Factores de exclusión social

Ubicación contextual del problema del abandono

Para entender la situación de abandono es necesario ubicarlo como una expresión de la exclusión social, la cual no discrimina en función del sexo, etnia, edad u otras características.

El abandono representa un problema estructural que denota los cambios sufridos en la sociedad y en la familia. Es una expresión en la mayoría de los casos de pobreza, desempleo y subempleo agravado por la a la situación de indigencia. Constituye un sinónimo de exclusión social, lo cual se agrava ante la presencia de patologías medicas.

En el país existe un 14% de “hogares excluidos” (150.089 aproximadamente), y se caracterizan, según comenta Pérez (2007) citado en el decimotercer Informe del Estado de la Nación, por “no tener acceso, de manera sistemática y por largos períodos de tiempo, a los beneficios de las políticas sociales; además, su inserción en el mercado de trabajo tiene rasgos de precariedad crónica, mientras que su situación parece difícilmente modificable a corto y mediano plazo” Esto significa que este grupo de personas se encuentra en una situación de “exclusión social”, es decir personas cuyos derechos humanos son violentados en las diversas esferas de la realidad que les rodea.

En una sociedad donde la competitividad es un valor central, los mecanismos de exclusión permean la dinámica social, generando situaciones de inequidad e injusticia social. Dentro de este marco, se ha construido una dinámica de exclusión que afecta a todos los ámbitos con diferentes escalas de afectación.

La competitividad es por naturaleza excluyente. Es por ello que, adultos mayores, indigentes, inmigrantes, indígenas, personas con discapacidad, entre otros, son proclives a convertirse en grupos poblacionales vulnerables, relegados a una situación de pobreza que los posterga y por ende marginaliza.

Se considera que la exclusión social es ocasionada por tres factores principales: estructurales, relacionado con la carencia de recursos materiales, derivada de la exclusión del mercado de trabajo; sociales, caracterizada por la falta de integración en la vida familiar y en la comunidad de pertenencia; y finalmente lo subjetivo, asociado a la ruptura de la comunicación y la debilidad de la significación y erosión de las dimensiones vitales.

Es fundamental resaltar el grave problema que refiere a las personas que por sus características socioeconómicas, en encuentran excluidas de la seguridad social, y que por su condición de ( migrantes indocumentados, o indigentes ) no son tributarios de los servicios de salud, mas que a la atención de situaciones de emergencias.

Este contexto social, refleja principalmente el desligamiento de las personas tanto de sus redes de apoyo como de los mecanismos de solidaridad orgánica y comunitaria, lo que provoca una situación inherente de vulnerabilidad. También existe un desequilibrio en la distribución de los bienes, lo cual intensifica el empobrecimiento y la dificultad para acceder a los recursos básicos; al igual que una fuerte desprotección social, donde la situación de abandono, representa un problema central

La prevalencia del fenómeno de “individualismo” conlleva a que cada vez, mayor numero de adultos (as) o adultos mayores deban apoyarse en menor número de personas activas. La fragilidad dentro de la familia, la estructura básica de la sociedad, provoca rupturas en las relaciones sociales, y por ende, una marginación social, así como una consecuente alteración de los comportamientos sociales y deterioro de la salud de las personas.

Este aspecto ha conllevado a la desarticulación de las familias nucleares o extensas, que anteriormente ejercían un rol de cuidadores de las personas enfermas o con situaciones especiales dentro del seno familiar. Sin embargo dentro del marco de la exclusión tanto familias como redes de apoyo se trastocan, para dar paso al fenómeno de abandono de personas

Hablar de exclusión social implica necesariamente repensar en qué medida las personas tienen o no un lugar en la sociedad. Es marcar la distancia entre los que participan en su dinámica y se benefician de ella, y los que son excluidos e ignorados fruto de la misma dinámica social. También supone alertar sobre los efectos en la evolución de la sociedad y los riesgos de ruptura de la cohesión social que conlleva, así como todo un proceso de agresividad y violencia personal y social que desencadena, esto debido a las mismas condiciones en que las personas se ven obligadas a sobrevivir, en donde no logran cubrir las necesidades elementales.

En cuanto a la salud, según manifiesta (Del Campo: 2003) Esta variable es determinante en materia de exclusión social, en el tanto determinadas patologías facilitan o inhiben la reinserción social y agrava la posibilidad de que las personas eventualmente sean reubicadas institucionalmente o bien aceptadas por sus familias

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