie puede (de acuerdo con Bauman) ser un sujeto sin haber sido un producto primero. Con el afán de poder explicar el mercado laboral, el autor refuta en el concepto de “fetichismo de mercancía” el cual consiste en el ocultamiento de la mano de obra, y lo plantea en la subjetividad del sujeto, quien está condenado a elegir entre los productos que ofrece el mercado para mantenerse en línea acuñando así el término “fetichismo de la subjetividad”, este último no es divisible del hombre, sino que representa una parte de él.
Bauman nos presenta diferentes hipótesis, en las cuales profundizaremos más adelante, de un lado nos presenta la hipótesis general la cual hace referencia al cómo se pasa de una sociedad de productores a una sociedad de consumidores a lo largo de los últimos años, por otra parte, propone la hipótesis particular, que supone una reconfiguración de en la noción del sujeto cartesiano (sujeto dividido entre el saber y la verdad), el cual se apropia de su entorno y objetos, a una visión de un sujeto transformado en un objeto o un producto. Con el afán de probar estas hipótesis, Bauman propone 3 ideales, justificándolos con lo siguiente:
“Es necesario insistir en que aquí los "tipos ideales" no son instantáneas o impresiones de la realidad social, sino intentos de construir, a partir de sus elementos esenciales y su configuración, una tipología que vuelva inteligible la caótica y dispersa evidencia que recoge la experiencia... Los tipos ideales no son descripciones de la realidad social, sino herramientas para su análisis...” (Bauman (2007) p.41)
Bauman, expone los estos tres tipos ideales, los cuales son ventanas para entender la genealogía de la sociedad líquida. El primer tipo ideal es el consumismo, planteado en su relación contrariada respecto al consumo. El segundo tipo ideal lo componen las dinámicas que suponen la puesta en marcha del consumismo en la sociedad de consumidores. El tercer tipo ideal es consecuencia de los dos primeros: el establecimiento de una cultura de consumo. Siendo estos los capítulos que el expone en el libro Vida de consumo, los cuáles eran objeto de análisis en este proyecto.
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