Gobierno Y Contingencia

Gobierno y Contingencia

La noche del viernes 13 de Septiembre la tormenta tropical “Manuel” entro al estado de Guerrero causando inundaciones y estragos en hogares, edificios y de más propiedades a lo largo del estado; miles de comunidades no fueron avisados ni por las autoridades estatales ni por las federales de qué magnitud era la tormenta, ocasionando pérdidas humanas y materiales.

Durante la noche en la que entro la tormenta a Guerrero el gobernador del estado Ángel Aguirre Rivero, era el anfitrión de una cena con motivo del bicentenario del Primer Congreso de Anáhuac y los sentimientos de la Nación. Al evento asistieron parte del gabinete del gobernador Aguirre y funcionarios federales de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL).

Desafortunadamente esta contingencia no fue tema de conversación en aquel festejo pues mientras el gobernador y sus invitados departían, las calles y avenidas se ahogaban provocando estragos en comunidades y sacudiendo con mucha fuerza en las márgenes de ríos como el Huacapa, donde familias enteras abandonaron sus viviendas.

El periodista Luis Flores Lonazkuo de la emisora ABC Radio fue el encargado de difundir las llamadas de auxilio de pobladores de la capital y de otras regiones del estado. Flores (2013) comento:

No conozco ninguna alerta de autoridades federales, estatales o municipales. Me orienté por las imágenes del meteorológico, llamé a los colegas de las diferentes regiones y supuse que la situación sería mucho más grave que la ocasionada por el huracán Paulina (octubre 1997). Entonces pedí permiso a la gerencia de la estación para interrumpir los programas cotidianos y darle voz a la gente. Tengo grabadas más de 700 llamadas de auxilio.

Es importante preguntarse si parte de la responsabilidad de las pérdidas patrimoniales y humanas recaen en el gobernador de Guerrero, pues la falta de comunicación y difusión de las autoridades tanto federales, estatales y municipales para alertar a la población, la omisión de información respecto a la situación meteorológica y la falta de aprendizaje de las pasadas catástrofes, ocasionó que miles de personas no pudieran prevenirse y resguardarse a tiempo. Los tratos corrompidos hechos a lo largo del tiempo con algunas constructoras en las que se les otorgó permiso de construir a orillas de ríos y zonas de alto riesgo, fueron parte de la irresponsabilidad por parte del actual gobierno, puesto que Ángel Aguirre conocía de antemano todos los puntos débiles del estado ya que él fue gobernador interino en Guerrero cuando el huracán Paulina embistió a Acapulco el 9 de octubre de 1997 y dejo por lo menos 240 muertos.

La comisión nacional del agua del estado de guerrero en reportes anteriores ya había advertido de lo complicado que resultaría dotar de drenajes a todas las construcciones mal Ubicadas, lo que resultaría inevitablemente en inundaciones. Y así

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