Globalización

“Los osados comerciantes que fletan embarcaciones para ir a buscar a tierras lejanas las telas, las joyas y especias que venderán en las ciudades europeas, dispuestos a arruinarse de un momento de otro, caer en la cárcel y rehacer su fortuna de nuevo, son personas que no tienen apego a un pedazo de tierra ni mucho menos a un castillo” (Villorio, 1992)

En el siglo XX la imagen del mundo se modifica, ya que, se vuelve infinito, sin límites ni centro; los nuevos descubrimientos favorecen el auge del comercio y aparecen las entidades bancarias, formándose un nuevo poder ligado a la propia capacidad como empresa de sus componentes que son los comerciantes y bancos.

Los comerciantes obtienen su lugar como resultado de su empresa y como fruto de su esfuerzo, es decir, que el puesto del hombre se consolida con el desarrollo del capitalismo esto ya que se entiende que el orden social cobra sentido con el individuo y además que tiene como origen la voluntad del hombre.

El objetivo de este trabajo es mostrar la paradoja que genera el consumismo en la modernidad, ya que tiene un lado positivo como dice Ulrich Beck:

“En el lado positivo podríamos enumerar características tales como el desarrollo de sociedades multireligiosas, multiétnicas y multiculturales, los modelos interculturales y la tolerancia de la diferencia cultural, el pluralismo legal observable en diversos niveles y la multiplicación de las soberanías” (Beck,2002 ).

Pero también tiene el lado negativo que en palabras de Erich Fromm es “La falta de significado y la enajenación del trabajo hacen anhelar una holganza completa. El hombre odia su vida de trabajo, pues lo hace sentirse prisionero y farsante” (Fromm, 2009).

Para aclarar esta paradoja se utilizará a modo de ejemplo lo que sucede en la sociedad con la llegada de la moda y además se responderán preguntas como ¿Estamos viviendo en una sociedad autista?, ¿Es necesario el consumo?, ¿Cuáles son las consecuencias de vivir en una sociedad moderna? y ¿Es un avance la llegada de la modernidad?

En el mundo de los objetos, la publicidad y medios de comunicación, la vida cotidiana y el individuo ya no tienen un peso propio, han sido incorporados al proceso de la moda y del desuso, por lo que la realización definitiva del individuo coincide con la emergencia de individuos aislados, vacilantes, vacíos y reciclables, como diría Fromm (2009) totalmente autómatas.

La moda aparece a mediados del siglo XIV y en el siglo XIX empieza a cambiar constantemente, por lo que comienza a ser un elemento de exceso y singularidad; así como también es un elemento que ha servido para diferenciar entre los que son elegantes y los que no, distinguir a los que tienen buen gusto, así como para marcar la línea divisoria entre los que pueden pagar los artículos de moda y los que no, por lo que mucho tiempo fue un consumo de lujo y prestigio, limitado a las clases nobles.

En el siglo XX, se establece la apariencia de lo “adolescente” como prototipo de la moda y ya después de la segunda guerra mundial se expandió el deseo y gusto por la moda en todos los estratos de la sociedad, situación fomentada por las revistas femeninas, el cine y los medios de comunicación, trayendo consigo ideales individualistas y la cultura hedonista de masas; propia de la cultura posmoderna.

La apariencia, la ropa, el peinado, el maquillaje, el estilo y la actitud son una afirmación del yo, conformando parte importante de nuestra identidad, por lo que los artículos necesarios para crear la apariencia, en la vida posmoderna, deben ser novedosos, costosos, raros y de “difícil acceso” ya que esto es lo que generaría la admiración y pone al individuo en cierto estatus social. Por esta razón cada vez es más común ver como las personas de estratos medio a medio/bajo se endeudan por comprarse artículos costosos, esto a mi parecer se podría explicar de dos maneras, la primera es que buscan aparentar lo que no son a través de las cosas materiales y por lo tanto satisfacer ese deseo para sentirse completos, y por otro lado puede ser que estas personas ven en las cosas materiales una oportunidad o más bien una herramienta de superación, ya que en la sociedad tan discriminadora en la que vivimos, sólo se considera más a la persona que tiene el mejor computador y no a la que tiene mayor conocimiento para desarrollar un trabajo.

Una sociedad de consumo se caracteriza por la generación de deseos, cuando se consigue realizarlo, un nuevo deseo aparece, generándose un círculo vicioso de insatisfacción continua, la industria y el marketing saben este tema y lo trabajan, encargándose de impedir que estos se satisfagan, generándose cada día expectativas más altas, por lo cual serán más difíciles de alcanzar y por consiguiente la insatisfacción y la frustración son el motor que impulsa a esta sociedad a consumir los productos que de alguna manera nos acercan aunque sea un poco a esos estándares tan altos.

Según Bauman (1982) la necesidad por las compras tiene como causa la búsqueda desesperada de pertenencia del grupo elite que guía los rumbos de la sociedad capitalista-consumista, por esto dice que:

“Hay un piso de lo que uno necesita para seguir con vida y ser capaz de hacer lo que exige el rol de productor, pero también un techo de lo que se puede soñar, desear o procurar contando con la aprobación social de las propias ambiciones, es decir, sin temor de ser rechazado, reprendido o castigado. Todo lo que se encuentra por encima de ese límite, es un lujo, y desear un lujo es un pecado” (Bauman, 1982)

Por lo tanto los consumidores piensan que poseer y consumir determinados objetos y llevar determinados estilos de vida constituye una condición necesaria de la felicidad; incluso de la dignidad humana.

Así los estilos de vida que conforman parte de nuestra identidad están marcados por los productos que los medios nos presentan como ideales para llevar el estilo de vida más adecuado a nuestra “personalidad” e “identidad”, es por esto que cada individuo intenta conseguir los productos que le otorgaran un status alto a toda costa, incluso dejando atrás sus valores; esto se pudo ver reflejado en nuestro país cuando se produjo el terremoto el 27 de Febrero del año 2010, ya que, a pesar de la situación en que se encontraba la mayor parte de la población del país, hubo muchas personas que sólo se preocuparon de hacer saqueos de objetos de última tecnología en las multi tiendas dando como excusa que no tenían que comer.

Ser individuo significa ser diferente a todos los demás, es ser único e irrepetible, sin embargo Bauman nos dice que en una sociedad de individuos todos son muy parecidos, pues tienen que seguir las mismas estrategias de vida y utilizar señas compartidas para demostrar

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