GLOBALIZACIÓN, EDUCACIÓN Y HUMANISMO
Enviado por saidco • 19 de Noviembre de 2012 • 903 Palabras (4 Páginas) • 465 Visitas
GLOBALIZACIÓN, EDUCACIÓN Y HUMANISMO
A partir de las tres variables estratégicas del proceso a) las empresas transnacionales y la lógica sistémica que representan; b) los estados nacionales dominantes y c) el pronto-estado mundial capitalista.
Los imperativos sistémicos mundiales impulsan la sociedad burguesa hacia la culminación de dos tendencias evolutivas históricas: la culminación de la marcha triunfante del valor de cambio, que inició hace 5000 años con los primeros actos de trueque, para avanzar sobre víctimas del “progreso” y coronarse hoy día rey dios de la especie.
La implementación violenta dominado por la ley del valor y el homo oeconomicus, determinada su comportamiento práctico como fundamentalmente utilitarista, y en contraposición a cualquier proyecto humanista. Como dice el suministrador estadunidense ejecutivo “Ningún cliente me ha dicho jamás quería una persona con buenos valores comunitarios”.
En la dimensión existencial su largo andar por la historia amenaza con terminar en el homo abstractos. La condición humana prevista por los arquitectos del global villaje se asemeja a la de la mónada del filósofo y científico alemán Gottfried W. Leibniz: una entidad autosuficiente cuya vida se lleva a cabo dentro de una “armonía preestablecida” en un mundo que el “mejor de todos los mundos posibles”, porque es creado por Dios.
El solipsismo del orden ontológico del proyecto corresponde a las determinaciones de la felicidad orwelliana (1984) y del Brave New World.
En la autocomplaciente apología de su quehacer, ellos solo generan los mitos que las masas piden. En estrecha colaboración con la clase política y demás intelectuales orgánicos del sistema, declaran extensas zonas de la realidad como impensables o “intocables”.
En el tercer Mundo, donde la dominación burguesa opera sans frase, las consecuencias son frecuentemente más temibles. A manera del antiguo totemismo, los exorcistas globales de la realidad- y sus amos políticos- se sienten descendientes del progenitor del progreso y llevan con orgullo su emblema protector: el mercado o, cuando les da por ser solemnes la modernidad.
El nuevo estrado ontológico –la realidad virtual- emula con las estructuras de la realidad capitalista. Esto significa en lo político que no puede ser más democrático que la misma democracia liberal: se limita al sentido formal de la igualdad de oportunidades.
Las monadas-ciudadanos del cyberspace vivirán por ende –tal como sucede en la democracia real existente- en un mundo dicotómico; con la élite informativa enriqueciéndose material y espiritualmente con la información y comunicación electrónica global, mientras que las mayorías se quedan “ancladas” en el analfabetismo funcional a través de su constante socialización cibernética en la realidad virtual. La personificación de la imposición violenta de estos intereses sistemáticos en el Primer Mundo en las últimas dos décadas fueron Reagan, Thatcher y Bush; hoy día lo son Newt Gingrich, Robert Dole y demás cabezas del Partido
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