Etica Para Amador

Ética para Amador (Fernando Savater)

La mayoría de las cosas las hacemos porque nos las mandan porque se acostumbran hacerlas así o simplemente porque nos da el capricho de hacerlas así.

El autor expone que hay que dejar de seguir órdenes y costumbres, de todo lo que quiera dirigirte desde afuera. Hay que plantearse todo eso desde nosotros mismos.

Lo que encierra ese “Haz lo que quieras” es una aparente contradicción, problema esencial de la libertad misma, es decir, que no somos libres de ser libres, sino que no tenemos más remedio que serlo.

De este modo, la frase “Haz lo que quieras, no es más que expresar, de cierta manera, que hay que tomarse en serio el problema de la libertad; que nadie puede quitarnos la responsabilidad de escoger nuestro camino.

Puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean motivos adecuados para obrar, pero en otros casos no tiene por qué ser así. Nunca una acción es buena por ser una orden, un capricho o una costumbre. Para saber si algo me resulta conveniente tendré que razonarlo más a fondo, razonando por mí mismo. Nadie puede privarme de elegir y buscar por mí mismo. Cuando se es adulto, se debería haber logrado en cierto modo, la capacidad para inventar la vida, para no vivir la que otros nos inventan. Naturalmente no podemos inventarnos del todo porque no vivimos solos y muchas cosas se nos imponen aunque no queramos que sea así. Pero tendremos que aprender a vivir por nosotros mismos entre los caprichos, las órdenes y las costumbres que nos creamos o nos rodean. Y para eso no queda más que pensar dos veces lo que hacemos, pensar sobre lo ya pensado.

Saber vivir no es tan fácil porque hay diversos criterios opuestos respecto a qué debemos hacer. Pero lo que vaya a ser de nuestra vida es resultado de lo que elija cada cual. Podemos decir sí o no, quiero o no quiero. Cuando se habla de libertad a eso nos referimos. Somos libres de elegir lo que nos pasa, para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo. Pero no es lo mismo la libertad que la omnipotencia. Cuanto mayor es la capacidad de acción, mejores resultados podemos obtener de nuestra libertad.

Hay muchas cosas que dependen de mi voluntad, pero no todo. Porque en el mundo hay mucha otras voluntades y otras necesidades que no controlo a mi gusto. Si no me conozco a mí mismo ni al mundo en que vivo, mi libertad se quedará estancada, pero no por eso dejaré de ser libre. Existen muchas limitaciones a esa libertad, pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo, es nuestra fuerza.

A diferencia de otros seres, los hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida, podemos optar por lo que nos parece bueno, conveniente para nosotros, frente a lo que nos parece malo e inconveniente. Y así como podemos inventar y elegir, es que también podemos equivocarnos.

Toda esa libertad que poseemos puede servirnos para ser prudentes, y fijarnos en lo que hacemos, para adquirir un cierto saber vivir, o arte de vivir. No se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo bien. Esa buena vida implica tener relación con otros seres humanos. La humanización es un proceso que nos convierte en seres humanos, en lo que queremos ser. Toda la libertad que tenemos implica también detenerse a pensar lo que vamos a elegir; y lo que podemos elegir es que, para que el resto nos trate como humanos, yo tengo que tratarlos como humanos a ellos. Por eso vivir bien, o darse la buena vida no puede ser algo muy distinto a dar la buena vida, tener la libertad de elegir dar la buena vida a los demás.

Querer la buena vida no es un querer cualquiera, no es querer simplemente una cosa, porque las cosas no nos entregan más que cosas. En cambio las personas, nos entregan algo que ninguna otra cosa tiene, amistad, respeto, etc. Ninguna buena vida puede prescindir de las cosas, porque nos entregan cosas que necesitamos; pero tampoco de las personas, porque ellas nos ayudarán en un aspecto fundamental, el de ser humanos.

La moral es el conjunto de comportamientos y normas que solemos aceptar como válidas. La ética es la reflexión sobre por qué los consideramos cómo válido y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes. Pero el autor toma esas dos palabras indistintamente, como arte de vivir.

Así es que la reflexión ética para este autor implica pensar más a fondo como es esa cuestión del vivir bien o de darse la buena vida. Esa disposición a reflexionar implica precisar el sentido de esa buena vida que queremos vivir, intenta comprender la complejidad del asunto de vivir humanamente. Y la principal reflexión es saber es la de no estar decidido a vivir de cualquier modo, no estar convencido de que todo da igual porque después vayamos a morirnos.

La libertad permite decidir y ser conciente de lo que estas decidiendo, permite optar por algo o dejarlo. Ante esta elección se necesita de responsabilidad sobre las consecuencias de nuestros actos. Se trata de desenvolverse con libertad, desde la responsabilidad, ya que mis acciones después de ser realizadas, tendrán consecuencias, sobre las cuales se hará necesario reflexionar.

A veces dichas reflexiones, permiten el nacimiento de una sensación llamada remordimiento, la cual proviene de la libertad, ya que al ser libres podemos sentirnos culpables de nuestros acciones. El remordimiento en una sensación de descontento, que sentimos sobre nosotros cuando hemos utilizado de manera incorrecta la libertad.

Ser responsables, es ser libre de las acciones buenas y malas, aprendiendo sobre cada uno de nuestros actos e ir superándonos

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