HEGEMONIA, PODER Y REGIMEN POLITICO
Enviado por Javier López • 5 de Marzo de 2020 • Apuntes • 3.755 Palabras (16 Páginas) • 208 Visitas
HEGEMONIA, PODER Y REGIMEN POLITICO
Resumen
Pensar en la política únicamente desde la teoría es un buen ejercicio de ocupación intelectual, pero, incompleto, también es necesario hacerlo desde la base empírica de la vida cotidiana de quienes vivimos como ciudadanos, la sujeción, dominación y control del poder político, sus elites, clase política, grupos de poder que acrecientan constantemente su permanencia en detrimento progresivo y sistemático de las sociedades. Asi,los detentadores del poder político han construido un andamiaje institucional con marcos legales de largo alcance que en el corto plazo difícilmente pueden ser modificado, sin embargo también la fortaleza y consolidación de un sistema político y su régimen, tienen éxito porque han sentado bases hegemónicas de dominación , es decir, también construyen sus consensos, por ejemplo, desde la difusión mediática discursiva de una falsa identidad nacional que lejos de ser incluyente en términos de justicia, equidad, participación social, respecto al interés de las mayorías, también excluye deliberadamente a quienes no forman parte del circulo privilegiado de las elites gobernantes.
Palabras clave
Hegemonía, poder, régimen, cultura
Hegemonía, poder y régimen político
Introducción
Hegemonía, el origen etimológico del termino refiere la derivación del griego como eguesthai cuyo significado es jefatura, líder, gobernante; así, en la antigüedad eghemoneno significaba en esencia dirección suprema del ejército, es decir, guía, líder, comandante militar. Sin embargo, del significado original se comprende que para la época no había distinción entre lo social, lo político, lo religioso, lo militar y sus liderazgos (Cerroni, 1998), es decir, la visión y práctica de la concepción del mundo era integral, sin divisiones o fragmentaciones de ideas. En la vida diaria las mujeres y los esclavos eran reducidos a cosas prácticamente sin valor. A pesar de todo ello, era posible pensar diferente, crear ideas, reflexionar desde la condición de marginado o excluido, precisamente por comprender que el entorno forma parte de un universo infinito en el que todas las partes son esenciales.
En la actualidad la concepción del mundo y de la vida está fragmentada, dividida, pero aun, confrontada. En la política, a formar gobiernos controlados por las elites, el poder para ser efectivo requiere de legitimidad, y cuando esta no la obtiene del consenso de los gobernados, la construye por diferentes medios sin importar que sean ilegales. ¿Cómo lo acepta la sociedad? ¿Por qué? ¿Qué hace para resistir esa dominación y control? A estas interrogantes responde el análisis del concepto de hegemonía que vinculado al poder político nos permite hacer una explicación critica de los sistemas y de los regímenes políticos así como de la forma en que la sociedad interioriza el entorno en el que vive, en donde el lenguaje simbólico del poder sistemáticamente le aliena, le cosifica, le deshumaniza, le controla y convierte a los sujetos en fragmentos ambulantes de la institución llamada sociedad.
Desarrollo
Para Gramsci la hegemonía “no es un sistema de ideas, ni se identifica con la falsa conciencia de los actores sociales, sino que constituye un todo orgánico y relacional encarnado en aparatos e instituciones, un cemento orgánico que unifica en torno a ciertos principios articulatorios básicos un bloque histórico y las practicas productoras de subjetividades en el proceso de transformación social” (Giacaglia, 2002).
La hegemonía se construye como una articulación de subjetividades en relación a un momento histórico concreto y una sociedad especifica aun dentro de su propia heterogeneidad. En este sentido, en la política la hegemonía de un régimen no puede ser la misma para todos los regímenes políticos existentes. Es cierto que existen similitudes, algunas quizá demasiado transparentes o evidentes a toda vez que en relación al poder político, disciplina, dominación y control tienen diferencias sustanciales; la disciplina se establece como obediencia a una estructura jerárquica de mando, no se cuestiona, se asume tal y como aparece en el marco normativo, codificado, horizontal; la dominación una base ideológica por medio del cual el sujeto va interiorizado pautas del comportamiento incluyendo valores que ha aprendido generacionalmente; por otra parte el control aun constituyéndose como consecuencia de la dominación, esta esencialmente vinculado con el ejercicio de la fuerza material teniendo además como fundamento al reconocimiento a las prácticas y a las normas[1] legales. Así, la hegemonía es una construcción de poder, su razón y virtud (Marcu; 1978), y como tal edifica las bases o cimientos de una estructura que proyecta una visión del entorno en el cual los sujetos se relacionan (sobre-determinan y también pre-determinan), social, política, económica y culturalmente sus actividades y formas de vida.
De esta manera la estrategia política de un régimen resulta altamente funcional para los grupos gobernantes toda vez que dentro de ese mundo complejo de flujo de relaciones sociales, personales, necesidades de vida, el sujeto percibe como imprescindible la creación de un orden que sabe que lo limita, pero, al mismo tiempo le garantiza (según lo ha interiorizado) un entorno más o menos justo, respecto de lo que otros tienen asumiendo como inevitable todo lo que lo rodea y que algún día las cosas mejoraran. Desde esta perspectiva la vida de los sujetos sociales se rutiniza. “el sujeto se produce a partir de interiorización-subjetivación de los saberes de su época, de los discursos que el poder pone en circulación y de las diversas estrategias de control que regulan sus relaciones, inducen su conducta y dirigen sus acciones. La subjetividad es el modo de subjetivación del ejercicio del saber-poder” (Foucault, 1988:231).
Esta realidad deformada no es asumida en profundidad por los sujetos, o, si acaso, saben que el stato que ha permanecido así por mucho tiempo y resultaría demasiado difícil modificarlo, según sus percepciones.
Existen regímenes políticos en donde el cuestionamiento y critica a las instituciones del estado es inherente a la estructura y desempeño del gobierno, sin embargo, en la gran mayoría de regímenes no existe esa posibilidad, al contrario, se hace de la política un campo de acción privilegiando formador de elites y grupos de poder que monopolizan la actividad política y económica teniendo como uno de sus objetivos principales la exclusión de la sociedad en los asuntos políticos, fundamentalmente en la dirección del Estado.
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