Exceso De Velocidad Y Ley De Tránsito

Parece que tener una señal de tránsito restrictiva, con una clara gráfica que marca 50 km/h y 90 km/h, es irrelevante para algunos

conductores.

El hecho parte de la falta de control por parte de la Policía Nacional y la poca cultura de conducción existente en el país, sin mencionar la pobre señalización vial. Desde las mismas escuelas de conducción, donde -por cierto- el curso no dura más de 15 días, la falta de concientización sobre el

respeto a la ley y al peatón es evidente.

Cuando estuve en el curso, el mismo instructor violó en repetidas ocasiones los límites de velocidad urbanos; entonces, parte del problema es la pésima

calidad de enseñanza que nos prestan estas famosas escuelas de manejo.

En la ciudad de Quito, según un artículo de El Comercio, publicado el martes 30 de octubre, hay varias vías en las cuales constantemente se irrespetan los límites de velocidad. De acuerdo con el Reglamento a la Ley de Tránsito, que entró en vigor el pasado 25 de junio, en la zona urbana se puede circular a máximo 50 km/h.

En lo que va del año, a escala nacional 1.050 personas han sido detenidas (van presos tres días) y 20.000 fueron multados con 87,69 dólares.

Sin embargo, se menciona que los accidentes por exceso de velocidad han disminuido en un 50%. Datos de la Dirección Nacional de Tránsito (DNT) revelan que, entre

mayo y agosto de 2011 y 2012, los incidentes de tránsito bajaron de 1.786 a 877; aunque el índice de víctimas mortales no se ha reducido. En el mismo período, en 2011 se registraron 825 muertos en accidentes, mientras que en

2012 la cifra ascendió a 928.

Pero lejos de las estadísticas hay un tema más de fondo que se debe que solucionar: ¿quién nos asegura que los índices de infractores y accidentes van a seguir con tendencia a la baja? Claro, la solución parece simple, pero no lo es. Las autoridades

gastan dinero en iniciativas como los conciertos de "No más corazones azules" en las vías y comprar cientos de tarros de pintura para pintar los

corazones. Para mí, eso no es más que una pantalla. Hay que buscar soluciones inmediatas y efectivas para el problema.

En las redes sociales, radio y televisión se lanzó la iniciativa "Párale el carro", que es la campaña permanente de educación en seguridad

vial que se enfoca en cinco temas: exceso de velocidad, mal uso del

celular, irrespeto al ciclista, manejar en estado etílico e incentivar la denuncia ciudadana de malas prácticas de seguridad vial en buses interprovinciales.

Es mi criterio que todos somos partícipes activos de la solución. Cada uno debe, desde su perspectiva, colaborar y difundir un mensaje de cambio en la

mentalidad tanto de peatones como de conductores. Desde nuestros hogares enseñemos

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