Ciberdemocracia, Libertad Y Relaciones públicas

El ser humano nació libre por naturaleza, sin embargo al convivir en sociedad siempre unos pocos tomaron el poder para “establecer el orden”, así surgieron las leyes en todos los países del mundo. Algunos se atribuyeron el permiso divino para decidir sobre la vida de los demás, de esta forma nació también la monarquía, especialmente en Europa, y la figura del emperador en Asia.

Con la época de la conquista, en el siglo XV y XVI, se hizo notorio aún más para ciertas sociedades, que no eran los únicos y principalmente que no todos eran iguales. Este fenómeno propició que unas civilizaciones tomaran dominio sobre otras e incluso de la manera más fuerte y déspota.

Aún así el deseo del hombre por recobrar su condición original otorgada por la naturaleza fue más fuerte que las cadenas de la opresión. Se lideraron batallas con tinta y espadas, cuyo estandarte era la libertad de los pueblos. La sangre corrió en Europa, primero en Francia donde la sublevación popular acabó con la nobleza, posteriormente en América y África las luchas independentistas, algunas más cruentas que otras, dieron origen a naciones soberanas.

La historia ratifica que la libertad siempre será el sueño más codiciado del hombre y partiendo de esta idea se genera un concepto básico de supervivencia, la libertad del pueblo de decidir por su destino, la democracia.

Aún hoy se llevan acabo luchas con un solo fin, alcanzar la libertad del pueblo, la democracia; Egipto, Libia, Siria y otras naciones de Asia y África son protagonistas de estos litigios

Los medios de comunicación han tenido que combatir por años contra la dictadura que coarta el mayor interés del hombre y su principal necesidad, la comunicación.

En 1993 se reconoció mundialmente la libertad de prensa como un derecho, y se estableció el 3 de mayo como el día para conmemorar a quienes se sacrificaron para que el pueblo tuviese una voz. Pero cuando las luchas anarquistas populares logran su cometido, tal y como ha ocurrido siempre en la historia, quienes ganaron la batalla se convirtieron, tras un tiempo prudencial, en los nuevos dueños del poder.

Durante siglos los medios de comunicación hicieron las veces de las viejas monarquías europeas, fueron los Luis XV y María Antonieta de un mundo donde la información se cotizaba más que las tierras y los títulos nobiliarios.

La información se convirtió en un verdadero negocio por el que todos estaban dispuestos a pagar, un concepto cuyo monopolio estaba ahora en las manos de los poderosos y tradicionales medios de comunicación. Nuevamente la libertad y la democracia eran ultrajadas por quienes usaban sus colores como bandera.

El principio de informar al pueblo quedó muchas veces aplastado ante los intereses económicos de las grandes compañías que movían las fichas en el ajedrez de las noticias.

Los editores con sus filosas tijeras y su “visión crítica” decidían todos los días cuales hechos eran dignos de impregnarse de tinta y ser acariciados la mañana siguiente por millones de lectores mientras degustaban un café, una tostada o un cigarrillo.

Tiempo después la llegada de la televisión fue como un dejavú a la Grecia antigua donde el culto a los dioses era más que parte de la rutina. Fue así como Afrodita y Zeus aparecieron frente a la pantalla mientras simples mortales observaban dentro de una caja con circuitos, con admiración y hasta un poco de envidia, a otros tan mortales como ellos que tenían la bendición de las Cadenas de Televisión para difundir su imagen.

Cuando nadie se acordaba de que el concepto de democracia y libertad era aplicable a la comunicación y debía de ser inherente a ella, cuando las grandes empresas periodísticas continuaban su camino de éxitos rumbo a nuevos negocios, un fenómeno que empezó como un proyecto militar del Departamento de Defensa de los Estados Unidos sorprendería a todos, la Internet.

La Word Wide Web sentaría las bases de la democratización mundial de la información y más allá de eso establecería los inicios de la libre comunicación entre todos los humanos del planeta.

De esta forma luego de algunos años de explorar el ciberespacio, surgieron sitios como digg donde cualquier ciudadano común puede postear un hecho que considere noticioso y una comunidad de usuarios, al la que también pertenece, votará y decidirá si puede considerarse como noticia, se trata de miles de editores democráticos en línea.

Con el auge de las comunicaciones en la Internet se abrieron además espacios gratuitos donde cualquiera puede escribir sin ser periodista y sobre el tema que desee, los blogs. Este gran salto dio origen a lo que se conoce como Periodismo 2.0.

La web 2.0 podría definirse como la verdadera voz del pueblo expresada por el pueblo mismo, sin intermediarios que puedan filtrar información a su conveniencia. De esta manera la Internet se convierte en un medio de participación popular.

Todas las personas tienen algo que decir sin importar si su comentario sea relevante o no, la comunicación es una necesidad, un acto implícito en el hombre desde el origen mismo de su existencia, cuado no se registraban códigos fonéticos ni dialécticos y el arte rupestre consistía el lenguaje por excelencia.

De esta forma los blogs se convirtieron en una realidad tan cercana y un elemento tan cotidiano y popular que algunos de ellos igualan a los grandes medios en influencia en la red y algunas bitácoras tienen audiencias sin precedentes.

Tras el periodismo 2.0 y la creación de contenidos informativos conforme las características de la web, surgió un concepto aún más integral, el Periodismo 3.0, es decir la socialización de la información.

Ya no solo era posible expresarse a través de la web sino conversar y que otros opinaran sobre los post de cualquier persona., el ciberespacio se convirtió en una gran comunidad dedicada a un dialogo interminable que aprovechaba los elementos multimedia para generar más información.

Internet revolucionó

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