Fatiga De Combate
Enviado por robert_luna90 • 27 de Febrero de 2014 • 4.654 Palabras (19 Páginas) • 322 Visitas
FATIGA DE COMBATE
Un último concepto relacionado directamente con las condiciones de combate es el denominado “FATIGA DE COMBATE” o “AGOTAMIENTO DE COMBATE”, los síntomas característicos de éste varían considerablemente según la rama de servicio, la severidad y naturaleza de la experiencia traumática y la estructura de personalidad del individuo. Los síntomas más comunes entre las tropas en combate son el abatimiento y la depresión, el cansancio, la hipersensibilidad, los trastornos del sueño y el estremecimiento. En el personal de la Fuerza Aérea, después del vuelo sostenido de combate se presentan síntomas más típicos, como ansiedad acompañada frecuentemente por abatimiento y depresión, temor a las misiones de combate, irritabilidad, tensión y reacciones de sobrecogimiento. Además, cuando el estrés ha sido acumulativo, los síntomas difieren a menudo de los que se presentan por una situación de combate súbita y particularmente intensa (Coleman y Cols, 1990).
Las guerras de Corea y Vietnam también sirvieron para estudiar el efecto del estrés en el combate y para crear interés en los investigadores sobre las diferencias individuales. Desde el punto de estas investigaciones se afirma que el estrés o la ansiedad dan como resultado un deterioro en el rendimiento, ya sea por exceso de tensión o bien como consecuencia de crear interferencia o distracción. Sin embargo, se hizo cada vez más evidente que existen importantes diferencias individuales a la hora de responder ante el estrés: la motivación y el afrontamiento (Lazarus, 1986).
También a partir de las investigaciones con soldados en combate surge un modelo para explicar el estrés denominado Modelo de Combate, formulado por Basowitz y colaboradores. En dicho modelo la ansiedad es definida como una experiencia consciente y comunicable de intenso temor, que surge cuando se ve amenazada la integridad del organismo (Ivancevich, 1985).
En el modelo de combate, los estímulos se localizan a lo largo de un continuo. Por un lado se trata de estímulos que solo tiene significado para un individuo o para poca gente; por el otro son estímulos que debido a su intensidad y a su carácter explícito de amenaza para las funciones vitales, probablemente sobrecargan la capacidad de ajuste en la mayoría de las personas. Baswitz emplea esta idea para determinar como estresantes ciertos tipos de estímulos del combate, sin tener en cuenta las respuestas. Este modelo se ha usado para explicar las respuestas de grupos combatientes sometidos simultáneamente a condiciones de rigor extremo. Este modelo presenta una gran deficiencia y es que no plantea la importancia de las diferencias individuales, al considerar a veces lo que resulta estresante para una persona debe serlo para otras (Ivancevich, 1985).
Stivalet (1991) en un estudio sobre cognición y estrés de combate, muestra como las características de combate modernos descritas en los trabajos de Raphel y Coll, permiten aprender los diferentes factores de estrés a que son expuestos los combatientes. Se trata de factores unidos a las condiciones de vida y de trabajo, tal como la sobrecarga de información, los conflictos de decisión, las privaciones de reposo y de sueño, las condiciones climáticas a veces muy rudas, las condiciones de higiene y de confort muy rústicas y a la ruptura de los ritmos habituales de vida y de trabajo.
Hay factores psicosociológicos ligados a la dificultad de los combatientes para asumir la drástica separación de sus familias y de sus amigos. Esta ruptura de las relaciones afectivas es con mayor razón aceptada en el grupo de combate y en los grupos en los cuales la comunicación entre miembros de grupo y con la jerarquía es mantenida a un buen nivel. Por último, se presentan los factores psíquicos que aparecen preferentemente en tiempos de guerra, ellos son debidos a la brutalidad del combate, a la violencia de las armas utilizadas, a las explosiones y a la destrucción de la vida humana y material. Se trata de un temor a la situación que se traduce por el miedo al peligro y a ser capturado herido o muerto. (Stivalet, 1991).
En situación de guerra solo los acontecimientos de naturaleza agresiva son tomados en cuenta, así el estrés de combate es definido por el Centro de Relaciones Humanas como una reacción psicológica y fisiológica de alarma y de defensa desencadenada en los soldados ante la inminencia del combate o durante él. (Stivalet, 1991).
Los elementos cognoscitivos tienen una importancia considerable para el hombre porque vienen a mediatizar el impacto de los estímulos sobre el organismo y la naturaleza de las acciones descritas anteriormente. Estos elementos interesan particularmente a todos los militares porque dirigen los procesos de representación que hace el individuo sobre la situación, que conducen a la elaboración de estrategias y a los comportamientos de adaptación (Stivalet, 1991).
En la teoría de procesamiento de la información, Folkman utilizó el término “HOT”, para designar las informaciones que tiene una carga afectiva muy fuerte, ya sea en función de las características individuales (estilos de personalidad, experiencias, actitudes) o porque de ellos depende el bienestar. En situación de guerra este tipo de información corresponde a la intensidad de la amenaza de los agentes estresantes o a la anticipación de un peligro en relación directa con el riesgo de muerte. El combatiente dada la situación de guerra en la que está implicado, da una significación psicológica en función de los determinantes cognitivos que participan en particular de la apreciación del riesgo incurrido. Así, colocado en una situación objetivamente peligrosa, cada sujeto atribuye su propia interpretación y representación de la situación y las modula cognoscitivamente para ver las consecuencias de las características de peligrosidad (Stivalet, 1991).
Las estrategias cognoscitivas utilizadas para hacer frente a la situación de estrés pueden ser desarrolladas a partir de recursos personales y sociales, que Hamer (citado por Stivalit, 1991) distingue según cinco dominios principales:
1. El dominio físico. En el cual el apoyo viene de la confianza que un soldado tiene de acuerdo a su buen estado físico, a su entrenamiento militar, y a la calidad de su movimiento, los sentimientos de control del dominio; esto contribuye a reducir el impacto de los acontecimientos agresivos.
2. El dominio motivacional. Corresponde a la estima por sí mismo y a la voluntad de hacer frente para salir victorioso de las desgracias, en manifestar una actitud positiva y optimista con respecto a sí mismo, de sus compañeros, de su jefe y de los acontecimientos en general.
3. El dominio afectivo. Corresponde al alcance del individuo para
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