FINLANDIA WORD

                                                              FINLANDIA WORD

Érase una vez un país maravilloso un lugar del que seguro Papá Noel no se olvida ni una sola de las navidades, lugar en donde hasta la existencia de las hadas sería posible si no fuera por el terrible frio que azota a este lugar. Lugar en el cual verás en las calles  a niños y niñas de hasta 7 años de la mano de sus padres, haciendo compras y  jugueteando por allí felices y risueños sin tener que estar encerrados haciendo deberes escolares. Ellos disfrutan comiendo dulces y chocolates.

Walter ahora es uno de esos niños felices que habitan en Finlandia Word. Pero que no es finlandés, Walter es sudamericano y llego a ese país hace 6 meses. En estos días cumple 9 años y ya está todo arreglado podrá asistir a la escuela! Está ansioso junto a su abuela ya que un buss lo pasará a buscar para llevarlo al colegio, al principio no lo podía creer cuando le dijeron que era gratis!!Tendrá un maestro por demás preparado que durante 6 años será el mismo, espacios para crear, compartir varios recreos, no se va a llevar tareas a casa sino que todo se realizará en la escuela, una comida caliente a diario, amigos, instrumentos para divertirse, libros para leer, herramientas pedagógicas! Wow de todo!! Mucho más de lo que estaba acostumbrado a recibir este niño oriundo de Buenos Aires, partido de Ezeiza. Es que nada les falta a los niños de Finlandia y todo era gracias al Estado.

Cuando Walter llega al colegio debidamente peinado, aseado y vestido para la ocasión se encuentra con maestros en la sala de profesores hablando en un tono elevado esto llama en demasía su atención y decide quedarse a escuchar la conversación:

-Maestro 1: hoy daremos tiempo a los alumnos para desarrollarse en el área de recreación musical.

-Maestro 2: Comparto, los niños deben entrenar su pasión por este arte. Les daremos los violines para que innoven.

-Maestro 1: Si y recuerda que lo que importa no es el contenido, lo que importa es el alumno. Usted sabe que tratamos de desarrollar su potencial individual en nuestras planificaciones y para eso nos centramos en la persona y no en transmitir información, seguimos el constructivismo pedagógico.

Walter despacio se aleja del lugar por un lado maravillado porque le fascinaba la música sobre todo el violín y lo que podría hacer con él y por el otro confundido por esas palabras raras que dijo el Maestro 2. Él no conocía de planificaciones ni de constructivismo pedagógico.

Recorre los pasillos y pretende entablar conversación con algunos niños pero estos se ven como tristes, apagados. Recuerda que su abuela finlandesa con la que vivía ahora, le dijo que los habitantes de este increíble país eran un tanto reservados y fríos. Que debía tener paciencia,  pero el niño había relacionado esto con las bajas temperaturas ya que la media anual de la ciudad es de 5,3º C, y en invierno es completamente normal llegar a temperaturas de -20º C. Lo que su abuela quiso explicarle es que este factor que puede parecer insignificante, influye muchísimo en la gente, es por eso que se comporta de una forma más reservada, más introvertida y tímida. Y sobre todo los niños.

Lo encontró pensando sobre esto un docente que lo saluda y lo acompaña hasta su salón de clases. Lo presentan en el 3 año de la primaria y le asignan un asiento. Se respiraba silencio y respeto en la clase. Los maestros eran increíbles, trabajaban en conjunto y podían compartirlo todo en clase parecían maestros de maestros, su abuela le había dicho que eran universitarios y especialistas en enseñar. Sólo le llamaba la atención la ausencia de tantos niños entonces en su finlandés fluido, debido a que su abuela se lo había inculcado de pequeño, le consulta a un compañero si habían faltado tantos chicos por algún motivo especial, a lo cual el niño nativo de Finlandia Word le responde que nadie había faltado que esos eran todos los del curso.

Walter termina su día escolar cansadísimo de jugar de hacer cosas y ansiando que sea el día siguiente. Al llegar a su casa su abuela está mirando las noticias:

-Periodista 1: Lamentable hecho, un hombre es atropellado por el tren.

El niño le pregunta a la abuela si había sido un accidente y la anciana solo se llama al silencio y continúa con sus cosas.

Llego su segundo día!! Y durante uno de los descansos comenta lo que vio en las noticias y uno de los compañeros le dice

-Compañero 1: Se suicidó no fue un accidente.

Walter no emite opinión pero se queda pensativo e ingresan al curso.

Mientras realizan sus actividades el niño no tuvo mejor idea que consultarle al maestro sobre la noticia que había visto.

El maestro lo mira sombrío y le dice:

-Maestro: hay temas que los niños no deben saber. Acaso en las noticias se dijo que fue suicidio? No lo creo.

El niño se queda callado y sonrojado por que el maestro nunca eleva la voz y esta vez lo hizo y él fue el culpable.

Busca complicidad entre sus compañeros para pasar el mal trago pero no lo consigue, ni siquiera aquella niña que compartía los momentos de recreación con él y con la que tan bien se llevaba: Maki .Entonces queda aislado. Hasta que en un momento uno de los compañeros le entrega una hoja impresa en la que decía:

 Este suicidio no se publicará mañana en la prensa local. Como mucho se informará de un accidente ocurrido en una estación de tren de la región de Helsinki. Sin fotos, sin detalles y, sobre todo, sin mencionar la palabra “suicidio”. Los medios de comunicación finlandeses intentan por todos los medios de evitar el “efecto contagio” entre la población. Con tal fin, utilizan una guía que insta a los periodistas a pensarse dos veces si merece la pena convertir un suicidio en noticia. Si deciden informar sobre ello, la guía les explica cómo hacerlo correctamente.  

“En el 90% de los casos de suicidio, la víctima tenía algún trastorno psiquiátrico: depresión, psicosis, esquizofrenia o trastorno maníaco-depresivo, por ejemplo, aunque no siempre estuvieran diagnosticados y en tratamiento

Lo lee, lo hace un bollito y lo guarda en su mochila.

Al otro día se lo enseña a Maki quien al ver que un adulto se acercaba lo guardo en su bolsillo.

Walter jamás se imaginaria lo que sucedería al día siguiente. Su abuela iría con él al colegio debido a un llamado que le realizaron desde allí. Entran al despacho del directivo y ahí se encontraba Maki junto a su madre que llevaba anteojos oscuros y su padre, visiblemente molesto e irritado.

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