Etica De Las Relaciones Publicas

ÉTICA DE LAS RELACIONES PÚBLICAS

La ética hace referencia al sistema de valores por el que una persona determina que es lo que está bien, y qué está mal, que es justo o injusto. Se muestra mediante el comportamiento moral en circunstancias específicas. La conducta de un individuo no solo se mide en función de su conciencia, sino también en función de algunas normas de aceptabilidad que se han definido desde el punto de vista social, profesional o de una organización.

La dificultad de valorar si un acto es ético reside en el hecho de que los individuos tienen distintos estándares y percepciones de lo que es bueno y malo. La orientación filosófica de una persona también puede determinar cómo actúa en determinada situación. Los filósofos afirman que las 3 orientaciones básicas de valores son las siguientes:

* El absolutismo.

* El existencialismo.

* El circunstancialismo.

Las personas toman sus decisiones a partir de los fundamentos básicos de decir la verdad, mantener las promesas, la lealtad y el compromiso. Los profesionales de las relaciones públicas tienen el dilema adicional de tener que tomar decisiones que satisfagan:

* El interés público.

* Al empresario.

* El código ético profesional de la organización.

* Sus valores personales.

En un mundo ideal, ninguna de las 4 anteriores tendría que entrar en conflicto, pero en la realidad suelen hacerlo. Códigos de conducta profesional, o códigos deontológicos, son un conjunto de normas de comportamiento aceptables para los profesionales y empleados. Casi todas las organizaciones nacionales de relaciones publicas tiene un código de ética, estas organizaciones también ejercen el derecho de censurar o expulsar a aquellos miembros que violen el código.

El publirrelacionista es el encargado de crear y mantener las buenas relaciones entre los miembros de la organización, y entre la organización y los demás sectores de la opinión pública, a fin de proyectar una buena imagen de la organización, debe estar siempre sujeto al cumplimiento de las normas éticas y morales para que esa imagen sea siempre favorable.

Desde el momento de su inclinada disposición hacia la profesión de relaciones públicas, el individuo debe mostrar un elevado índice de moralidad, pues se trata de una carrera en la cual se justifica una vocación hacia la verdad, el trabajo y el decoro. Pues quien toma la decisión de hacerse compromisario de contribuir a la formación de la opinión pública no puede tener menos sentido ético lo que tiene que:

* Ser independiente.

* Ser responsable ante la sociedad y el interés público.

* Manifestar su preocupación por la competencia y honorabilidad de toda la profesión.

* Mostrar una elevada lealtad a los estándares de la profesión y a los colegas, más que a la persona que actualmente está

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