Gobierno De Porfirio Diaz

Gobierno de Porfirio Díaz

Constituye toda una época nacional caracterizada por la paz y el progreso, que posteriormente provocaron nuevos trastornos civiles y sociales. Los treinta y cinco años del Porfirismo corresponden casi todos al gobierno del general, excepto el segundo periodo de 1880-1884 en el que ocupó la presidencia el General Manuel González y un interinato que desempeñó en diciembre de 1876 a febrero de 1877, Juan N. Méndez, el gobierno del General Porfirio Díaz comprende nueve periodos presidenciales, todos de cuatro años, excepto el penúltimo que fue de seis (1904-1910) y el último que fue interrumpido por el proceso de revolución de 1911. Este gobierno se caracteriza por tres aspectos: •Pacificación de 1876 a 1896. •Brillante prosperidad, sin política 1896 a 1907. •Agitación política creciente.1907 a 1910.

Política de gobierno (Liberalismo conservador y centralismo político)

El general Díaz era de formación liberal; apoyó la Revolución de Ayutla. Durante la Guerra de los Tres Años se opuso a los conservadores; enfrentó a los franceses durante la intervención; se mantuvo fiel al grupo liberal combatiendo en toda dimensión al gobierno de Maximiliano de Habsburgo. Posteriormente, arguyendo el principio de no reelección, organizó dos levantamientos armados; el primero fracasó, mientras que el segundo lo llevó al gobierno. En contrapartida con su ideario y servicio a las instituciones democráticas en el siglo XIX, cierta interpretación histórica lo califica de conservador, dictador, sin embargo, estos juicios no corresponden a la realidad:

1. Porfirio Díaz, nunca dejó de exaltar políticamente al régimen político liberal, por ejemplo: Veneró al gobierno de Juárez, como el máximo héroe de la nación, creó e instaló el monumento a los liberales en la avenida Reforma.

2. Díaz nunca dejó de practicar los valores liberales, tanto en el campo de la política como en el de la economía, durante los treinta años que gobernó a México, al menos en materia económica el régimen porfirista fué en realidad la culminación del liberalismo en nuestro país.

3. Durante los treinta años que duró, el gobierno de Porfirio Díaz se le califica de dictador, sin embargo tal mención no se puede aplicar porque el permaneció en el poder, sin violar, una sola formula legal, el presidente fue investido, por la voluntad de sus conciudadanos y ante el aplauso de países, de una magistratura vitalicia, el gobierno de Díaz es calificado por Emilio Rabasa como una “dictadura de hecho”, pero “cuidadosa de las formas constitucionales […] no entra en la clasificación de las tiranías, ni el general Díaz en la lista de los déspotas”.

4. El régimen de gobierno de Porfirio Díaz, mantuvo su carácter liberal y laico, existió un relativo retorno a formas de legitimación religiosa, ya que este gobierno buscó la reconciliación con la jerarquía católica y, en esa medida, incorporó marginalmente a la Iglesia dentro de las estructuras de poder, de cualquier manera, este régimen permanece formalmente y en buena medida sustancialmente liberal, un factor importante en el distanciamiento entre la Iglesia y dicho régimen, hacia finales del mismo. El liberalismo contribuyó a la consolidación del Estado laico, mediante la difusión de valores y libertades por encima de los cánones y doctrinas eclesiales, lo que generó una sacralización del Estado liberal, donde, los santos son sustituidos por los héroes independentistas y liberales y los altares religiosos fueron cambiados por los altares de la Patria. La sustitución de rituales religiosos por ceremonias cívicas pone de manifiesto tanto la voluntad de cambio en el plano de los símbolos, como la dificultad para generar instituciones verdaderamente laicas, es decir des-sacralizadas.

5. Se considera que el gobierno de Díaz fue centralista porque concentró el poder en su voluntad, en los tres periodos siguientes, Díaz juntó más poder que ningún otro gobernante de México, fué centralista en todos losórdenes, aun contra lo dispuesto por la Constitución, no hubo República federal, ni Estados libres y soberanos, usó el poder central para imponer a los gobernadores de los Estados; el poder, el dinero y la sabiduría se concentraron cada vez más en el poder de Díaz. Centralizó el poder bajo el lema pragmatista del positivismo "Poca política, mucha administración”.

Durante el Porfiriato no existían tradiciones jurídicas liberales, tradiciones federales y de participación electoral. No obstante, el proyecto se orientó a la formación de una república federal, laica, fundamentada en la idea de ciudadanía, es decir, liberal.

Situación económica durante el Porfiriato.

Cuando Porfirio Díaz llegó al poder, la nación se encontraba en bancarrota, sus objetivos fueron lograr la pacificación, está se construyó en veinte años y se logró mediante un régimen de evolución económica y de represión absoluta. El establecimiento de la “paz” política fue un requisito esencial para la construcción de la nación y para el desarrollo económico, justificando así la imposición autoritaria del gobierno en nombre del progreso, se logró la profesionalización del ejército y la lealtad de los oficiales, en el ámbito electoral, los gobernadores y los jefes políticos, debían contar con la aprobación de Díaz.

La brillante prosperidad, la legitimidad adquirida por este gobierno, el desarrollo de las vías de comunicación, el progreso en los campos de la cultura y las artes, fue el clima apropiado para atraer a la inversión extranjera a nuestro país, y con ello se inicia el reconocimiento de su gobierno. El “progreso” abarca todos los ámbitos; desde la banca hasta las comunicaciones, la salubridad, el avance médico, las artes y la literatura; pero quizá el avance mas significativo se percibió en el desarrollo urbanístico, que evidenció la modernización del Estado con la edificación de obras públicas y monumentos, con un estilo arquitectónico, se erigió: la casa de Correos, el palacio de la Secretaria de Comunicaciones, el Palacio Municipal, como en las mejores capitales europeas; el Teatro Nacional (hoy Palacio de las Bellas Artes); el Palacio del Poder Legislativo y la Universidad Autónoma de México.

El lema de Porfirio Díaz durante su gobierno fué "orden y progreso". Sabedor de que México para los extranjeros no era atractivo para invertir, en virtud de su inestable situación política, y por otro lado por las enormes cantidades de deudas que tenía el país, para avanzar económicamente era necesario

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