Estado De Los Derechos Humanos

Dentro de la velocidad con la que se mueve el mundo actualmente corremos el riesgo de perder de vista el verdadero sentido de la existencia, el fin real, el ser humano. Es necesario que nos detengamos un momento a reflexionar brevemente sobre la situación de los Derechos Humanos en el contexto actual con el fin de criticarnos a nosotros mismos en función de la defensa de nuestra dignidad intrínseca.

Debemos entenderlo, en estos tiempos, los Derechos Humanos están aun distantes de ser defendidos, consolidados y realizados plenamente. Como un ejemplo claro, desde el punto de vista de las convenciones a favor de los mismos, el tomador último de decisión con respecto a ratificarles es cada uno de los Estados y en la actualidad muchos países se muestran reticentes a acoplar sus legislaciones bajo este paradigma, lo cual es un gran atraso a lo que en la defensa los Derechos Humanos se refiere. Y si en el mejor de los casos, existe la buena voluntad de ratificarles, el mismo llega a quedar como un dechado de buenas intenciones pues su aplicación dista mucho de ser una realidad.

Las ONG’s dedicadas a la promulgación y defensa de los Derechos Humanos, no cesan en su lucha de una consolidación plena de los mismos y se esfuerzan por incentivar medios supranacionales que velen y tengan ingerencia en los Estados para que los mismos sen cumplidos de forma efectiva. Constantemente los informes dedicados a revisar el estado de los Derechos Humanos en el mundo, tienen como factor común la inconsistencia y desigualdad entre los distintos regímenes. Las violaciones son constantes en los Estados totalitarios y la reticencia de los mismos a ratificar convenciones o, al menos, suavizar ciertos tratos evidencian esa brecha que cada vez se presenta más profunda. Actualmente son varios los países que argumentan que los Derechos Humanos son una inventiva de las democracias de occidente y que por ello no son compatibles con sus culturas, tal tesis la utilizan para preservar prácticas atroces y vejaciones constantes a sus poblaciones.

Las guerras, por definición, son incompatibles con el paradigma de Derechos Humanos y actualmente, como lo menciona el último informe de Amnistía Internacional, “la violencia armada aflige a países de todo el mundo. Los conflictos armados y los delitos violentos se cobran vidas de hombres, mujeres, niños y niñas cada día”, y ello viene a ser solo una variación cotidiana de la violación de los Derechos Humanos y su siempre inconcluso proceso del reconocimiento plano para todas las personas en el mundo.

En general, el globo está siendo regido por crecientes temores, la violencia extrema, los conflictos eternos y la pobreza, siendo todas incompatibilidades con los Derechos Humanos, en palabras de Irene Khan, “Los derechos humanos…se están tirando por la borda en nombre de la seguridad, hoy al igual que entonces. Como en la época de la guerra

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