Fuerza de Ventas en el siglo XXI

Tras analizar diferentes estudios sobre comercio electrónico y una vez revisadas las aportaciones al debate de mis compañeros sobre la compatibilidad de las redes de venta tradicionales con el ecommerce se pueden establecer una serie de conclusiones generales en las que creo que todos estamos de acuerdo. En primer lugar, la complementariedad y compatibilidad de ambas. Ha habido un punto de inflexión, generacional, tecnológico e innovador que ha supuesto un cambio en el paradigma existente hasta el momento en el mundo de las ventas. De unos años atrás hacia la actualidad las ventas tradicionales han ido y deben ir de la mano con la nueva tecnología.

Ambas pueden complementarse de forma valiosa, pero para que funcione las empresas deben adaptarse a los cambios en la demanda y en su estructura. Todos hemos considerado que la confianza y el servicio al cliente es un factor a tener muy presente a la hora de establecer una estrategia de ventas u otra.

Asimismo, hemos sido varios los que hemos concluido que solo aquellas empresas que logren entender y adaptarse a los cambios que les permita tomar ventaja y lograr una compatibilidad entre los vendedores humanos y la utilización de las nuevas tecnologías serán los que alcancen una gran ventaja competitiva respecto a aquellos que solamente se ubiquen en una modalidad de venta, ya que estarán perdiendo un gran número de clientes potenciales.

Finalmente aquellas empresas que opten por un modelo u otro de ventas o incluso por combinar ambos, deberán tener presentes que cada uno de ellos, tiene una serie de ventajas e inconvenientes.

Frente al contacto directo con el producto, el asesoramiento personalizado, la experiencia de “salir de compras” o la seguridad en el pago de la venta tradicional, se va a encontrar la comodidad para los clientes, precios más accesibles, disponibilidad 24 horas/7 días a la semana, así como la reducción de costes que supone a la empresa no tener un local físico y personal contratado para realizar la venta.

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